Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

lunes, 12 de abril de 2010

Al principio de todo


Era el verano de 1988. Por entonces el pequeño Soldadito de Plomo tenía trece años y ya había leído dos o tres novelas de las de adultos. Ahora no puede estar seguro pero cree que fueron: Embajador en el infierno, de Torcuato Luca de Tena; La noche de los generales, de Hans Hellmut Kirst; y Valle del Jarama, de Enrique Barco Teruel. Como correspondía a un joven soldadito las tres novelas trataban temas bélicos, aunque la segunda era más bien policíaca. Las tres novelas las sustrajo el Soldadito de Plomo de la biblioteca de su tío Antonio.

Había nacido un lector.

Hoy en día, tanto tiempo después, el Soldadito de Plomo acaba de comprobar que las tres novelas que robó hace más de veinte años a su tío Antonio -ya desencuadernadas y apolilladas- están presentes en su pequeña biblioteca. El Soldadito de Plomo se ha complacido por ello. Pero volvamos al año 1988: el Soldadito de Plomo pasaba el verano de aquel año entre Torrevieja, donde veraneaba con sus padres, y La Torre de la Horadada, donde compartía el resto del verano con sus tíos y sus primos. En ese último lugar nuestro pequeño soldadito de trece años estaba enamoriscado de una niña de la misma edad llamada María Jesús, que era de Santa Pola pero que también pasaba los veranos en la Horadada. Aquella niña se iba a sitios oscuros por las noches, en la playa, para fumar, y se llevaba con ella al joven soldadito. El soldadito se dejaba hacer y para complacer a su amada empezó a fumar.

Había nacido un fumador.

En una de aquellas noches del verano de 1988 la niña besó, casi por la fuerza, al inocente soldadito. Era la primera vez que el Soldadito de Plomo sentía una lengua enrollándose a la suya, y la verdad es que se asustó un poco cuando notó la mano de la niña sobarle la entrepierna. El soldadito adolescente, paralizado por la emoción que sentía, no se atrevió a corresponder a las caricias de su amada. De aquella noche el Soldadito de Plomo recuerda el sabor a tabaco en la boca de María Jesús, el olor del mar y el ruido de las olas.

Había nacido un enamorado.

Días más tarde nuestro soldadito volvió a Murcia. Se había acabado el verano mágico del año 1988, y con él se acabó la infancia del soldadito. Cuando llegó a Murcia sentía que su experiencia con la niña María Jesús no podía caer en el olvido; era algo demasiado grande para eso. Por aquel año 1988 al soldadito le hubiera sonado a chino que le hablaran de internet, y los blogs ni existían. Encontró un viejo cuaderno y un bolígrafo, y se puso a escribir contando lo maravillosa que era María Jesús y lo feliz y a la vez desgraciado que se sentía él.

Había nacido un bloguero, aunque por entonces no pudiera saberlo.

Hoy, casi veintidós años después, el Soldadito de Plomo sigue leyendo (otras cosas), sigue fumando (la misma marca de veneno), y sigue amando (a otra mujer).

Pero, en esencia, sigo siendo el mismo soldadito inocente que una vez se asustó, hace más de veinte años, cuando inesperadamente la mujer-niña que amaba me acarició.

16 comentarios:

jonay dijo...

Aunque casi nunca comento, por el simple hecho que pienso que no puedo aportar nada para enriquecer este blog, esta vez me gustaría decir que esta entrada, no sé porque, tengo que meditar si me veo reflejado, si es por empatía o simplemente tengo un día sensible, me ha llegado.

Y no sé si te la traerá al pairo o no transmitir algo con lo que escribes, pero dicho queda.

Un abrazo

cachalote dijo...

Precioso, y tierno. Le felicito por tener ese precioso tesoro en sus recuerdos, y por saber explicarlo de esa forma.

Yo era tan “tontodelculo” en mi época adolescente, que, en una situación similar, dejé perder el que podría haber sido mi tesoro, y lo que es peor, no me di cuenta de ello hasta pasados los años...Mi dulce Ana...te veo a menudo con tu pequeñín, y cada vez pienso en lo que pudo haber sido y no fue...

El soldadito de plomo dijo...

Jonay José:

No me la trae al pairo, y te lo agradezco mucho.

Capitán Cachalote:

Siento lo de Ana, pero lo de María Jesús no fue así, ni mucho menos. Aun a riesgo de echar a perder la entrada le confesaré que mi pequeña amada resultó ser una guarra. La vi dos veranos después, cuando ambos tendríamos quince años. ¡Ella estaba arrugada! Parecía una vieja y se relacionaba con tipos adultos. Hoy tendrá como cinco hijos y varios divorcios a sus espaldas. Ya con trece años apuntaba maneras...

En fin, recuerdo muy gratamente aquel primer beso casi forzado, pero la realidad siempre hunde las fantasías. Las mías al menos.

Eva dijo...

No imaginas qué sonrisa me llevo puesta, después de leerte...
Gracias por causarla.

Cristina dijo...

Las tuyas y las de todo el mundo.
Si la fantasía existiera en seguida estarías fantaseando con cualquier otra cosa...

El soldadito de plomo dijo...

Eva:

Ciertamente no puedo imaginar esa sonrisa. En cualquier caso las gracias no se merecen; siempre es un placer intentar imaginar la sonrisa de una mujer.

CRD:

Tienes razón. Si las fantasías se cumplieran dejarían de ser fantasías y entrarían en el tedioso terreno de lo cotidiano. Quizá algunos hemos nacido para caminar siempre al margen de ese camino.

(Mmm, reflexiones pseudopoéticas de medianoche. Mal asunto).

Soraya dijo...

Un placer volver a leerle. Un reencuentro grato desde la distancia.

Saludos desde las Islas Canarias.

Rocket dijo...

Estimado soldadito,

Bonita entrada, ¡si señor!, se le nota a usted, ¿cómo decirlo?, un poco tierno.

Y no he podido evitar que me recordara a

http://www.youtube.com/watch?v=9f06QZCVUHg

Ya sé que no es lo mismo, pero algo tienen en común, algo tienen.

Saludos,
Rocket

El soldadito de plomo dijo...

Soraya:

Me alegra saber que sigue usted ahí (joder, otra lectora que no me tutea).

Permanezca a la escucha, porque el día menos pensado publico el megapost que revolucionará los blogs, internet, y hasta las leyes de la termodinámica. Sería una pena que se lo perdiera.

Rocket:

¿Un poco tierno? ¡Amariconado es como se me nota! Reconozcámoslo.

Respecto a la canción que presenta: ¡Ya me gustaría a mí saber tocar la guitarra! ¿Se ha fijado en que cualquier tiparraco, por bruto, insensible y horrendo que sea, toca cuatro notas con una guitarra y de repente se convierte en el gallo del gallinero?

Las gallinas son asombrosamente predecibles. Habría que descabezarlas a todas. (Toque misógino de las cinco de la tarde).

Rocket dijo...

Estimado soldadito,

Bueno, con independencia del asunto guitarril, le confieso que la canción ha sido un pequeño derrape.

Recordaba remotamente la letra de la canción y pensé que decía en la primera estrofa "I got my first real sex spring" (tuve mi despertar sexual) cuando en realidad decía "I got my first real six-string" (tuve mi primera guitarra de seis cuerdas).

Por eso creí que la cancioncilla en cuestión era perfecta como banda sonora de la entrada. Craso error porque, como todo el mundo sabe, no es lo mismo tocar la guitarra a que le toquen a uno el guitarrín.

Puede en ocasiones establecerse, como usted bien insinúa, una relación de causa y efecto, pero no necesariamente.

¡Ya decía yo que el resto de la letra no encajaba del todo!

En fin, que cuando está uno agilipollado, es que está agilipollado. Lo dicho, no levanto el cabezón.

Saludos,
Rocket

El soldadito de plomo dijo...

Ja ja ja ja... Me parto, Rocket. Yo de inglés bien poco, pero busqué la letra de la canción traducida. Hice trampa, vamos.

Anónimo dijo...

Hola. Seré sincero. De este relato ficticio solo saco una conclusión. Con 13 añitos + una chica + las circunstancias descritas, solo pueden ocurrir dos cosas y solamente dos: o te corres o sales corriendo. Un crio normal opta por la primera opción. Un crio infradesarrollado y xesualmente indefinido optará por lo segundo. La opción elegida por el protagonista del cuento ficticio solo puede ser la que elige la abuelita cuando es comida por el lobo de Caperucita encarnada o roja. Una invención invenciblemente increible. Je,je.
Firmado "Jack el destripadó"

adrian dijo...

El principio no importa, sólo el fin.
Por lo demás un muy julai, ideal para preparar los corazones de cara al aumento de la temperatura.

doctora yvonne dijo...

Estás un poco egocéntrico de más. ¿Qué es esto? ¿Un autohomenaje?
¿Qué sucede? ¿Estás por estirar la pierna?

Anónimo dijo...

Hola, Javi!!! Me ha gustado mucho porque no ha sido ni bulgar ni grosero como es tu estilo, se nota que estás enamorado y me alegro de ello y si ese estado hace que escribas así, manténlo mientras puedas, un beso. Chary.

El soldadito de plomo dijo...

No sabía que leías este blog, Chary, y tampoco sabía que eras capaz de escribir vulgar con b. No te recomiendo que insistas en lo uno ni en lo otro.

Un abrazo muy fuerte, y otros dos para Ñulky e Iván.