Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

miércoles, 11 de julio de 2007

Toy que me corro


Jo, qué bien. Acabo de recibir doce de los catorce libros que pedí a Casa del Libro. Los dos restantes no me los han podido conseguir (Aventuras, Inventos y Mixtificaciones de Silvestre Paradox, de Pío Baroja, y Diez Negritos, de Agatha Christie). Pero los otros doce acaban de llegarme:



  • 1280 almas, de Jim Thompson.

  • Muero por dentro, de Robert Silverberg.

  • El retrato de Dorian Grey, de Oscar Wilde.

  • La guerra de las salamandras, de Karel Capek.

  • Alicia en el país de las maravillas, junto a la segunda parte, A través del espejo, de Lewis Carroll.

  • Amor se escribe sin hache, de Enrique Jardiel Poncela.

  • Un yanqui en la corte del rey Arturo, de Mark Twain.

  • El árbol de la ciencia, de Pío Baroja.

  • Los propios dioses, de Isaac Asimov.

  • ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick.

  • Sin conciencia, de Robert D. Hare.

  • Solaris, de Stanislav Lem.

A estos doce debemos unir otro de Eduardo Punset que ando leyendo junto a otro más sobre cuya pista me puso Gerardo García-Trío, Sociología del milagro, y además el exitazo que aún no he empezado, La Catedral del Mar, regalo de mi adorada Charipitruky.

En total quince libros seleccionados por unas u otras razones. Me gusta oler sus páginas, percibir ese aroma a papel nuevo y recrearme de antemano pensando en las muchas y buenas horas que me van a proporcionar. No sé, igual les parece una tontería, pero este es el tipo de cosas que me hacen feliz. Para colmo mi gato Gusifluky se lo está pasando bomba mordisqueando la caja en la que venían los libros; le encanta morder todo objeto nuevo que entra en casa.

Hace unos tres años alguien de cuyo nombre no me quiero acordar me preguntó a qué aspiraba en la vida. Ahora me gustaría responderle:

"Aspiro a esto, a rascar un poco de felicidad día a día en las pequeñas cosas; a esa felicidad que tú no vas a encontrar en tus aires de grandeza, ni en tus negocios frustrados, ni en tus amantes millonarios para los que sólo eres... lo que has escogido ser".

Me siento feliz, puñetas, me siento feliz.

8 comentarios:

Carabiru dijo...

Je, me encantó La Catedral del Mar, pero es que claro, eso de que cuenten como se construye... me toca la fibra.

Y dí que sí, la felicidad está en las pequeñas cosas, en saber apreciarlas.

Ya me comentarás de los libros, a ver si mañana me paso por la biblioteca a ver qué tienen.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Habrás leído, como futura arquitecta que eres, "Los Pilares de la Tierra"... Muy buena novela, aunque sobrevalorada para mi gusto. En cualquier caso creo que debe de ser muy interesante para alguien que gusta de la Arquitectura. A mí, que me la suda, me resultó muy interesante lo que aprendí sobre construcciones elevadas cuando no existían grúas.

Esto me recuerda a la creencia tan extendida según la cual las pirámides fueron hechas por extraterrestres, o al menos gracias a la ayuda de una civilización alienígena muy superior cultural y tecnológicamente a la civilización humana en aquella época. En verdad lo que pasa es que se nos hace muy cuesta arriba admitir que hace siglos (o milenios en el caso de las pirámides) había gente tan capaz o más capaz que nosotros. Tú, como estudiante de arquitectura, ¿qué opinas?

Carabiru dijo...

Primero, leí el libro, y además tuve la suerte de leerlo justo cuando estudiaba en una asignatura la arquitectura medieval, con lo que la experiencia fue doblemente enriquecedora. Quizá esté sobrevalorado, no te digo yo que no, pero a mi me pareció muy interesante.

Segundo, pues sobre esa creencia... ¿qué decir?
¿Tan poco confiamos en nuestras capacidades para que no nos quepa en la cabeza que unos señores de hace cuatro mil años pudieran hacer esas megaconstrucciones sin nuestros adelantos técnicos?

Yo creo que lo hicieron los egipcios, lo que pasa que no podemos entender sus motivaciones, por eso no nos coge en la cabeza que realizaran tal inversión de tiempo, esfuerzo y recursos en construir algo.

Y construirlo además con los medios que tenían, sin la rueda, con herramientas de bronce... sin sofisticados medios informáticos ni novedosas máquinas que cortan la piedra con un chorro hiperfino de agua.

Opino que el ser humano es capaz de hacer grandes cosas, solo le hace falta la motivación, y los egipcios creían más allá de toda duda en la divinidad de su faraón y en la suprema importancia de la otra vida, ¿acaso no es un incentivo bastante importante?

Que creamos que hoy día no seríamos capaces no significa que la única explicación sea la intervención alienígena, simplemente que hemos perdido el conocimiento que ellos tenían, al igual que en la edad media se perdió todo lo que el imperio romano había conseguido.

Me pregunto si dentro de cuatro mil años alguien se preguntará si lo que quede de nuestra arquitectura es obra de extraterrestres...

He dicho.

Lola dijo...

Maldición, vuestros comentarios han hecho que la malvada comeniños que hay en mí sintiera la necesidad de hacer al menos una guasita...

Por un lado, quiero que conste en acta que los que desprecian la capacidad de los antiguos egipcios diciendo que et's (o la variante políticamente correcta que sea la moda actual) las construyeron, no se dieron cuenta de un detalle importante. Los egipcios eran "tontos" por no poder levantar las pirámides... ¡y convencen a una civilización extraterrestre para que las levante por ellos! Venga, va, si eso es así, de tontos no tenían un pelo. Y si las levantaron ellos, tampoco. Se cumple a la perfección eso de que los ignorantes hacen de su ignorancia suprema la medida de todas las cosas, es decir: "como yo no sé cómo hacerlo, es paranormal". Tócate las narices.

Después, respecto a lo que dice Carabiru:

"Me pregunto si dentro de cuatro mil años alguien se preguntará si lo que quede de nuestra arquitectura es obra de extraterrestres..."

¿Cuatro mil?

Te prometo que yo me hacía la misma pregunta, y sólo daba 500 años. Salvo que la preocupante intromisión de la irracionalidad mundial pueda provocar que el conocimiento quede sepultado por siglos, la progresión del avance tecnológico da saltos muy grandes a día de hoy. Por ello me hice la pregunta con una cantidad menor de años. Pero me la hice igualmente. El "Bruno Bronson" de guardia de dentro de 500 años diría en la radio "las Torres Gemelas no pudieron ser levantadas por humanos, por eso las derribaron las conspiraciones judeo-masónicas de turno". Lástima no estar viva entonces para poder darle la respuesta que se merece.

Saludetes. Lola.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Juas, juas, juas... Pero cuánto escepticismo, por Dios miseriocordioso. Amos a ver:

Los antiguos egipcios eran unos chuflas que no sabían hacer la o con un canuto, ni un triángulo con escuadra y cartabón. Eran lelos,y yo me sé la tabla de multiplicar y ellos no, por lo tanto, jamás de los jamases pudieron construir pirámide alguna. Además, en su civilización carecieron de genios como J.J. Benítez, P. Amorós, I. Jiménez, J. Sierra... Luego, digáis lo que digáis, las pirámides son obra de E.T.

Fue fácil. Uno de los antiguos egipcios, ingeniero piramidal, puso un bloque de piedra, y sobre el bloque de piedra puso un Lacasito. El E.T. atacó poniendo más pedruscos, hasta que se cansó y hubo que poner más Lacasitos. Más adelante tomó el control EE.UU., y quedaron atrás los Lacasitos, siendo sustituidos por los M&M`s, y esa es la explicación de las pirámides.

Toma ya.

Anónimo dijo...

A mí no me váis a convencer. Yo sé que las himbestigaciones han demostrado que todas, todas las pirámides están construidas por habitantes de otro planeta -o en su defecto del futuro-. Y si no, ¿cómo se explican esos grabados que representan astronautas en las pirámides de Centroamérica?

Yo también he leido "Las Pilares de la tierra", pero me aburrió un poco, a mí es que la literatura feminista... ni fu ni fa.

No quería dejar de decirte que eres un cabr... por refregarnos que tú te puedes permitir comprar quince libros de una vez, pero la verdad es que me da igual. ¡Yo la tengo más grande -aunque no la utilice-!

Y sí, la felicidad está en esas pequeñas cosas. Mi respuesta, si me preguntaran, sería que sí, que soy feliz. Al menos la mayor parte del tiempo.

Anónimo dijo...

Me alegra verte contento :)

Yo sí que opino que "Los pilares de la Tierra" es un buen libro, digan lo que digan. A mí me enganchó mucho, la verdad.

Y lo de los egipcios no lo comentaré. Todo esto de los extraterrestres me parece una paranoia. Además, ya te dije en otra entrada lo que pensaba sobre la visita de alienígenas a la Tierra.

Un besito,
Miri

Viajera solitaria dijo...

El de 1280 almas es sencillamente ... genial! Una obra maestra de la novela negra.

Un besito para todos.

P.D: sobre ET's mejor ni opino que con tanta tontería luego me entra acidez. ;)