Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

viernes, 29 de junio de 2007

En un país multicolor...



(Cualquier parecido con personas o situaciones reales es fruto de la perturbada mente del lector. Este cabeza de chorlito, al igual que la mayoría de los políticos, no admitirá nunca su responsabilidad).



En un país multicolor. Seis p.m. El presidente José Luis Gutiérrez Carpintero, alias CP, o Bambi, recibe a su ministro de Defensa, el ínclito José Antonio Alfonso.

Alfonso: Permiso, presidente.

CP: ¡Hombre, Alfonso, a ti te quería yo ver! Pasa, pasa.

Alfonso: Susórdene, presidente.

CP: ¿Qué diablos está pasando con esa historia de...? Los gadgets esos, ya sabes.

Alfonso: Inhibidores de frecuencias.

CP: Habrás querido decir inhibidores e inhibidoras de frecuencias.

Alfonso: Y de frecuencios, si me permite la matización paritaria, presidente.

CP: Se te permite y se te agradece. Así me gusta, un ministro atento a las inquietudes de nuestra sociedad. Bueno, ¿qué está pasando con esos chismes?

Alfonso: Bueno, verás, yo ordené puntualmente la compra de unos cuantos aparatejos de esos, pero luego todo se complicó, ya sabes cómo son estas cosas. El primo de un amigo mío, que casualmente es quien fabrica los artilugios, me prometió que los tendríamos dentro de cuatro años, siempre y cuando pagáramos por adelantado, en billetes pequeños y sin marcar. El caso es que estábamos reuniendo la suma en cuestión cuando el Fali, que es como se conoce cariñosamente a nuestro proveedor, decidió cambiar unilateralmente el presupuesto acordado, pasando a pedir justo el triple de dinero porque, según parece, le ha salido una amante algo aficionada a los lujos. Hay que comprenderlo, es un tipo joven e impetuoso. Entonces ahora ocurre que...

CP: Déjalo, Alfonso, déjalo. Estoy seguro de que el asunto está en buenas manos. Además, sólo eran seis soldados, y la mitad de ellos colombianos.

Alfonso: Eso es, presidente. ¿A quién va a importar esta historia?

CP: Y sin embargo se oyen voces díscolas que piden tu dimisión. Sólo te diré una cosa: Ni se te ocurra, por tu madre te lo pido. En este país multicolor, multinacional, multisexual, multiorgásmico y megafashion, no dimite ni cristo. Pase lo que pase, no se puede dimitir. Semejante reconocimiento de culpa, tal demostración de vergüenza torera, supondría un peligroso precedente. Poniéndome apocalíptico, hasta me atrevo a decir que sería como dejar una puerta abierta por la que se nos colaría en casa la... ¡DECENCIA!

Cuando CP pronuncia esa palabra proscrita el ministro Alfonso siente que se le eriza el vello de los brazos y que se le encogen los huevos. A punto estuvo de santiguarse, pero pensó a tiempo que eso podría disgustar a su presidente. En lugar de ello dijo:

Alfonso: Tranquilo, presidente, que a mí no me echan de aquí ni con agua caliente. Yo he pensado en cesar a algún militroncho de los gordos, o en arrestar a unos cuantos, o en fusilar a alguien, o todo a la vez, ya veremos. Si total son militares y están para eso.

CP: Bien pensado, Alfonso, bien pensado. Oye, otra cosa.

Alfonso: Dime, presi.

CP: Me gustó tu detalle de presidir el funeral por los seis mindundis allá en... ¿Cómo se llama el avispero ese donde los hemos metido?

Alfonso: El Rábano, presidente, se llama el Rábano.

CP: Eso es, Rábano. Pues como te decía me gustó tu aspecto. Muy bien, hombre, en manga corta, camisa clara a rayas. Muy veraniego. Así se preside un acto fúnebre por nuestras tropas, arreglao pero informal. Con dos cojones, campeón.

Alfonso: Eso mismo pensé yo, presidente, que vaya un par de cojones que tengo, aunque esté feo que lo diga yo.

CP: Nada, hombre, no seas modesto. Recuérdame que te condecore con la Gran Cruz del Mérito Militar, y eso sí, para ti con distintivo rojo, hostias, que te lo has ganado.

Alfonso: Joder, Bambi, me siento muy honrado, y algo cachondo también.

CP: Venga, cómeme la boca, que sé que lo estás deseando, truhán.

Alfonso: Yo a ti te como hasta la presidencial chorra si hace falta.

CP: Pues mira, no te diría que no. Ea, amórrate al pilón.

martes, 26 de junio de 2007

Cruces, colorines y periodismo irresponsable



No podía ser de otra manera aquí, en las españas. Vuelven a oírse críticas sobre la condecoración que el Gobierno concede a los caídos en misiones en el extranjero, esta vez por los paracas asesinados en Líbano. Que si la medalla es con distintivo amarillo, que si el Gobierno niega el distintivo rojo, que si es una ofensa a nuestros militares, que si es una forma de ocultar a la opinión pública la situación de guerra que se vive en Líbano... que si patatín y que si patatán. Evidentemente quien así habla no ha echado un vistazo al Real Decreto 1040/2003 por el que se aprueba el Reglamento general de recompensas militares, o sí que lo conoce y es un cínico hijoputa. No cabe más; o hijoputa, o irresponsable.

Aclaremos algunas cosas por si a alguien interesan, que lo dudo. A los seis cascos azules asesinados en Líbano se les ha concedido la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo, y hay quien insiste falazmente en que el distintivo debería ser rojo, que es el reservado para los muertos en actos de guerra, según dicen.

Para empezar, lo que ha pasado en Líbano no ha sido un acto de guerra, ha sido un atentado contra no combatientes. Para terminar, cuando nos dicen que el distintivo rojo es para los caídos en acciones bélicas nos están queriendo convencer, cuando menos, de una grave inexactitud. Vamos con las explicaciones necesarias que hasta muchos de mis compañeros militares necesitan porque no se enteran ni de por dónde les da el viento:

La Cruz al Mérito (Militar, para el Ejército de Tierra; Naval, para la Armada; Aeronáutico, para el Ejército del Aire) puede concederse con alguno de los siguientes distintivos: blanco, azul, amarillo y rojo. El motivo para escoger uno u otro distintivo no es caprichoso, ni obedece a motivos partidistas como algunos pretenden, sino que está regulado por un reglamento que dice así:

"Art. 36, punto 1: Las Cruces del Mérito Militar, del Mérito Naval y del Mérito Aeronáutico, con distintivo rojo, se concederán a aquellas personas que, con valor, hayan realizado acciones, hechos o servicios eficaces en el transcurso de un conflicto armado o de operaciones militares que impliquen o puedan implicar el uso de fuerza armada, y que conlleven unas dotes militares o de mando significativas.

(...)

Art. 41: La concesión de Cruces del Mérito Militar, del Mérito Naval y del Mérito Aeronáutico, con distintivo amarillo, deberá fundamentarse en alguna de las siguientes acciones, hechos o servicios, excluidos aquéllos a los que corresponda la concesión de Cruces del Mérito Militar, del Mérito Naval o del Mérito Aeronáutico, con distintivo rojo o azul:

(...)

b) Los que, comportando una especial conducta meritoria, tengan como consecuencia el fallecimiento o lesiones graves en acto de servicio, o con ocasión de éste."

En virtud de lo expuesto los seis militares de la Bripac han recibido a título póstumo la condecoración que corresponde recibir en estas tristes circunstancias, sin que ello suponga menosprecio alguno hacia ellos y sin que tenga nada que ver que el Líbano esté en guerra o en una verbena.

Lo demás son ganas de hacer mala sangre o de hablar de lo que se desconoce.


Actualización: Y siguiendo con este triste asunto no se pierdan la entrada de Javi al respecto.

Actualización (09-jul-07): Y finalmente el Gobierno se ha bajado los pantalones (tengamos en cuenta que las elecciones están cerca) y ha optado por modificar el Real Decreto que regula las condecoraciones militares para que los caídos en misiones de paz en el extranjero reciban la Cruz al Mérito con distintivo rojo. Me parece muy bien, porque quiero lo mejor para ellos y para sus familias, pero me toca los huevos que las medallas se concedan con fines tan descaradamente electoralistas. Eso, digan lo que digan, es dejar el honor que supone una condecoración a la altura del betún.

lunes, 25 de junio de 2007

Adiós a seis compañeros

Juan Carlos Villoria Díaz, 20 años

Yhon Edisson Posada Valencia, 20 años

Manuel David Portas Ruiz, 20 años

Jhonatan Galea García, 18 años

Jeferson Vargas Moya, 21 años
Yeison Alejandro Castaño Abadía, 20 años


Han sido asesinados en Líbano. No ha sido un acto de guerra, me gustaría dejarlo claro a quien lea esto.


Estos jóvenes paracaidistas actuaban bajo bandera de las Naciones Unidas, como cascos azules. Eran fuerzas de interposición, no combatientes. No eran ocupantes, sino mediadores. Por eso el ataque sufrido por ellos es injustificable.


Cuando en un conflicto alguien pone interés en eliminar a los testigos es por algo. Oportuno será recordar quién ha hecho esto, para que con el paso de los años no nos pueda vender la moto del "yo soy una pobre víctima y los malos eran los otros".



Adivinanza: ¿El coche oficial del Ministro de Defensa llevará inhibidor de frecuencias? (Déjenlo, era una pregunta retórica).

viernes, 22 de junio de 2007

Las dos Anitas que me tienen loco


Como gran consumidor de pornografía que soy tengo mis divas del despiporre (mamá, por favor, deja de leer inmediatamente. No me hagas cabrear, joder, respeta la intimidad de tu hijo). Hay dos golfas que me llevan por el camino de la amargura, y casualmente ambas se llaman --o se hacen llamar-- igual: Anita.

Una es morena (Anita Dark), la otra rubia (Anita Blond), y las dos están para comérselas sin pelar. Que esos apellidos sean los que son no es casual, por supuesto. La industria del porno las bautizaría así para distinguirlas en alusión evidente al color del pelo. Sin embargo hay un problema: estas putillas son muy dadas a teñirse el pelo o a usar pelucas, con lo cual crean confusión entre sus onanistas seguidores.

Desde esta humilde bitácora me propongo aclarar, de una vez por todas, quién es quién:


Anita Dark:






Anita Blond:



Pero, como les decía, este par de zorras bellísimas cambia de color de pelo con la misma frecuencia que de bragas, o casi. Así que nos podemos encontrar a la Dark como rubia:

O a la Blond como morena:



En resumidas cuentas: que yo iba a despejar dudas y me parece que más bien las he suscitado. Pero, ¿qué más da? Ustedes, hombres, han disfrutado, y ustedes, mujeres, también (no nos vamos a engañar a estas alturas).

Ahora ya tienen nuevas ideas para la mula. Permítanme que les recomiende la película "T.E.N.C.", donde podrán ver a ambas en acción. Sublime.

jueves, 21 de junio de 2007

Lo mío es vicio


Llámenme pervertido, obseso, tarado.

Llámenme bicho raro o enfermo.

Llámenme, si les place, Guillermino.

Llámenme cualquier cosa.

Pero la verdad es que cuando leo ciertas noticias se me pone la polla dura, no puedo remediarlo.

miércoles, 20 de junio de 2007

FAN-PIN


Con motivo de la participación de algunos compañeros en la V carrera de Fan-Pin Tercio de Armada, celebrada en San Fernando (Cádiz) el 15 de Junio, he buscado información en la Red sobre la competición, y me ha sorprendido descubrir que apenas hay nada al respecto. Desde esta bitácora intentaré solventar esa carencia.





De la carrera dice el folleto publicado por la Infantería de Marina, organizadora del evento:

"Descripción: El FAN-PIN es una prueba de resistencia orgánica que se realiza sobre un recorrido en el que se combinan tierra, fango y agua. Por su dureza, esta prueba se aproxima al deporte extremo ya que la base de su recorrido es el fango y el cual es complementado por una pista artificial de obstáculos y tramos donde es necesario practicar natación para posibilitar el cruce del caño denominado 18 (dos veces).

Objetivo: Efectuar una actividad deportiva dura y exigente en la que no solo entra en función la preparación física del participante sino otros aspectos no menos importantes como el espíritu de sacrificio, fuerza de voluntad y afán de superación ante las adversidades..., cualidades fundamentales del militar y con la intención de que todo aquel que logre finalizar esta prueba se sienta infante de marina si no lo es ya.

Distancia: 8000 metros sobre terreno mixto." (Finalmente fueron reducidos a algo menos de seis mil metros, unos dos mil de ellos de fango).

La carrera se realiza con camiseta y pantalón largo, recomendándose el pantalón del uniforme de campaña por su resistencia. El calzado es de elección libre por cada participante, aunque es preferible el empleo de las botas militares, pues las zapatillas deportivas se pueden perder en el fango, si bien las botas son muy pesadas para los tramos que hay que pasar a nado.

En los tramos de fango los participantes se hunden, literalmente, hasta la cintura, por lo que se hace imposible correr o caminar, y la única manera de avanzar es reptando, culebreando, o saltando sobre la barriga o la espalda. El sueño de todo niño al que le guste embarrarse; la pesadilla de toda madre cuando lo vea llegar a casa hecho un cristo.

Las siguientes fotografías de Ismael López, reproducidas aquí con permiso del autor, ilustran adecuadamente la dureza de la prueba:










Más fotos de Ismael L. en su página de Flickr.

Hasta ahora se trataba de una competición para los infantes de marina, y la del 2007 ha sido la primera en la que se ha admitido la concurrencia del Ejército de Tierra. Se dice que en la próxima podrán participar civiles, lo que parece muy buena idea y podría suponer el primer paso para convertir la carrera de Fan-Pin en una interesante alternativa, o complemento, para los famosos 101 kilómetros que organiza anualmente la Legión en Ronda (Málaga).

¿Estaría usted tan tronado como para participar?

lunes, 18 de junio de 2007

Algo hay


Cuando conozco a una persona, y a poco que coja confianza con ella, me gusta hacerle preguntas como las siguientes: ¿Crees en los ovnis?; ¿crees en fantasmas?; ¿qué opinas de las psicofonías?; ¿has tenido alguna experiencia que consideres paranormal?; y mi favorita, ¿crees en Dios?

Recurro a este interrogatorio cuando veo que la conversación languidece (desde pequeñito quise escribir esa pijada de "la conversación languidece"), o sea, cuando veo que la reunión se vuelve (o se torna, ya puestos...) aburrida y me interesa mantenerla en lugar de despedirme. Esto es más habitual, aunque no excluyente, cuando mi interlocutor es una interlocutora buenorra a la que me quiero llevar a la cama, pero no se confundan, no vayan a pensar que si alguna vez les hago alguna de esas preguntas es porque me los quiero trajinar, de hecho si es usted un hombre vaya olvidándose.

Las preguntas pueden parecer fruto de una monomanía, de alguna clase de obsesión, pero las hago porque las respuestas ayudan mucho a conocer a las personas. Una de las respuestas más comunes, y que más me quema, es la que me dan frecuentemente cuando pregunto por las creencias en un Dios:

-- ¿Yo, creer en Dios? Pues claro que no. Pero eso sí, algo hay.

Esta conducta hipócrita me asquea. No existe un Dios, pero hay "algo" que lo sustituye, un algo indefinido que en las creencias del interrogado ocupa su lugar, es decir, que para esa persona existe, efectivamente, un Dios, pero no se atreve a llamarlo así por un progresismo barato muy en boga hoy en día. El mismo perro con distinto collar. No es un Dios; es una fuerza, es algo superior, es un orden cósmico preestablecido... Diferentes nombres con los que apelar a una deidad que no se quiere reconocer por temor a ser tachado de "antiguo".

En ocasiones se ve claro que el interpelado lo que quiere es dejar claro su distanciamiento de la Iglesia, pero no su apego a un dios que no relaciona con las religiones establecidas. Lo entiendo perfectamente, pero recordemos que mi pregunta no era acerca de una religión, sino acerca de Dios, a secas. Entonces, ¿por qué mienten dando una rotunda negativa para acto seguido matizarla dejando claro que en realidad sí que creen en un Dios, aunque sea uno muy individualizado?

Ante esa hipocresía sólo se me ocurre que lo que pasa es que los creyentes se dejan llevar por modas, y la moda imperante en nuestra época es ser ateo (de algo tenía que servir la evolución y la cada vez más accesible cultura), así que se las dan de iconoclastas cuando en verdad lo único que hacen es cambiar unos iconos por otros.

Para mí, tan devoto es quien espera ansiosamente las celebraciones de la Semana Santa como el que me dice eso de "no creo en Dios, pero algo hay".

sábado, 16 de junio de 2007

Laika


Laika era una gatita naranja y blanca, de bigotes cortos y rígidos. Le puse ese nombre por la otra Laika, una perra que fue el primer animal que, abordo del Sputnik 2, orbitó nuestro planeta. Fue mi primera mascota y no tengo apenas recuerdos de ella, porque sólo disfruté de su compañía unos pocos días, acaso una o dos semanas.

Sí recuerdo, en cambio, su muerte.

Por aquellos tiempos (yo tendría unos diez años) en mi casa no se hablaba de comida para gatos. Nada que ver con lo que ocurre ahora, cuando Sara, la perra de mis padres, se nutre de pienso y de la comida humana que roba o que se le ofrece. Pero entonces se daba por sobreentendido que un gato se alimentaría con nuestras sobras, así que nada de comprar comida específica para la gata.

Mi hermano José María (cinco años menor que yo) siempre tuvo mal comer, y era un número ver a mi madre intentando hacer que tragara algo. José María se ponía en pie sobre las sillas de la cocina y se negaba a abrir la boca, mientras nuestra madre se esforzaba por hacerlo comer, aunque fuera poco. Aquel día iba la cosa de hacerlo tragar un huevo cocido, o al menos algún fragmento. Yo veía como iban cayendo al suelo trozos de huevo cocido que mi madre no lograba meter en la boca de mi hermano, mientras él no dejaba de quejarse, llorar y patalear. Todo esto mientras estaba de pie en la silla. La silla a veces hacía equilibrio sobre tres patas, dejando la cuarta en el aire.

Mientras tanto, Laika se estaba poniendo tibia comiendo los restos de huevo cocido que le llovían desde las alturas. Hasta que lo que le vino desde las alturas fue esa cuarta pata de la silla, que le rompió el cuello. Pero Laika no murió asépticamente como vemos en las películas. No, qué va.

Yo vi a Laika saltar varias veces, haciendo unas piruetas indescriptibles, mientras como por arte de magia iban apareciendo salpicaduras de sangre en toda la cocina. La gata saltaba y se retorcía en el aire, y yo veía aparecer goterones de sangre en el frigorífico, en los armarios, en el horno... Corrí hasta el salón y me tiré sobre el sofá, llorando, pataleando y gritando "¡ASESINO, ASESINO!" No quería darme cuenta, o no podía entender, que fue un accidente.

Cuando años después el propio José María, mientras cruzaba un paso peatonal murió atropellado por un conductor que circulaba con exceso de velocidad, no tuve a mi alcance al culpable a quien gritar "¡ASESINO, ASESINO!". No saben lo que lo lamento. Durante años fantaseé con la idea de ir a buscarlo a su casa (como es habitual en estos casos nadie acabó en la cárcel, y por métodos que no vienen al caso me hice con su dirección) para recordarle que es un asesino, sólo para eso. Pero ni eso hice. La gente como yo nunca hace nada. La gente como yo somos unos mierdas que nos limitamos a escribir y no actuamos. La gente como yo somos unos cobardes. La gente como yo somos unos mierdas que ni por un hermano movemos un dedo. La gente como yo necesita la excusa de hablar de una vieja mascota para soltar mierda que llevamos muy adentro.

Una de libros


Tengo en casa, colgado de una pared en lo que llamo pomposamente "la biblioteca", un azulejo que simula ser un antiquísimo documento. Lo encontré en una tienda de recuerdos del pintoresco pueblo de
Arcos de la Frontera, en el verano de 2005. En cuanto lo vi supe que me estaba esperando. Fue amor a primera vista, por ese sentido del humor --o vete tú a saber si no estará inspirado en un aviso de verdad, que los monjes eran muy suyos para los textos-- y ese respeto a los libros me conquistó inmediatamente:



Pero da igual, ni puto caso. La peña sigue sin devolverme libros que presto. Parece ser que la amenaza de excomunión no impresiona a mis compadres. Si es que hay mucho descreído y mucho escéptico y mucho ateo suelto por el mundo. Yo no sé adónde vamos a ir a parar.


Pues me creía yo muy original y chachipiruli por tener eso colgado en una pared, y ahora he estado gugleando y veo que no, que la cosa no es para tanto. Pero ustedes, fieles lectores, díganme que no lo habían visto nunca y que les parece la mar de ingenioso, háganme feliz.

Ando leyendo ahora Los Caras de Bélmez, regalo por el que le debo una cena, o dos si son pequeñas, a Lola Cárdenas, y que aprovecho para recomendar a cualquier lector curioso que no esté satisfecho con las innumerables tonterías de Íker Jiménez y demás ralea que vive de inventar misterios donde no los hay.

Ayer hice un pedido gordo a Casadellibro.com, que copio aquí por si alguien quiere adelantarme su opinión sobre las obras que he solicitado:

¿SUEÑAN LOS ANDROIDES CON OVEJAS ELÉCTRICAS? de DICK, PHILIP K.

EL ÁRBOL DE LA CIENCIA de BAROJA, PÍO.

SIN CONCIENCIA: EL INQUIETANTE MUNDO DE LOS PSICÓPATAS QUE NOS RODEAN de HARE, ROBERT D. (Este interesantísimo libro me lo pasó hace un tiempo en versión electrónica Gerardo García-Trío, pero tras leer un poco de él he comprendido que lo necesito en papel y en mi biblioteca).

MUERO POR DENTRO de SILVERBERG, ROBERT.

LA GUERRA DE LAS SALAMANDRAS de CAPEK, KAREL.

SOLARIS de LEM, STANISLAV.

LOS PROPIOS DIOSES de ASIMOV, ISAAC.

UN YANQUI EN LA CORTE DEL REY ARTURO de TWAIN, MARK.

AVENTURAS, INVENTOS Y MIXTIFICACIONES DE SILVESTRE PARADOX de BAROJA, PÍO.

AMOR SE ESCRIBE SIN HACHE de JARDIEL PONCELA, ENRIQUE.

ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS: A TRAVÉS DEL ESPEJO de CARROLL, LEWIS.

EL RETRATO DE DORIAN GREY de WILDE, OSCAR.

DIEZ NEGRITOS de CHRISTIE, AGATHA.

1280 ALMAS de THOMPSON, JIM.

Pues ya está. Por hoy no hablaré más de esos insólitos objetos, comúnmente llamados libros, que tanto me han acompañado desde los trece años, junto a Kuky, mi primer gato, gran amigo del que no me olvido. (En verdad fue el segundo, pero es que el anterior duró tan poco...)




jueves, 14 de junio de 2007

Esa cosa de la osa y la madroña (y no es coña)


Me lo contaba hoy Dani Torres, no sé si para hacerme reír o para hacerme rabiar. Ante mi indecisión anímica y mi estupor he buscado alguna noticia al respecto, con la ilusión de que el tema fuera más bien para risa. Y sí, lo es.

Por si no se han enterado de la última gilipollez de las aburridas feministas los pondré en antecedentes:

[El Consejo de las Mujeres, formado por 32 asociaciones, ha buceado en la historia para fundamentar su tesis. Sus pesquisas se remontan al año 1222, cuando "la clerecía -el brazo eclesiástico- toma por blasón la osa pasante o paciendo y el concejo -brazo civil y militar- la osa rampante o empinada a las ramas de un madroño". Así lo explican en una postal que distribuirán por bares y puntos turísticos de la ciudad. En la tarjeta, plantean un enigma: "El escudo de Madrid esconde un secreto, ¿quieres saber la verdad? Rasca y descúbrelo". Bajo el rascado, la carita del animal con la frase "soy una osa", que también distribuirán en chapas.] (Aquí la noticia completa en El País.com).

Las preocupaciones de estas feminifasciotas (feministas/fascistas/idiotas) son pa mear y no echar gota. A veces pienso que se inventan esas inquietudes sólo para hacer reír a las personas normales. Son como grupos de humoristas, como Payasos Sin Fronteras, pero con más tetas y menos gracia. No se pierdan esto:




(Como diría una pequeña amiga: "¡Qué liiiindo pertáculo!")


Por si no teníamos bastante con la tontuna de la paridad numismática, ahora nos tenemos que asombrar de nuevo con otra inaudita reivindicación: Lo que creíamos un oso resulta ser una osa, y eso tiene que quedar muy clarito para las generaciones venideras, porque es una grave injusticia y un imperdonable atentado contra la identidad femenina, contra los derechos de las osas, y contra las pollas en vinagre. Seguir pensando que esa ínclita osa es un oso apestoso, asqueroso y odioso, supone una pésima herencia de nuestro buen rollito progreguay a la posteridad. Impermisible, simplemente impermisible. "¡Jamás!, no pasaremos por ahí, cerdos machistas", dicen las mascabrevas estas, muy indignadas ellas. (Bueno, no sé si lo dirán, pero parece que al menos pensarlo lo piensan).

Aquí les dejo un par de enlaces, uno que me ha parecido muy inteligente y crítico, y que tiene el valor añadido de estar escrito por una mujer, Cristina Losada: Las feministas ausentes y la osa de Madrid. El otro escrito por Pablo Calvo y que reflexiona sobre lo ridículo de estas reivindicaciones: Caer en el ridículo.

En fin, un nuevo adelanto en esta sociedad de papasfritas, de igualdades de risa a golpe de ley y de sexismos absurdos. Me tienen contento, las pavas.

lunes, 11 de junio de 2007

Profesor SEKU, gran ilustre vidente


Ha vuelto a suceder. Lo mismo se convierte en una costumbre y acabo dedicando una categoría en este blog a las "octavillas chorras de videntes y magos variados".


Lola Cárdenas ya lo denunció presentando al "maestro" Hereba. También yo anunciando al "professor" Umaro. En ambos casos el parecido de las octavillas es tremendamente sospechoso, tanto por el estilo de impresión, como por el tamaño, como por el peculiar estilo "literario", sin mencionar los disparates que se prometen en esos vergonzantes papelajos. Pero parece que el negocio les funciona a estos sinvergüenzas, pues ahí que siguen a lo suyo, conservando el estilo cutre y la desfachatez que los caracteriza.

Esto me encontré hoy en el buzón:



Verdaderamente patético. Vergüenza ajena hasta límites grandes ilustres, como diría el payaso de Seku. Y pensar que hay gente que cuela en esta grandísima idioputez (idiotez/hijoputez)...

A ver si un día me animo a relacionarme con el exterior y compro una grabadora, que aunque aquí borre los números de teléfono conservo el original, y unas llamaditas me parecen bastante prometedoras en cuanto a kilos de risas.

Todo se andará...

domingo, 10 de junio de 2007

Un poco de zoología chorlitesca


"¿Qué es un chorlito?", "significado de la expresión cabeza de chorlito", "me lo monté con un chorlito mientras su hija miraba". He aquí algunos ejemplos de las búsquedas mediante las que el incauto internetero acaba llegando a esta bitácora.

Pues bien, Leónidas Kowalski de Arimatea, el cabeza de chorlito por antonomasia, siempre atento a los deseos de las más depravadas mujerzuelas... No, no, un momento. Uhmm... a ver... El cabeza de chorlito por antonomasia, siempre atento a los deseos de sus tres o cuatro lectores (ahora sí) se lo va a poner fácil:

Un chorlito es un pajarraco que junto a los chorlos, chorlitejos y avefrías conforma la familia Charadriidae, del orden Charadriiformes. Los hispanohablantes americanos los conocen por el nombre de teros.



La expresión coloquial "cabeza de chorlito" significa, según el DRAE, "persona ligera y de poco juicio", o más concretamente, "Leónidas Kowalski de Arimatea".

La familia Charadriidae está compuesta por un huevo de especies:


Avefría Europea

Avefría Palustre (o pájaro albañil)

Avefría Armada (acérrima enemiga de la paloma de la paz)

Avefría Espinosa

Avefría Fluvial

Avefría De Cola Grande (me gustaría pertenecer a esta especie)

Avefría Caranculada (o pájaro cara de culo)

Avefría de Corona Blanca

Avefría Lúgubre (uuuuh...)

Avefría Lugubroide

Avefría Coronada

Avefría Senegalesa

Avefría de Pecho Pintado

Avefría de Pecho Rufo

Avefría Ceniza

Avefría Hindú

Avefría Javanesa

Avefría Tricolor

Avefría Militar (puede que yo pertenezca a esta especie)

Avefría Sociable (en cambio es seguro que no pertenezco a esta)

Avefría de Cola Blanca

Avefría de Espolón

Tero Común

Tero Serrano

Chorlito Dorado del Pacífico

Chorlito Dorado Americano

Chorlito Dorado Europeo

Chorlito de Vientre Negro

Chorlito de Pecho Negro (teniendo en cuenta lo que fumo, también es posible que yo pertenezca a esta especie)

Chorlitejo Oscuro

Chorlitejo Anillado

Chorlitejo Semipalmado (no confundir con el chorlitejo semiempalmado, que soy yo tras hacerme un par de pajas)

Chorlitejo de Pico Largo (si yo fuera chileno o costarricense quisiera pertenecer a esta especie)

Chortilejo de Pico Grueso (o a esta otra)

Chorlitejo Malgache

Chorlitejo Pecuario

Chorlitejo Silbador

Chorlitejo Chico (hay quien me llama cabrito chico, pero es raro, porque no veo que los cabritos tengan mucho que ver con las aves)

Chortilejo Gritón (uy, por dios, qué vulgar)

Chorlitejo de Santa Elena (también conocido como el mejor amigo de Napoleón)

Chorlitejo de Tres Bandas

Chorlitejo de Forbes (el pájaro más rico del mundo)

Chorlitejo de Frente Blanca

Chorlitejo de Rayas Pardas

Chorlitejo Javanés

Chorlitejo de Patas Negras

Chorlitejo Blanco

Chorlitejo de Capote Rojo (o pájaro torero)

Chortilejo Acollarado

Chorlitejo de la Puna

Chorlitejo Malayo

Chorlitejo de Dos Bandas

Chorlitejo de las Malvinas

Chorlitejo Mongol (es más adecuado llamarlo Chorlitejo Patán)

Chorlitejo Grande

Chorlitejo del Mar Caspio

Chorlito Asiático

Chorlito de Pecho Colorado

Chorlito Montañes

Chorlito Carambolo (mwajajajaja... pero adónde va con ese nombre)

Chorlito Cabezón

Chorlitejo Encapuchado (no debe de tramar nada bueno)

Chorlitejo de Chatham

Chorlito Australiano

Chorlito de Frente Negra

Chorlito de Pico Tuerto

Chorlito de las Ciénagas

Chorlito de Magallanes

Y se acabó. Si aún quieren más pueden pasarse por aquí.


viernes, 8 de junio de 2007

Alá Ajbar


Yo no sé si será cuestión de genética, de memoria histórica, de memoria colectiva, o de su puta madre. Yo es que no lo entiendo, carajo.

Intento ser un tipo razonable, cerebral, sensato. Me gusta razonar el por qué de las cosas, pero hay asuntillos que escapan a mi (escaso) raciocinio.

Yo es que oigo a los árabes hablar en ese idioma gutural, (o idiomas, que ni lo sé ni me importa), y de repente me dan como unas ganas locas de darles de hostias. Es algo que me fastidia (el querer darles de hostias, digo), porque no veo motivo bastante para ahostiar a alguien por el simple hecho de que no me guste cómo suena su lengua, pero por mucho que me joda tener esos deseos la verdad es que ahí están.

Es oírlos y desear con todas mis fuerzas pegarles. Nunca lo hice, y espero morirme de viejo sin haberlo hecho, pero hay que ver, qué ganas me entran... Y todo por esos sonidos. No los aguanto, lo siento de verdad, pero no puedo con ello.

La mujer árabe es, quizás, la única que no me la pone morcillona, y yo creo que es por los sonidos de su idioma. Es que no me la imagino siendo follada por mí y haciendo esos ruidos como si se estuviera atragantando. Que no, joder, que no, que cuando yo me cepillo a una chorvi la quiero oír hablar, quiero que haga ruidos voluptuosos y que diga guarradas, aunque no las entienda si son en lengua ajena a la mía, pero esos ruidos árabes... Con eso no puedo.

Diálogo de civilizaciones, que decía aquél... Pues por favor, que ese diálogo se produzca en chino o en
ummita, no sea que la liemos.

lunes, 4 de junio de 2007

El observador


Entré en la habitación de invitados, también conocida como la habitación azul o, desde que llegó Gusifluky, la habitación del gato. La persiana, extraordinariamente, estaba subida aquel día, y la ventana corredera ligeramente abierta, lo justo para que penetraran los trinos de los pájaros, las voces de la gente, el runrún de los motores... Gusifluky estaba sentado en el escritorio de madera, mirando atento ese mundo exterior que sólo conoce por lecturas y por vagos recuerdos de su infancia de gato abandonado.

Desde el umbral de la puerta lo estuve vigilando un buen rato. Sé que él sabía que yo estaba allí, pues percibí un ligero movimiento en sus orejas cuando detectó mi llegada, pero no giró la cabeza para verme, ni falta que le hacía; de sobra sabía que se trataba de mi tranquilizadora e inofensiva presencia.

--¿Qué haces, Gusi?

--Nada, padre, sólo miro el mundo--, me respondió sin darme la cara con esa voz grave que parece salirle del pecho.

--¿Y qué ves?

Entonces sí que me miró. Tenía las pupilas muy contraídas por la luz solar que entraba en la estancia y un gesto triste a pesar de la forma de su boca que simula una eterna y traidora sonrisa. Nos sostuvimos la mirada varios segundos, y al fin volvió a mirar al exterior mientras decía:

--Mierda, padre. Veo mierda y desolación.

Lo dijo con un tono serio, solemne. Y yo quise abrazarlo y consolarlo. Quise decirle que no siempre es así, que en alguna ocasión observar el mundo nos reporta alegría y esperanza. Pero no encontré las palabras adecuadas, porque hay veces que no se trata de hacer literatura, sino de contar la verdad, y eso ni es fácil ni, en demasiados casos, conveniente. Así que me fui a por el ratón mecánico que mis compañeros le regalaron el 6 de Enero, le di cuerda y lo dejé correr por la habitación azul. Desde el escritorio Gusifluky miró el juguete, luego me miró a mí con ese gesto atribulado de penetrante mirada verde, y a continuación volvió la cara hacia la ventana, inconmovible ante mi invitación para jugar.

--No es momento de juegos, padre. Sólo quiero observar, e intentar comprender algo.

Procurando no hacer ruido, me retiré.

Butler, mi admirado Butler


Fragmento extraído del libro La Guerra de Secesión, compilación de textos históricos por Victor Austin:



Cuartel General, distrito del Golfo.
Nueva Orleans, 15 de Mayo de 1862.
Orden del día Nº 28.

Los oficiales y soldados de los Estados Unidos, habiendo sido continuamente blanco del desprecio de las mujeres de Nueva Orleans, supuestas damas, mientras que nosotros dábamos pruebas de cortesía y de buena voluntad hacia ellas, ordenamos en lo sucesivo que toda mujer que por su actitud o por el menor gesto insulte a los soldados de los Estados Unidos o les testimonie desprecio, será considerada y podrá ser tratada como una mujer pública.

Por orden del General Mayor Butler.
Geo C. Strong, jefe del Estado Mayor.



¡MWAJAJAJA...! Este sí que sabía tratar a las zorrillas insolentes.

Desde esta humilde bitácora le rindo pleitesía a V.E., mi General.

sábado, 2 de junio de 2007

Guerras y maguferío


Que las guerras y la religión han ido de la mano a lo largo de la Historia no es ningún secreto. Incluso no pocas fueron las guerras cuyo único fin era imponer una religión sobre otra. A estas alturas de la película no nos vamos a hacer los sorprendidos.

Pero hoy me he encontrado un vídeo, en
El Tirador Solitario, que me ha parecido el colmo de la imbecilidad y de la mala leche. Decía Carlo M. Cipolla (1922-2000) que los tontos son peores que los malvados, porque los malvados descansan, pero los tontos lo son a tiempo completo. Pues lo que he visto va de un tonto, que además es un hijoputa: un supuesto soldado americano untando sus balas con carne de cerdo para impedir así a los musulmanes que alcance que vayan al paraíso.





(Visto aquí).

O sea, hay que ser gilipollas. Y cabrón también, un poquito.

Pero vamos a ver si yo me aclaro:

A) Si este tío no es musulmán no puede creer en esa pamplina de las puertas del paraíso cerradas debido a la contaminación por carne de cerdo (yo creo que ni los propios musulmanes se lo creerán del todo, salvo unos pocos fanáticos anacéfalos), por lo tanto, ¿a qué está jugando?

B) Si este tontolculo, además de tontolculo es musulmán y cree en la bobada de la carne de cerdo vs. paraíso, ¿cómo se condena a sí mismo haciéndole semejante putada a sus correligionarios?

C) Si este payaso no cree en nada de esto pero lo hace para joder, ¿qué está esperando, que el musulmán al recibir el impacto de la bala, en sus postreros momentos, diga algo así como "Ay, carajo, ya me metieron el cerdo por la fuerza, adiós, huríes, hasta nunca", y que se muera con una rabieta? ¿Acaso cree el soldadito americano que su víctima va a notar que el proyectil estaba untado con carne de cerdo?

D) Esas balas son proyectadas, tras estrecharse a su paso por el ánima del arma, a una velocidad cercana al Km/s. ¿Cree el gilipuertas que alcanzarán su objetivo con alguna partícula de cerdo?

Visto lo visto, para mí que el tontarra del vídeo sólo quería cabrear al enemigo distribuyendo el vídeo por internet y esperando que llegara a las manos adecuadas, de hecho no puede pasarnos desapercibido el detalle de la explicación en inglés y la traducción al idioma del opositor. Hay que tener mala baba.

Y sí, yo le estoy siguiendo el juego al colgarlo aquí, pues como todo el mundo sabe esta bitácora es muy leída por talibanes, grandes admiradores todos de mi gato Gusifluky.




NOTA AL MARGEN: ¿Saben ustedes lo que me come a mí el historiador Carlo M. Cipolla? (Ejem... es que si no soltaba el chiste tonto y de mal gusto se podría pensar que esta entrada la ha escrito un impostor. Entiéndanme, es algo así como mi marchamo de autenticidad).

viernes, 1 de junio de 2007

Se acabó mi travestismo


Tras darle muchas vueltas, Gusifluky ha decidido que no quiere un hermanito humano, ni yo un hijo, que bastante tengo con el gato.

Así que se acabó mi embarazo, y hasta mi sexo femenino.

Vuelvo a ser un hombre, ¿y saben qué?, TENGO MÁS RABO QUE EL DEMONIO.

Ea, ahí queda eso.