Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

martes, 30 de diciembre de 2008

He visto el vídeo de la rubiaca putarraca y del negrazo cabronazo, y ya no seré el mismo


¿Os ha pasado alguna vez que de repente pensáis que vuestra percepción del mundo es errónea? Eso me ha pasado hoy. Estoy deprimido, furioso, y con la sospecha de haber estado siempre engañado, viviendo en un cuento para niños, un cuento largo que tarda treinta y tres años en contarse y cuyo personaje principal es un ingenuo que hasta hoy no sabía nada de la vida.

He visto el vídeo de la rubiaca putarraca y del negrazo cabronazo... y fue una equivocación. Leandro (nombre ficticio) me dijo esta mañana como saludo:

-Venga, vamos a solucionar esto ya: pon el bluetooth.

-Buenos días, Leandrito.

-¿Buenos días? Dímelo después de ver el vídeo.

Un minuto más tarde mi teléfono celular me advertía con un doble bip la recepción del archivo. Segundos después Leandro lo borraba de su teléfono.

-Por fin -dijo-. Lo he reservado para ti, Leo, pero el teléfono ya me pesaba demasiado con eso dentro.

-Pues muchas gracias, Leandro. Bueno, pues vamos a ver el puñetero vídeo.

-No, Leo, no. Lo vas a ver tú solito. Yo me voy.

Luego ha pasado algo que no me esperaba. Leandro y yo nos conocemos desde hace seis años y tenemos una relación cordial basada en mutuas bromas constantes, pero nunca hablamos en serio. Hoy, en cambio, ha puesto su mano sobre mi hombro y me ha contado, muy serio él:

-Leónidas, tío, yo te aprecio. Tienes tus cositas, pero eres buen tío. Si te crees que te he hecho un favor por pasarte el vídeo te equivocas. Hazme caso: no veas ese vídeo. Bórralo y olvídate de él.

No he seguido su consejo. Y me arrepiento mucho. Sólo he visto el vídeo dos veces: la primera para satisfacer mi malsana curiosidad; la segunda, minutos más tarde, para confirmar que el negrazo estaba vivo y salir de dudas acerca de la rubiaca, pues sospechaba y sigo sospechando que quizá se trata de un rubiaco. En cualquier caso no quiero volver a verlo. Nunca más.

Se dice que en ese vídeo hay dos protagonistas. Yo creo que son tres, porque no hay que olvidar la participación pasiva y anónima de la persona que lo grabó. ¿Cómo pudo grabarlo? ¿Cómo pudo soportar esos treinta y dos segundos? En las imágenes se aprecia que le temblaba el pulso, pero lo cierto es que no hizo nada por impedir lo que estaba pasando. No olvidemos su responsabilidad. Yo, desde luego, no lo puedo disculpar.

Quizá no debería dar pábulo a ese maldito vídeo, pero creo que cerrar los ojos ante ciertas actividades solo sirve para fomentarlas, aunque por supuesto tampoco animaré a nadie a verlo. Cuando consiga colgarlo en la Red lo haré con las debidas advertencias; no quiero que le pase a nadie lo que a mi compañera Leonor (nombre ficticio), que está de baja médica por depresión desde que vio el vídeo la semana pasada.

Ahora, si alguien me aconseja dónde colgarlo, le estaré muy agradecido. Me da igual que sea una web de pago porque quiero acabar con esto sea como sea y lo antes posible. En realidad nunca debí haberme metido en ello.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Rapidshare o megaupload por ejemplo

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Gracias, pero en ambas páginas lo eliminan al cabo de uno o días. Me gustaría intentarlo en algún sitio más permisivo, si eso es posible.

Anónimo dijo...

youtube??

si cuela cuela jajaj

en serio leo.. no lo hagas.. piensa en los niños (y los padres de los niños (y los padres de los padres de los niños (y... ...)))..))))

Anónimo dijo...

Si lo camuflas con Kamaleon2, lo podrás subir a rapidshare o megaupload sin problemas. Es un programa facil de usar.

yáñez dijo...

Estoy acojonado, nerviossososo, no duermo nada bien y menos de un tirón mis cinco horas desde que estoy al tanto de que existe ese video, sólo pienso en como será el culito de la rubiaca o si tendrá glande el miembro el negrazo, me gustaría verlo saber de esos segundos de amor im pene trables pero me lo impide el terror a que mi pobre y viejecito Pc contraiga el SIDA

Gerardo dijo...

¡Quiero verlo! No puede ser peor que el de la obesa y el bajito.

Anónimo dijo...

Lo que podés hacer es subirlo con otro nombre de archivo, por ejemplo: "fotos de mis vacaciones", y comprimido, así no se pueden dar cuenta ( a menos que bajen el archivo, o alguien que lo haya bajado lo reporte.
Tambien podés ponerle un pass al archivo (esto no es garantía, hay softs que por fuerza bruta descifran archivos .RAR), y lo publicás acá el pass, para que los lectores puedan ver el video (admito que estoy intrigado).

Espero haberte sido de ayuda.

Saludos.

Anónimo dijo...

El problema no es subirlo, el problema es que Leónidas QUIERE que se sepa que es el vídeo de la rubiaca putarraca y del negro cabronazo. ¿Me equivoco, Leo?

Rocket dijo...

Estimaod Leónidas,

Sigo con mucha intriga sus peripecias sobre el archifamoso vídeo "la rubiaca putarraca y el negrazo cabronazo", y vengo a advertirle que de su estado anímico tras el visionado sólo ud. es responsable.

Me parece una temeridad por su parte colgarlo de la red sabiendo el efecto que puede causar en la gente su nauseabundo contenido.

Le censuro a ud.

Ayer en las noticis de Antena 3, entre la sección de obesidad infantil y el bloque de gilipolleces múltiples con el metrosexual como epicentro, dijeron que la policía se estaba planteando actuar de "oficio" a pesar de no haber denuncia. Está claro que nadie finge en ese maldito vídeo.

Le está a ud. muy bien empleado. Por morboso.

Saludos,
Rocket

curiosísima dijo...

Acabareis con el ordenador lleno de bichos por ver tanta cochinada y habrá alguno que acabe con el teclado lleno de bichos (también).

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Hola, amigos, feliz año 2009 a todos.

Muchas gracias por vuestra ayuda. La solución del anónimo que sugiere comprimir el vídeo y usar una clave me ha parecido muy ingeniosa a la vez que sencilla. También me ha gustado descubrir la existencia y utilidad del programa Kamaleon2.

¡Cuántas cosas aprendo con vosotros!