Historias que no contaré

(Publicado originalmente en Spaces el 18 de Mayo de 2006).

Las mejores historias son las que no se pueden contar. No recuerdo quién lo dijo, pero es una verdad como un castillo.

Les podría hablar de una mujer rubia, flaca, pero no del "regalo" que me hizo.

Les podría hablar de peligrosas noches de farra, pero no de los paseos suicidas por carreteras comarcales, ni de un deambular noctívago por una pista de aterrizaje.

Les podría hablar de curiosidades en un país europeo tras una guerra civil, pero no de Azra, alias Sindi.

Podría hablar de un tiroteo, pero nunca del origen de las botellas de whisky que lo forzaron.

Podría hablar de una noche de mediados de Agosto del año 1991, de un niño muerto y de la odisea que su hermano mayor vivió para llegar hasta él antes de que lo desconectaran de las máquinas que lo mantenían con respiración artificial, pero no puedo hablar de todo lo que pasó por la cabeza de ese hermano mayor en aquellas horas.

Podría hablar de Ella, pero no de lo que hizo.

Podría contar esto y mucho más, pero... eso sería meterme en otras historias que, o bien por el dolor que me producen o por el dolor que a otras personas podrían producir es mejor callar.

Y sin embargo, ay... ¡son las mejores historias!