Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

lunes, 28 de mayo de 2007

Rap del gato que nunca existió

Hoy me ha sorprendido encontrarme una canción en un blog amigo. Hasta llegué a creer que mi amigo, de malvado y pétreo corazón escéptico, había encontrado el diamante que se lo rayara; pero no, es sólo que le gusta la canción. La verdad es que suena bien, y me ha recordado a mi admirado, y sin embargo despreciado por algún sesudo estudioso de la Literatura, Don Gustavo Adolfo Bécquer.

Pero a lo que voy. Esto me ha traído a la memoria que hace tiempo que tengo pendiente hacer pública, para mayor gloria de las Letras Hispánicas, una bella canción que escribí, harta de copas y de tiempo libre, a mi gato imaginario Gusifluky. Se llama El rap de Gusifluky. (Cántese a estilo rapero y con cuatro o cinco cubatas en el cuerpo):


Trukitrú, trukitrú,

truky truky trukitrá

Soy un gato hiperactivo,

vomitivo y sensitivo.

Soy el gusifluky.

Trukitrú, trukitrú

truky truky trukitrá

Soy un gato conflictivo,

chiquitillo y atractivo.

Soy el Gusifluky.

Trukitrú, trukitrú

truky truky trukitrá.

Soy pequeño y juguetón,

puñetero y dormilón.

Soy el Gusifluky.

Trukitrú, trukitrú

truky truky trukitrá.

Soy chulito y vacilón,

pequeñajo y bravucón.

Soy el Gusifluky.

Trukitrú, trukitrú

truky truky trukytrá.

Soy un gato asalvajado,

canijillo y perturbado.

Soy el Gusifluky.

trukitrú, trukitrú

truky truky trukitrá.


Me hubiera gustado cantarla para ustedes y colgarla en la red, y me atrevería a ello, si no fuera porque no me atrevo. Si hay alguien lo bastante osado, por favor, que me lo haga saber.

NOTAS:


Este rap ganó el Festival de Eurovisión del año 2128, en magistral interpretación del solista Eugenio Cagárrez. (
Aquí el enlace a la versión oficial ganadora).

Este rap no comete violencia de género, número, desinencia ni conjugación.

Este rap no abusa de niños.

Este rap aboga por el respeto a los animales.

Este rap jamás atracó un banco.

Este rap no vota a partido político alguno.

Este rap, si bien es una gilipollez como un castillo, es también un canto a la esperanza de futuro para los miles de afectados por la ladilla Huevus Devorator, de gran proliferación en algunas calles de Almería, en el barrio del Zapillo.

Y sí, me apetecía hacer un poco el payaso hoy, ¿qué pasa?

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya lo estoy viendo como número uno de los cuarenta vomitivos!
Un beso

Anónimo dijo...

Es una mierda, Chorli

Anónimo dijo...

Jajaja, tas perturbada.
Sitos,
Miri

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Lo que pasa, Tesita, es que no estabas lo bastante borracha al leerlo.

Carabiru dijo...

Jajajajaja
NO estoy borracha, pero he dormido solo 3 horas y bastante mal gracias a mi pequeño Binabik, y la verdad, me he reído un montón, sobre todo la parte final de explicaciones, es buenísima!

Anónimo dijo...

Yo me ofrezco voluntaria para cantarla, ¿té animas? ponte en contacto conmigo y ya lo organizamos.Besos.Nulky

Anónimo dijo...

¿Es que no sabes hacer otra cosa que emborracharos?

Anónimo dijo...

UN REGALO PARA VOSOROS, CHICOS

Se ora a modo de bendición sobre la copa o vaso antes de beber:

"Quien bendijo el pan
y bendijo el altar,
bendiga esta copa
que voy a tomar,
para que no me cause
ni daño ni mal"

Unknown dijo...

Oye, me ha llamado la atención eso de "Bécquer, tan denostado por algunos críticos o estudiosos sesudos." No voy a ir para atrás para copiarlo textualmente -por pereza más que nada-.

Has encontrado a algún crítico que lo desprecie. Suelen tacharlo de "cursi" o "lírica lacrimosa"

P.S: Es mi autor favorito.
P.S.2: Estoy totalmente de acuerdo contigo en la relación oferta/demanda para justificar las ventas de libros de Bucay&Coelho... en fin.

Un saludo!

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Efectivamente, he leído críticas nada buenas acerca de Bécquer. A mí sus Leyendas me resultan aburridas, en cambio, El Libro de los Gorriones (o Rimas), me fascina, y no me avergüenza reconocer que llorado con esos versos.

Ahora una curiosidad. Dices que yo escribí "denostado", cuando en realidad en mi entrada empleo el participio "despreciado". Pero lo curioso es que en el borrador escribí, en efecto, denostado. Luego, tras la pertinente consulta en el DRAE, estimé que era inadecuado por excesivo, al menos según las críticas que leí.

Bueno, basta de rollos.