A mí me pasa que tengo mi corazoncito, pequeño y casi invisible ante tantos centímetros de polla, pero corazoncito a fin de cuentas. Ciertas cosas me parecen enternecedoras y me hacen sonreír, como aquella vez que introduje en el recto de María Mercedes un paraguas y me empeñé en abrirlo cuando ya estaba dentro y ella gritaba y yo... Bueno, dejemos ese asunto.
Alguno de mis contumaces espameadores me ha enviado un vídeo que voy a colgar aquí. Simplemente porque me gusta y me hace sonreír cada vez que lo veo. Espero que a ustedes les pase lo mismo (son sólo catorce segunditos de nada):
Hostia, que bueno. Y yo que pensaba que te habías vuelto un blando y un sentimental. Veo que no, que sigues por la senda habitual.
ResponderEliminarQue me tapen a ese panda que se me resfría.
ResponderEliminarUy pero que ternura!
ResponderEliminarY yo con el pecho apretao esperando el minuto en que devorarian al pobrecillo panda.
Jajaja, me pasa como a Paloma, me esperaba cualquier cosa... jajaja.
ResponderEliminarUn besito,
Miri
Jajajaja, qué bueno macho...
ResponderEliminarNo es un animal que me cause especial admiración, pero es cierto que esperaba otra cosa, me quede con la boca :O.
ResponderEliminarBesillos para allá
P.d: La falta de tiempo me impide leerte todo lo que quisiera, pero veo que como siempre andas levantando ampollas.
Saludos, Layose.
ResponderEliminarParece que casi todo el mundo esperaba otra cosa, y deduzco que era algo malo. ¿Por qué clase de monstruo me tomáis? O peor aún, ¿qué clase de monstruo sois?