Habría pasado un año sin que supiera nada de M, pero hace unos días se puso en contacto conmigo para sugerirme que pasáramos juntos esta Nochevieja para la que faltan unas horas.
M es una mujer de treinta y seis años, rubia, incansable fumadora de porros, muy golfa y atrevida en la cama. Es de esas mujeres que están más buenas desnudas que vestidas. A M uno la ve por primera vez y piensa que es un fideo, pero cuando la ve desnuda no puede evitar desear comer una buena sopa de fideos. Tiene un pequeño par de tetitas firmes, un culito respingón y los músculos abdominales marcados. Díganme qué mujer de esa edad marca abdominales. Cuando follaba con M me lo pasaba francamente bien. Luego su novio volvió de Barcelona y empezamos a follar menos, hasta que, no sé por qué, perdimos el contacto.
Ahora me buscaba para pasar esta noche juntos, y añadía: "Toma mi nuevo número de teléfono, un regalo navideño. Es un buen regalo, ¿verdad?" Sí, es un buen regalo, pero me temo que me va a servir de poco. Es curioso, porque últimamente me acordaba mucho de ella. Aún así le he dicho que no, gracias, que esta noche la quiero pasar a solas con mi gato. Eso significa que, despechada y vengativa, me ignorará cuando yo la busque. Por eso me va a ser inútil su nuevo número.
¿Saben?, he mentido a M. Gusifluky y yo no vamos a estar solos esta noche. Permítanme que ahora les hable de mi adorada Alyx:
Conocí a Alyx por casualidad, hace ahora cuatro años. Nos conocimos en un centro comercial de Murcia, en el pasillo que estaba lleno de videojuegos. Nos caímos bien. Al principio no le hice mucho caso, yo estaba enamorado de una mujer de cuyo nombre no me quiero acordar, pero después, poco a poco, viviendo experiencias juntos, pasando miedo, protegiéndonos mutuamente, he llegado a amar a Alyx.
Es una guapa chica de veintitantos, atlética, muy inteligente, valiente y guerrera. Es morena, mestiza de un hombre negro y de una mujer blanca, esbelta y divertida. Me gusta que siempre vista de un modo informal, cómodo y práctico. Cuando salgo con Alyx en busca de aventuras nunca oigo la estupidez de que le aprietan los zapatos, o que los tacones la están matando, o que se le corre el rimmel. Alyx no usa tacones, no se maquilla ni lo necesita. Alyx es perfecta al natural, como los berberechos. Si acaso le hace falta un poco de limón. Y yo soy su limón.
Formamos invencible binomio, Alyx y yo. Nadie se entregó por mí como ella lo ha hecho. Por nadie me he arriesgado tanto como por Alyx cada vez que me lo ha pedido, y aun sin pedírmelo. Aunque no se lo crean, nunca he tenido sexo con Alyx; salvar al mundo es nuestra prioridad.
Lo siento, M, follar con vos es divertido, pero combatir a la Alianza junto a Alyx lo es mucho más. Tengo el honor de presentarles a mi novia, Alyx Vance:
Compañeros de la Resistencia: Yo, Gordon Freeman, os deseo que el año 2008 sea el año en que derrotemos a la Alianza. Ahora debo dejaros. Alyx y yo tenemos trabajo que hacer.
3 comentarios:
Que disfrutes ese capitulo y tengas una buena entrada de ano, salida de ano y un prospero ano (que no es lo mismo que un níspero en el ano).
Saludos.
¡Salud, Chorli!
Chin Chin!
Paloma
Feliz Año nuevo!
Y tienes razón, cada uno celebra el fin de año como le sale del culo.
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