Reunión vecinal

Hoy, contrariamente a mi costumbre, hablaré de algo que acaba de suceder. Resulta que hemos tenido en mi bloque reunión de la comunidad de propietarios. Vaya rollo. Me ha tocado asumir la presidencia (eso sí que es un rollo de los buenos), y ha sido divertido. Imagínense al cabeza de chorlito poniendo cara de enterarse de todo mientras pensaba en sus cosas. "Sus cosas", dicho sea de paso, eran:

• Juraría que los ruidos que hoy he oído a Gusifluky eran los característicos del celo. Debí haberlo castrado hace meses. Mi niño ya es un hombretón, caray.
• Esta tía está panzona, y además le tiembla el pulso anormalmente para su edad. No le veo el menor atractivo, pero su marido aún se la folla tan ricamente porque hace unas noches los oí. Su dormitorio debe de lindar con el mío: ¡ahhh, ohhh, ummm, ahhh!, y esas cosas.
• Y esta otra tiene una cara de vieja que es la leche, pero vaya cuerpecito... A Romero le tuve que llamar la atención una vez porque empezó a piropearla de mala manera una día que lo invité a casa. Y ahora me entero de que ese muchacho que acaba de volver del Líbano es su hijo. Joder, pues no la hacía tan mayor como para tener a un hijo veinteañero.
• ¿Por qué le dan tantas vueltas al puto TDT y antenas parabólicas y esas cosas? ¿De verdad esta gente está tan obsesionada con la televisión?
• Oye, pues la administradora tiene un polvo, pero lo suyo hubiera sido pillarla hace diez años.
• Leónidas, recuerda, no te despistes, tú pon cara de interés, como si te gustara algo toda esta mierda de reunión.
• Leónidas, coleguita, no pongas tanta cara de interés que la administradora se ha dado cuenta y debe de pensar que le haces mucho caso porque ahora sólo mira hacia ti.
• Menuda pinta de chulo tiene el abogado. ¿Se estará follando a la administradora?
• Van listos si se creen que les voy a abrir la puerta cada vez que me vengan con una queja durante mi presidencia. Estos aún no saben que yo ni le cojo las llamadas a mis padres, así que...
• ¡Serán cabrones! Cada vez que se menciona que soy el nuevo presidente hay sonrisitas y miradas traviesas. Seguro que piensan que el rarito del bloque no es idóneo para ser presidente de la comunidad de vecinos. Coño, tienen razón.

Sea como sea ahora soy presidente de la comunidad de vecinos. Yo, el raro del edificio. El único que vive solo (para esta gente Gusi no cuenta) sin ser viudo.

Le he pedido al presidente saliente el estatuto de la comunidad, qué menos que conocerlo. Pues nada, no lo tiene, pero que se lo pida a la administradora si quiero. Claro que quiero. Se lo he pedido: "¿Me lo puede mandar por correo eletrónico?" "Uy, no, es que no está escaneado" "¿Me paso a por él?" "Bueno, o te lo mandamos por correo ordinario junto con el acta de la reunión" "Mejor, mejor.." (porque iba a ir a recogerlo mi prima la sifilítica).

Lo bueno de toda esta historia es que ahora me expongo a que en cualquier momento un vecino porculero se me presente en casa para comunicarme que hay una bombilla fundida, o que el ascensor no funciona, o que el depósito de agua está repletito de ántrax, o alguna menudencia similar, y eso me obliga a mantener ordenada y salubre mi casa. Se acabaron, al menos por un año, las calandracas jugando al mus en el salón. Además, durante este año, tendré que atender el teléfono por si me llama la administradora, cosa que mis padres agradecerán (no que me llame la tipa esa, sino que esté yo pendiente del teléfono).

La pesadilla de Luis Milena número tres acaba de nacer. Alucina, vecina.