Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

domingo, 6 de enero de 2013

Superstición + codicia = niño degollado


   Después de tanto tiempo sin publicar nada aquí, ni yo espero que quede algún lector, ni ese hipotético lector puede esperar que me vaya a descolgar contando nada de enjundia. Seré, pues, breve, y vaya esta entrada en el chorlitesco diario más como desahogo personal que como voluntarioso intento de amenizar la vida de nadie. Bueno, y vaya también como invitación a reflexionar:

   En Egipto -¡qué pena, qué lástima, qué gran oportunidad perdida con eso que dieron en llamar Primavera Árabe y que finalmente solo ha servido para allanar el camino a los integristas religiosos!- se han cargado a un crío. Sí, ya sé que en todas partes y a todas horas asesinan a niños, pero este caso me parece especialmente repugnante: Léanlo si quieren. Es lo que pasa cuando mezclamos la codicia y la ignorancia. Y a veces basta la sola fe, esa supuesta virtud de la que tan orgullosos están los creyentes, y que sin embargo constituye una voluntaria renuncia a la capacidad de pensar, y por lo tanto una imperdonable deficiencia.

   Y tampoco se vayan ustedes a pensar que aquí, en nuestra bendita España, estamos libres de supercherías. Institucionalizadas, además. Como decía Battiato en su canción Pobre Patria, quizá tendremos que ir tirando mientras la primavera tarda aún en llegar.

   Vale, ya está bien por hoy de amarguras. Sean todo lo felices, con rabia y empeño, que los hijos de puta de siempre les consientan