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El vuelo 4567
Conversación y datos obtenidos de la caja negra, o cajón negro, tras el accidente producido el 26 de Mayo de 2018 por el vuelo 4567 de LACPNYPCI (Líneas Aéreas de la Comunidad Plurinacional y Políticamente Correcta de Iberia):El panel indicó a pilote que dos de los cuatro motores habían dejado de funcionar. Miró a copilote y le dijo:
--¡Hostias, macho! Tenemos graves problemas.
--Última vez que usas ese lenguaje sexista prohibido por la Convención de Lingüistas Paritarios de Ginebra, Martínez, no me obligues a denunciarte--. Eso le respondió copilote Poveda.
--¡Coño, perdona! No me acostumbro a tanta gilipollez--, dijo Martínez en un desastroso intento de disculpa.
--¿Perdón?
--Quise decir: ¡Gónadas, perdona! No me acostumbro a tanta giligonedez--, se apresuró a explicar pilote Martínez a copilote Poveda.
El avión perdía altitud y pilote contactó con la torre de control del aeropuerto de Mascabrevas City para solicitar pista por emergencia:
--Aquí el vuelo 4567 de LACPNYPCI. Dos motores averiados y perdiendo altura. Solicito permiso para aterrizar en Mascabrevas City.
--Por favor, indique procedencia y destino, 4567--, respondió una atildada voz femenina.
--Oiga, no me toque las pelotas, Mascabrevas. Esto es una emergencia.
--Lo siento, debido a su lenguaje impropio y sexista, durante dos minutos interrumpo esta comunicación.
La comunicación o el comunicado, en efecto, se interrumpe, a pesar de los reiterados intentos de Martínez por reestablecerla o reestablecerlo. Dos minutos después:
--Aquí controladora Jiménez, de Mascabrevas Airport. ¿Me decía, 4567?
--Oye, mira, que estamos cayendo y...
--Supongo que se atreve usted a tutearme por un complejo de superioridad machista, pilote del vuelo 4567-- interrumpe cortante la controladora Jiménez--, y sepa usted que no voy a permitir semejante comportamiento que contraviene claramente el artículo ochenta y nueve, punto cuatro, de la Convención de Lingüistas Paritarios de Ginebra. Dos minutos de interrupción de comunicaciones, vuelo 4567.
--¡Pero oiga...!
Es inútil. Sólo el ruido de estática ocupa el canal. Pilote y copilote sudan a mares, recuerdan a sus familias que quizá no vuelvan a ver y a los ancestros fallecidos de la controladora. Dos minutos más tarde:
--Aquí la controladora Jiménez, líder del Movimiento Pro Lenguaje No Sexista de Mascabrevas City. Comunique circunstancias particulares de vuelo 4567.
--¡Joer!, con la Igualdad hemos topado, amigo Poveda--, se le escapa a Martínez.
--Le he oído, 4567. Cinco minutos de silencio en la frecuencia--, dice la menda.
Martínez mira a Poveda. Poveda desgrana un rosario mientras reza. Ambos sudan y el altímetro marca poco, muy poco. Hay un montón de luces rojas encendidas en el panel de instrumentos. Tras cinco minutos:
--Aquí Mascabrevas Airport. Le habla la controladora Jiménez. Comunique situación, vuelo 4567.
--¿Situación? ¡Situación desesperada!--, respondió pilote Martínez.
--De sobra sabe que me refería a las coordenadas de su situación física, graciosille. 4567, no está usted colaborando. Cinco minutos de silencio radio.
De nuevo sólo ruido de estática en el canal de emergencias. Copilote Poveda sigue con su rosario, moviendo los labios en silenciosas oraciones. Pilote Martínez también mueve los labios sin pronunciar palabra, pero sus pensamientos no son, ni mucho menos, tan píos como los de Poveda. Tras cinco minutos así y muchos metros más cerca del suelo:
--Aquí control de Mascabrevas, 4567. Le habla Jiménez. Infórmeme de sus circunstancias, y cuidado con las chulerías de machito.
--Al habla comandante Martínez, del vuelo 4567, en emergencia, o emergencio, por un fallo, o una avería, en dos motores y solicitando pista, o pisto (manchego o de cualquier otra parte), para aterrizaje de emergencia.
--Veo que por fin ha accedido a ser sensato, progre e igualitario, 4567.
--Así es, control de Mascabrevas. He decidido bajarme los pantalones--. Al decir esto pilote Martínez condenó a la muerte a varios cientos de personas, pero entonces no podía saberlo.
--Repita última frase, 4567.
Joder con la tonta y sorda de los cojones, pensó Martínez, aunque se abstuvo de decirlo en voz alta. Así que repitió:
--¡He decidido bajarme los pantalones!
--¿Pantalones? Denoto en usted una clara provocación machista al insinuar que es indigno que un hombre ceda ante una mujer. Diez minutos de interrupción de comunicaciones, 4567.
Martínez y Poveda emplean esos diez minutos para incumplir la prohibición sobre el uso de telefonía móvil en los aviones y se despiden de sus familias. Finalizado ese tiempo, y casi rozando el suelo, se reestablece la comunicación con la torre de control de Mascabrevas City.
--Aquí Mascabrevas. Discúlpese, 4567.
--Me disculpo. Mi urgencia ya no es solicitar pista, o pisto, sino solicitar la indulgencia, o el indulgencio, de la controladora Jiménez, a cuyos pies estoy--, responde apresuradamente pilote Martínez mientras observa como el altímetro mantiene una endiablada cuenta atrás.
--Muy bien, 4567, así me gusta. Ahora diga: Vivan las mujeres y la madre que las parió.
--¡Vivan las mujeres, la madre que las parió, y todo aquello que haya tocado la controladora Jiménez, nunca justamente elogiada!
--De acuerdo, 4567. Comunique datos de transporte.
--Vuelo comercial de transporte de personas. 289 viajeros, diecisiete auxiliares de vuelo, pilote y copilote.
--289, ¿qué?--, interrogan desde el control de Mascabrevas.
--Viajeros. 289 viejeros--, y este fue el último error de Martínez.
--¿Todos los viajeros son de sexo masculino, 4567?
--Ehhh... No, claro que no, Mascabrevas. Hay homb... pasajeros de sexo masculino y pasajeras de sexo femenino.
--En ese caso, vuelo 4567, debería haber hablado de viajeres, y en ningún caso de viajeros, pues esto desprecia a la mujer, contraviniendo el artículo treinta y cuatro, en su punto seis, de la Convención de Lingüistas Paritarios de Ginebra. Durante quince minutos se interrumpe esta comunicación, vuelo 4567.
Describir los quince minutos siguientes no está al alcance de mi capacidad. Tras ellos volvemos a oír la voz de la controladora Jiménez:
--Aquí Jiménez, de Mascabrevas Airport. ¿Ha reflexionado sobre su actitud sexista, 4567?
Según los datos de la caja negra, o cajón negro, en ese momento el altímetro marca setenta y tres metros sobre la superficie terrestre. Lo que sigue son las últimas voces registradas en la cabina del vuelo 4567:
--¡Cómete a esa guarra!-- (Voz de copilote Poveda).
--¡Esa tía puta sí que nos va a comer la punta a todos, empezando por el morro del avión!-- (Voz de pilote Martínez).
Como todos sabemos, a las diecinueve horas y siete minutos del 26 de Mayo de 2018, el vuelo 4567 se estrelló contra la torre de control del aeropuerto de Mascabrevas City. Fallecieron 346 personas, tres perros, y lo que es peor, un gato.
Oficialmente todo fue por culpa del gato, como siempre.
El autor de esta entrada pide clemencia a la Convención de Lingüistas Paritarios de Ginebra en caso de que, por descuido y nunca de mala fe, haya podido incurrir en algún error de índole machista.
8 comentarios:
Jajajajajajaj
Táchame de aduladora, dime que tu culo es de Jota y solo de Jota, pero por todes les santes (nótese el empleo de leguaje justo y paritario) esta entrada es absolutamente genial!!
Leónidas, eres el puto amo!
Jajajajaja Cuanta imaginación y estupidez junta jajajaja...
Únicamente faltaba eso de: "Basado en hechos reales."
Genial, tío, como siempre.
Dejad de comérsela a este tipo, que se nos crece y lo próximo es sacar al Miso Gino ese de las narices.
Que risa..JAJAJA. Mas madera esto es la guerra!! Saludos.
Joer, justo hace un rato acabo de hablar de algo parecido, aunque desde luego sin el toquecito de humor que le pones tú con tus historias. Ay... soy demasiado seria.
Un besito,
Miri
mi novia murio en el accidente de la linea TAM en brasil, perdona si no me rio. buen texto.
Siento lo de tu novia, Papelucho, pero estoy seguro de que comprendes que si temiéramos despertar malos recuerdos en cada una de las personas que pueden llegar a leernos no podríamos escribir nada.
Saludos.
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