Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

jueves, 24 de enero de 2008

Cela, el cipote de Archidona, y un plagio al futuro


Jolines, lo que son las cosas. Recordará el chorlitiano lector que hace unos días vomité un cuento absurdo partiendo de un disparate de Don Camilo José Cela, y siguiendo la pista del vídeo con que ilustré el asunto me he encontrado otro vídeo que sería miserable por mi parte omitir mostrar a vuesas mercedes. No incrusto el vídeo, sino que lo enlazo, detalle que seguramente me agradecerá el lector de lenta conexión a Internet: ESTO ES UN ENLACE, VÍNCULO O HIPERVÍNCULO.

Y claro, una vez visto el vídeo, y tras reírme un cuarto de hora de esa manera que yo me río (sin mover los músculos de la cara), me ha picado la curiosidad. Parece ser que lo del cipote de Archidona es un acontecimiento verídico, y lo que a mí me sorprende es que se le diera tanta importancia a un hecho tan anodino. Pero bueno, eran otros tiempos. Aquí tienen más información acerca del suceso. (La palabra "aquí" también era un enlace, vínculo o hipervínculo).

Pues bien, siguiendo la pista de este glorioso episodio nacional, voy y descubro que Cela, el bueno de Cela, intentó imitarme escribiendo un poema sobre un cipote. El muy malandrín tenía tanto interés en ser como yo, en parecérseme al menos, que hasta descubrió la manera de adelantarse al futuro e imitar --cutremente por cierto-- lo que yo escribiría más de tres décadas después. ¡Hay que ser bandido!

Mi consuelo es que no me llegó ni a la suela de las botas. Comparen ustedes:



Claro cipote, cuya frente altiva
cubre de nubes tan tupido velo
que nos hace creer que en ella el cielo
y en sus cojones su razón estriba.

En ti mostró su boca vengativa
el gran león, forzado de su celo,
y en ti de voluntad empieza el vuelo
del goterón de leche en lavativa.

Hoy proclama la gloria de Archidona
que anegas con tus huevos a su gente
por tu fluidora pija perseguida.

Hoy el mundo en tu justo honor pregona
que salvo incordio, chancro o accidente,
no hay pija cual tu pija en esta vida.


Camilo José Cela



Rompe, rasga, desgarra y arrolla,
todo eso y algo más hace mi polla.
No te cabe mi verga gigante
ni por detrás ni por delante.
Hermoso cipote palpitante,
vigoroso y enorme gusano
que no abarco con la mano.
Tengo más rabo que Satanás,
dos palmos, un metro y hasta más.
Es mi orgullo y es tu fiesta
verme la chorra enhiesta.
Es un placer, es gracioso y es mi gusto
abrir el pantalón y pegarte un susto.
Mejor que pene yo tengo una culebra,
mujer que la ve ampliamente lo celebra
y este tipo que escribe en nada miente
al hablar de su indómita serpiente.
Es mi pijo visible desde lontananza.
Es mi larga, dura y gruesa lanza
conocida hasta donde mi saber alcanza.
Sabes tú, amante y amiguilla,
que antes llamaba a mi picha minglanilla,
mal nombre para mi estaca y no me da la gana;
de ahora en adelante se llamará minglana.

Leónidas Kowalski de Arimatea

Vale, sí, lo de Cela es un soneto y lo mío es... otra cosa, ¿y qué? Joder, a ver si es que os creéis que ese tío es alguien por el ínfimo hecho de ganar el Nobel de Literatura. Tened en cuenta que el último Nobel fue para Doris Lessing, así que no os lo toméis tan en serio, eh.

6 comentarios:

Santiago Bergantinhos dijo...

Y no olvidemos tampoco las señales del hijoputa. Con perdón.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Uf, Supersantiego, descubrí las señales del hijoputa, según Cela, en plena adolescencia, y me sentó fatal la quinta señal, la de las manos frías y sudorosas, la padezco como Fabián Minguela. Me lo tomé como una afrenta personal y todo. Pero reconozco que también me reí un rato largo. Menudo personaje, el Cela.

Anónimo dijo...

Joder como amo este blog.

Sensei Katorga dijo...

Muy bueno tu canto al enhiestado miembro, un suspenso en cuanto a métrica yámbica-ditirámbica pero un sobresaliente en tu demostración postépica. Jajaja.

Anónimo dijo...

joder, si eres poeta y todo...interesante....

un día que tenga tiempo (que raro es) voya comenzar a leer todo el blog...

Anónimo dijo...

Don Camilo José Cela, genio del humorismo galaico, como Valle Inclán y Torrente Ballester