Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

miércoles, 7 de enero de 2009

Despedida y renovación


—Tú sabes de qué te quiero hablar, ¿verdad, mi niña? Ya tardaba. Hace meses que lo nuestro se pudrió, y si he postergado tanto este momento ha sido por pura cobardía. No te lo niego, cielo: soy un cobarde.

»No, no digas nada. Déjame terminar, por favor. Llevo mucho tiempo callando, y aunque sé que tú sabes, es necesario que me dejes explicártelo todo. Sabes que te quise —lo sabes, ¿no?—, de hecho aún te quiero, lo que pasa es que ya no te quiero como tú quieres que te quiera.

»Sí, hay otra que me quita el sueño y hasta el aliento cuando pienso en ella. Venga, no me pongas esa cara de sorpresa, que bien lo sabías, o al menos lo sospechabas. Será para ti un triste consuelo, pero te prometo que solo de pensamiento te he sido infiel con ella. Nunca la he tocado, ni tan siquiera la he visto en persona, tan solo en fotografías, que sin embargo me han hecho sentir esas emociones devastadoras que no experimentaba desde... desde hace dos años, tres meses y una semana; cuando te conocí a ti. Como ves lo recuerdo perfectamente.

»Fíjate, muñequita, tú y yo nos conocimos por internet, y ahora ya ves, ese medio que nos unió nos va a separar. Te confieso que ya he iniciado las gestiones para que ella venga aquí, a estar conmigo y darme la felicidad que tú ya no me puedes dar, aunque bien sé que no es culpa tuya, amorcito.

»Anda, cariño, cierra la boca. Ese gesto tuyo de estar boquiabierta, que tanto me excitaba antes, ahora me produce una mezcla de risa y lástima. Pareces tan inocente e indefensa con los ojos y la boca así de abiertos...

»Comprenderás que los tres no podemos vivir juntos. Por lo que sé de tu lealtad, de tu lealtad perruna, estoy seguro de que no te importaría compartirme con ella, y probablemente a ella tampoco le molestaría —se la ve muy liberal—. Pero sé que ese arreglo no saldría bien, y de nuevo la culpa es mía: soy hombre de una sola mujer a la vez. Sí, necesito cambiar de pareja en cuanto noto que la pasión se enfría, pero no puedo estar con más de una mujer al mismo tiempo porque el corazón me pide entregarme de lleno a ella. Deseo que comprendas eso.

»Lo que quizá te parezca incomprensible es que, a pesar de todo, no tolere imaginarte en la cama con otro. Como solía decirte antes, cuando follábamos con ansia: tu coño es mío, zorra, solamente mío.

»Por eso voy a matarte, mi linda muñequita.

Y dicho eso Zacarías le hunde un cuchillo hasta la empuñadura, sin ningún esfuerzo. La muñeca hinchable se desinfla con ruido de pedorreta, como burlándose póstumamente del que fue su dueño.

A Zacarías no le importa. Ahora, con la polla tiesa, espera la llamada del transportista que le traerá a su nueva amante.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

joder!!!!!!!!!! como esta el tema

Anónimo dijo...

Joer, y yo que creía que era un desenlace motivado pero con tacto, para que comprenda y no sea muy doloroso y la afectada termina desinflada. Que fuerte.

Anónimo dijo...

Con lo sufrida y calladita que era la pobre muchacha. Ese Zacarías es un machista insensible. Puaj.

Anónimo dijo...

¿Donde viene el precio?

Anónimo dijo...

Joder que alegria cuando he leido que era un cuento que no contarias a tus hijos, ya estaba pensando que eras muy cabron al no legarme la vieja.

La mia no me pone, es rubia pero de cuello ancho.

Saludos.

Margarita dijo...

Jejeje, por un momento creí que hacías apología del asesinato, ya veía al Instituto/a de la mujer/a sobre tí. Pues gracias por el comentario, siento no ser más prolija con mi blog, pero al menos veo que lo poco que escribo gusta. No pertenezco a ninguna asociación atea, como mucho a www.cadenapeco.com, pero no tenemos pasta para erigirnos en asociación xDDD Un saludo, y sigue con tus cuentos, me inspiran mucho :D

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

6.500 dólares, Javi. A eso súmale los extras y accesorios. Es una pasta, sí, pero están más buenas que las mujeres vivas, y además seguro que estas a la larga te salen mucho más baratas.

Más ventajas: no hablan, no lloran por todo, no se quejan por nada, nunca les duele la cabeza, aceptan todo tipo de perversiones, no son celosas, son fieles, sumisas, no engordan... ¡Joder, son una ganga! Yo me lo estoy pensando.

Anónimo dijo...

No está la versión Los Pecos? uno moreno y uno rubio?

Soltera vocacional

la doctora yvonne dijo...

Pues no estás teniendo en cuenta las desventajas de esta clase de compañía. ¿No has sabido que el látex de esas muñequitas hace que te salgan granos y forúnculos en el pene??