Professor UMARO, grande astrólogo.

Ya me jode llegar a casa y encontrarme el buzón hasta arriba de papelajos que me quieren vender de todo, desde una ortodoncia hasta un chalet de lujo o los servicios de un fontanero las 24 horas. No puedo evitar ponerme a echar cuentas: tantos domicilios, por tantos gramos de papel, igual a tantos árboles. Tantos árboles todos los putos días. Después me voy, asustadísimo, a Google Earth, para comprobar que aún aparecen parches verdes en algunas partes. Asombrosamente.

Pero lo de hoy ha sido un alivio. Sí, amigos, hoy alguien me va a solucionar todos mis problemas. Y a ustedes también, si quieren. Y es que hoy me he encontrado un papelito discreto, pequeño, en blanco y negro, que casi me pasa desapercibido entre los coloridos folletos que me quieren vender muebles, ordenadores, pizzas, mucangrios... Es un papelito de diez por diez, redactado muy pintorescamente, e iba a copiar el texto, pero qué leches, mejor lo escaneo, que da más risa:

Disculpen que haya borrado el número de teléfono, es que el Diario de un cabeza de chorlito no colabora con la publicidad magufa. Normas de la casa, ya saben.

Yo tenía intención de destacar unas cuantas perlas, pero el texto no tiene desperdicio. De principio a fin es una ofensa a la más elemental inteligencia. Sí que me ha gustado especialmente eso de dar a entender que el deporte es un problema grave; yo siempre lo sospeché. "Trabajo serio, honesto..." ¡HAY QUE TENER POCA VERGÜENZA!