Ahora que ya no follo

(Publicado originalmente en Spaces el 27 de Diciembre de 2006).


Hace unos meses hubiera estado feo publicar esta entrada. Hubiera sonado a chulería, a presunción cutre. La verdad es que ahora también puede sonar a eso, pero menos. Además, es que me la suda.

Ahora que ya no follo, ahora que sólo mi gato me ve la polla, me siento más tranquilo dando mi opinión sobre ciertos fantasmas. Y voy a ello:

Me revientan los gilitontos que presumen del número de novias que tuvieron en su vida. Van y te sueltan muy alegremente que tuvieron, por ejemplo, ¡cincuenta novias! ¿Pero de qué van? Es imposible que un hombre normal tenga tantas novias y sobreviva a la experiencia. Confunden, obviamente, mujeres que se llevaron a la cama (o con las que se dieron un besito) con novias de verdad.

La novia novia es ese ser desalmado que presentas a tus padres y al que quieres seguir abrazado tras un polvo. La novia novia es esa mujer que se empeña en reventarte los granos de la cara y que además dejas que lo haga. La novia novia es la dama a la que te quedas embobado mirando cuando ella no se da cuenta y piensas "con esta mujer querría tener un hijo y reordenar mi puta vida".

Lo demás no son novias. Serán ligues, polvos, o pura mierda, pero novias no. La novia es algo respetable. La novia es una mujer que defiendes y proteges, no un trofeo que exhibes. La novia es esa dama que ves como persona más allá del coño que tiene entre las piernas y con la que te gustaría un futuro.

Si yo llamara novia a cualquier mujer que me haya trajinado podría presumir de haber tenido tropecientas novias. Y presumir presumo, pero no de novias. Alardeo de ligues, porque puedo. Cuento batallitas de las reales hembras con las que he compartido cama. Cuento y contaré historias (omitiendo nombres) de mujeres que gozaron con mi polla dentro y de cuyos coños, bocas o culos gocé yo. Y lo hago porque sé que a mi edad me he follado todo lo follable, y porque me siento orgulloso de ello. Pero no presumo de número de novias.

Novias tuve tres: La encantadora Chari, que acaba de tener un hijo con su actual pareja; la deliciosa y divertidísima Annette de la que aún no me he atrevido a hablar en este blog; y la Hija de Satanás. Sólo tres. Pero fueron las tres que me atreví a presentar a mis padres, dando así un marchamo de seriedad al asunto. Explicar por qué se acabó cada uno de esos noviazgos está fuera del propósito de esta entrada.

El caso es que para mí esas chicas fueron algo grande, y equivocadamente o no las amé, y las amé de verdad, y por eso las consideré novias. Les di un estatus que sólo ellas tres comparten, a pesar de haber sido tropecientas mil las mujeres que se me han abierto de piernas.

Sé que esta entrada me está quedando muy de fantasma presuntuoso, pero no me parece mal del todo sabiendo lo que sé de hombres que van presumiendo de haberse tirado a mujeres que, en verdad, sólo han visto de lejos.

Ahora que ya no follo puedo contar que me follé a aquella bailarina de strep tease que todos perseguíais.

Ahora que ya no follo puedo contar que esa bella Infante de Marina fue mía y que me pedía que le dijera guarradas mientras la masturbaba en el banco de un jardín.

Ahora que ya no follo os cuento que esa pureta tan escandalosamente guapa y a la que toda la ciudad acosa ha bebido mi semen varias veces.

Ahora que ya no follo puedo decir esto y tantas cosas... me lo he ganado, le pese a quien le pese.

Pero lo mejor de todo es que hace mucho tiempo que no follo, ¡y me sienta bien! Mientras tanto, dejad que me ría de vosotros cuando me habláis de las muchas "novias" que habéis tenido. Joder, hablad de ligues, de polvos, de aventuras, y exageradlas lo que queráis, pero no me habléis de novias, capullos.

No las llaméis novias que eso es muy serio y hubo un tiempo en que respeté esa palabra.