Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

domingo, 8 de abril de 2007

Los gases del viajero


Hace horas que me duele insoportablemente la barriga. Son gases, ese molesto producto de la digestión agravado por la mala alimentación con la que, junto al tabaco y al whisky, me estoy matando poco a poco. Si me pongo nervioso es peor, pero no contribuye mucho a mi tranquilidad comprobar que el diminuto cuarto de aseo del autobús está cerrado con llave.

-Amable conductor, ¿me daría usted la llave del baño, por favor?

-No.

-Ah, vaya. ¿Puedo inquirir el motivo de su tajante negativa?

-¿Uhm?

-Que por qué hostias no me da la puta llave... amable conductor.

-Porque no está. Se ha perdido.

Es en ese momento cuando un cachondo de los primeros asientos que tenía el radar puesto canturrea: ¿dónde están las llaves? matarile-rile-ron, pim-pon. En el fondo del mar, matarile-rile-rile, en el fondo del mar, matarile-rile-ron. Y yo no sé si cagarme en los muertos de alguien o, simplemente, cagarme de verdad ahí mismo, en plan "Leónidas estuvo aquí y dejó su huella", ya me entienden.

-Exijo el libro de quejas-, amenazo muy chulito yo.

-Pues te vas a tener que esperar a la próxima parada y lo pides en ventanilla -, me responde tan fresco el conductor, que además me tutea como si acabáramos de follarnos a la misma puta.

Vuelvo a mi asiento con la panza hinchada como si me hubiera tragado una pelota de baloncesto. Intento relajarme y dar una cabezadita, porque para la próxima parada faltan así como dos horas. Duermo a ratos y tengo pesadillas en las que estallo como un globo.

Por fin llegamos a la parada. Es un pueblo de mala muerte, alcalde, cabo de la Guardia Civil, maestro, cura y diecisiete habitantes más. Verás tú, Leo, como te van a decir que aquí no tienen libro de quejas porque esas cosas tan modernas no han llegado todavía a Cogorcio de la Sierra. Entonces decido no arriesgarme y emplear los diez minutos de parada en alejarme discretamente del bus, y mientras me fumo un cigarrillo soltar gases como un bendito.

Pero no. Los gases son muy suyos, y orgullosos me dicen que si no los dejé salir cuando querían ellos ahora, por cojones, se van a quedar un rato más. Para que aprenda. Y se pasan los diez minutos de parada, y volvemos al autobús los gases y yo, sin libro de quejas ni nada. Al menos me he fumado un cigarrillo, me digo. El que no se consuela es porque no quiere.

Y nada más arrancar el bus vuelven los horrorosos dolores. Es como un parto, pero en lugar de salir un bebé a mí me va a salir en cualquier momento otra cosa. Pensar eso me provoca un leve acceso de risa, pero rápidamente me digo: "¡No, Leo, no te rías o te pegarás un sonoro pedo! ¡Piensa en cosas tristes!", y me pongo a pensar en mi gato, que se ha quedado solo por tres días, y a mí se me ha olvidado cerrar el paso de agua, y el gato a veces abre los grifos, y... joder, se me quitan las ganas de reírme, pero me pongo más nervioso y me duele más la barriga, y debo esforzarme en mantener los esfínteres bien apretados porque debo de tener dentro miles de litros de metano y a saber qué más luchando por salir.

Y entonces recuerdo que alguien, cuando soltaba un largo y sonoro pedo, decía ¡libertad a los presos!, y eso, claro, me provoca otro acceso de risa que a duras penas contengo. La cosa se está poniendo realmente fea, así que me pongo a contemplar la posibilidad de peerme de un modo controlado, discreto y silencioso. Algo como pfffffffff, y eso contando con que la suerte me sea favorable y no sea un pedo aromático, claro. Aunque si lo fuera siempre queda el viejo truco de mirar indignado a mi alrededor como culpando a cualquiera a la vez que pongo cara de asco. Decido, no obstante, esperar un poco más. Hay medidas de emergencia que, como su propio nombre indica, sólo deben ser adoptadas en casos extremos. Aguantemos, Leónidas, aguantemos, quizá esto se pase pronto. Sí, por los cojones pronto.

Hora y media más tarde creo que voy a reventar. Se acabó. Hora de activar el plan de emergencia, Leo. Suerte y autocontrol de esfínter, ya sabes la consigna: poco a poco, y si notas que la cosa se te escapa de las manos (léase del culo) cierras gas y aquí no ha pasado nada. Muy bien, todo está claro, además es una maniobra que has ensayado mil veces. Podría decirse que fuiste entrenado durante años para este momento. Adelante.

Y empiezas: Pfffffffffprrrrrrrrooooomm (oh, joder, ¿pero qué está pasando?)mmprrrrrrrrrr (ay, madre, qué vergüenzaaaaaa) rrrrrRRRRRRRRRPFFF...

Maldita sea mi estampa. Ay, dios, y además huele, vaya que si huele. Apesta como un gato muerto después de una semana en Agosto. ¡Plan B, plan B, hazte el dormido y recuerda que, pase lo que pase, eres inocente!

Oyes una voz femenina que dice "será cerdo el tío guarro", y disimuladamente empiezas a manipular las palancas y botones que tienes a tu alrededor, pensando que alguno tiene que activar la eyección de tu asiento y que saldrás disparado, pero entonces recuerdas que no vas en un caza sino en un autobús y que los autobuses no tienen asientos eyectables, y eso, aunque parezca mentira dadas las circunstancias, te provoca otro acceso de risa, pero para no ofender más aún al resto viajeros intentas sofocar la carcajada, así que en lugar de sonar JAJAJAJA suena como MMMPPPFFGG... Y alguien interpreta mal ese sonido y exclama:

- ¡Oh, dios, está forzándose, lo va a hacer de nuevo!

Y eso ya es el colmo, y entonces sí que no te puedes contener más, y empiezas a reír como un descosido, JAJAJAJAJAJJA, y con la risa se relaja el esfínter y...

...PRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR...

15 comentarios:

marmotilla dijo...

jajajaja
Ay, por dios, qué grima!


Yo podría contar historias relacionadas con este tema, pero como soy una señorita fina no lo haré. :)

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Marmota, puedes contarlas pero diciendo que me pasó a mí. Como yo no soy una señorita fina no hay problema. Además, ya conocerás esa anécdota atribuida a Don Camilo J. Cela, que imagino que es más leyenda que otra cosa. Eso de que se pegó un pedo durante una cena de alto copete y muy seguro de sí miró a la dama que tenía sentada al lado y dijo:

-Señora, por favor... Como soy un caballero diré que he sido yo.

Anónimo dijo...

jajaja Es (eres) buenísimo

Anónimo dijo...

Pues si llega a haber sido mochilero hubiera resultado ya trágico, el tema...
Así al menos quedó solo en patético.

Pero qué desahogo, ¿eh?

Anónimo dijo...

A mi me fascina confirmar que aun existe gente tan educada y repetuosa como tu!

-Amable conductor, ¿me daría usted la llave del baño, por favor?

Creo que esta frase es magistral, en ella encierras todo lo que eres.

Buen chico!

pd: Exigo una explicacion, ya sabes a que me refiero.(supongo)

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Hola.

Tesa, lo sé, pero se agradece que me lo recuerden.

Fétido, no recordaba esa expresión, eso de los pedos mochileros, juas... (No daré detalles, quien quiera saber que te pregunte a ti, que para eso eres el Tío Fétido). Por cierto, coleguita, ¿qué tal si te enlazas cuando comentas? Se agradecería.

Paloma, no, lo siento pero no sé qué explicación te debo. Si te refieres a que aclare que esto no es real, pues sí, lo aclaro, no es real. Se me ocurrió en un viaje en autobús mientras los gases me estaban molestando, pero nada más, afortunadamente.

¿Alguna otra duda, Paloma?

Anónimo dijo...

No Leito ninguna otra duda, gracias, ya me dejas mas tranquila.
Aunque no deja de sorprenderme tu gran capacidad para leerme entre lineas

Eres un amor (vaya! al fin lo dije) ahora podre volver a dormir!

Anónimo dijo...

chorro
morro
caliente pedorro

me has hecho reir... pero sin perder el control del esfinter

jajajajajaja

Anónimo dijo...

Una vez que le vomité encima a un segurata y luego me dí a la fuga. Ya sé que es desagradable pero de verdad que fue sin querer. En cambio, el segurata era desagradable a propósito así que lo suyo es peor (aunque no le poté por eso, es que no pude evitarlo).
Además, ¿por qué cuando a alguien se le escapa un pedo los demás actuan como si ellos no se los tiraran nunca?

Anónimo dijo...

Genial, Leo. Ahora entiendo que agacharas la cabeza hoy, cuando te cruzaste con la Puta Pelirroja y conmigo...

Anónimo dijo...

Genial, cierto.

Anónimo dijo...

Joder que risa, y encima la verificacion que me toca meter es "airpwr" me parto.

Gerardo dijo...

Ja, ja, ja. Esta se me había pasado, la he buscado por un comentario en la de Umbral. Yo también me he reído a carcajadas. No digas que no es real, que hace más gracia la duda. Por cierto, la frase de Cela yo la recuerdo así, y me resulta más graciosa: "No se precocupe, señora, diremos que he sido yo".

Un apretón, digo, un abrazo.

Carabiru dijo...

Jajajajajjajajaja

Los caga el Rey, los caga el Papa, y sin cagarlos, nadie se escapa!!!!

Jajaajajajajaja

Tío, buenísimo!!!!

Z dijo...

De ahí te viene lo pedante, so pedorro!