Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

lunes, 18 de agosto de 2008

Lilit (y XI)


(Viene de aquí).

Por supuesto no maté a ningún demonio, y afortunadamente tampoco acabé con ninguna persona. Conmigo, en cambio, casi acaban el portero, sus amigos y cuanto cliente aficionado a la bulla estaba en Saurion esa noche. Para que no se me olvide aquel día en que perdí la cabeza conservo el recorte de un periódico:

Detenido un hombre en una discoteca por agredir a un empleado con una botella rota.

El agredido, portero de la conocida discoteca Saurion, se recupera de sus heridas. El agresor, al parecer con sus capacidades mentales mermadas, permanece hospitalizado bajo vigilancia policial ya que en la reyerta sufrió graves lesiones.

En la pasada madrugada, sobre la una y media, una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía se presentó en la conocida discoteca Saurion alertada por las llamadas de clientes y empleados. Posteriormente procedieron a la detención de A.N.P., quien no obstante fue trasladado al hospital Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, donde permanecerá hasta que su estado permita que sea puesto a disposición judicial.

Según testigos presenciales, A.N.P. atacó por sorpresa al portero de la discoteca con los restos de una botella rota, causándole graves heridas en la cara que han necesitado de numerosos puntos de sutura. En ese momento algunos clientes y otros empleados de la discoteca redujeron al agresor, quien a su vez sufrió diversas fracturas y contusiones durante el forcejeo.

Se da la circunstancia de que A.N.P., siempre según los testigos, gritó en el momento de agredir a su víctima "¡muere, demonio!", lo que hace pensar a los funcionarios policiales que el agresor padece algún problema mental.

Je je. Astutos los funcionarios policiales, añadiría yo.

Ahora, casi dos años después de aquello, estoy en disposición de decirles que sé con seguridad que Lilit nunca existió salvo en mi desquiciada mente. Sé que no existen los demonios y lamento mucho lo que le hice al portero. Le he enviado sentidas cartas de disculpa a través del abogado, pero nunca me ha respondido. No lo culpo por ello.

Desde que el juez ordenó mi reclusión aquí no he vuelto a ver a Lilit, salvo en algunas pesadillas, en las que por cierto ya no la veo tan irresistiblemente bella, sino más bien envejecida y repulsiva. Supongo que la repentina remisión de aquellas alucinaciones tiene mucho que ver con el hecho de no haber vuelto a probar una gota de alcohol.

Hay días en los que me duelen los huesos allí donde me los rompieron. Parece que no todas las fracturas han soldado bien, y menos mal que me extirparon la costilla astillada que amenazaba con perforarme un pulmón.

Ya he pasado esa fase depresiva que me tenía tan ensimismado y apático cuando llegué aquí. Admito que sufrí una leve recaída cuando Sandra me comunicó que estaba embarazada de su actual novio y que se iba a vivir a la ciudad de él, y que por lo tanto ya no me visitaría más. Me pareció muy triste eso, pero lo he aceptado.

Alberto, en cambio, no falta ninguna semana. Me trae libros que ustedes deben aprobar, y me consta -me lo ha contado un pajarito- que una vez le impidieron entregarme El Club Dumas, de Pérez-Reverte; y en otra ocasión fue La Sombra del Viento, de Ruiz Zafón, el libro vedado; e incluso le pusieron pegas para que me regalara el Fausto, de Goethe. No se preocupen, no tengo la menor intención de leer ninguno de ellos. Creo que ya hubo demonios suficientes en mi vida.

El doctor Ramos me pidió que al escribir mi recuerdo de los hechos no olvidara mencionar lo que siento ahora acerca de la bebida. Muy bien, esto es lo que pienso: no quiero verla ni en pintura, y pueden estar seguros de que seguiré tomando el disulfiram y no faltaré a las reuniones de Alcohólicos Anónimos en cuanto salga de aquí.

La doctora Alonso, siempre tan práctica, se interesa por mis propósitos familiares y laborales cuando esté fuera de este centro. Pues bueno, me gustaría empezar a estudiar la carrera de psicología, pero antes necesito un trabajo, y aceptaré lo que salga. Igual me da ser peón de albañil que repartidor de pizzas, lo que quiero es sentirme útil. En cuanto a la familia... Je, me da un poco de vergüenza hablar de ello, pero allá voy:

Durante este tiempo me he hecho muy amigo de la celadora Expósito, no sé si la conocerán. Es la que les dije que estaba dispuesta a llevarme a vivir con ella mientras consigo trabajo y hasta que pueda pagarme un alquiler modesto. Tienen que haberse fijado en Expósito porque es una morenaza guapetona y muy simpática. A veces fantaseo con la idea de formar una familia con ella, y tengo razones para pensar que esa encantadora mujer estaría de acuerdo, aunque entenderán que no entre en detalles íntimos.

He terminado de contarles todo lo que querían saber. Si todo va bien en menos de dos meses me darán el alta y quizá pueda empezar una vida ordenada y moderadamente feliz. Y quizá no esté solo. Permítanme finalmente que les cuenta una insignificante anécdota acerca de la mujer que amo, para que vean lo buena chica que es: yo siempre la llamaba Expósito porque ese es el apellido que lleva prendido en el uniforme, pero tras varios meses llamándola así llegó una tarde en que la interrumpí durante su merienda, y ella, con esa sonrisa de dientes blanquísimos que contrastan con el color de su piel, me dijo:

-Menos formalidades, hombre, que todo el mundo me llama Eva- explicó mientras me ofrecía una manzana que sacó de su bolsa de la merienda.


FIN

31 comentarios:

Anónimo dijo...

10.


MO.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Mwajajajajaja... Gracias, querida MO.

Anónimo dijo...

Muy buena, si señor. Aunque ya hemos hablado personalmente me reitero en público: me ha gustado mucho, pero quizás he echado en falta algo de sangre o sexo, tú sabes. Pero de verdad muy bueno.

Quebienmesuenatunombre dijo...

Hola. Dejo estas direcciones por si sirven de ayuda al protagonista del cuento. Para mi, todo lo que sea desenmascarar a esa pseudociencia que es la psiquiatría, mejor que mejor. Un saludo.

http://www.ccdh.es/

Y en esta otra también hay material bueno:

http://www.responsabilidadpsiquiatrica.info/Perversidad.php

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Javi, yo también me extraño ante la ausencia de sangre, sexo, y otros motivos para expeler fluidos. Me estoy haciendo viejo, tío.

Jack Blake, la semana que viene me voy a Ceuta por razones laborales, y será entonces cuando intente mirar esos enlaces, mientras estoy a salvo de una conexión a internet.

Anónimo dijo...

Oooh me ha encantado, muy bueno, sobre todo el final, exactamente el ultimo parrafo, es genial, tanto que me sacaste una sonrisa.

Eso si, me hizo falta un poquito de erotismo, de morbo, mas detalles en los encuentros entre Adan y Lilit, es que a mi esos relatos me fascinan, pero tambien se agradece el romanticismo mostrado por un tipo, enloquecidamente, enamorado.

Ahora, logicamente, y para disfrutarlo de principio a fin, me voy a leerlo de un tiron.


Paloma.

Anónimo dijo...

Veo que al bueno de Javi (el de la osera) tambien le hizo falta algo de sexo como a mi (sera que tenemos alguna necesidad insatisfecha?) En cambio, el que no recurrieras al texto sangriento y cruel para escribir un buen cuento me ha encantado.


Sitos miles.


Paloma.


Por cierto, me he quedado con ganas de mas.

Lola dijo...

Blake, visitando el primer enlace, en "¿Qué es CCDH?" me encuentro, apenas en el segundo párrafo, esto:

"CCDH (en inglés CCHR) fue fundada en 1969 por la Iglesia de Scientology"

Como suele decirse, "no haré más preguntas, señoría".

Lola.

Eva dijo...

Joder, me ha encantado.
Leo... ¡Me gusta más que mojar pan!
Es que no encuentro palabras para decirte cuánto, cuánto y cuánto.
Me gusta porque no es un final "Leónidas" precisamente. Por la ausencia de esos fluidos varios que mencionáis. Y no es que te hagas viejo, ni nada por el estilo (qué va). Porque has llevado la historia con buen ritmo. Porque has encajado la última pieza con... elegancia.
Sí, señor. Elegante. Ese es el palabro.
Olé por ti.
Esta historia es de esas que "se recuerdan". En lo que a mí respecta, lo has conseguido.
Besos.

Quebienmesuenatunombre dijo...

Si me permite el autor del blogger, quisiera decirle a Lola algo en lo que creo.
Creo en que la verdad será verdadera, la manifiesta quien quiera que la manifieste.
Soy por sistema un antisectas, de todas, incluso de la propia Clerical. Por supuesto que me abstendré y mucho de leer nada que elabore una secta. Pero, me importa un pimiento que haya sido la Secta de la Cienciología, la que haya tratado sobre la pseudociencia llamada psquiatría. Creo que, la psiquiatría, puede ser la secta más perjudicial que pueda existir y haya existido. Sigue leyendo y verás por qué, lo digo. Un saludo.

nomolamos dijo...

cojunudo final, como adelantaste el final no seria excesivamente apoteosico, pero creo que te has superado, mas porque es algo que ninguno esperabamos y mas porque el final de la celadora ha sido increiblemente bonita, y a la vez,ironica, jejjejejjej
me uno a MO. y un 10,
leo, genial genial....
besos mil

Lola dijo...

Blake, es cierto que la verdad es verdad la diga Agamenón o su porquero, pero también es cierto que una secta contará, o se inventará, la versión del cuento que más le convenga para vender su "salvación".

Qué casualidad, cienciología arremete con falacias contra la psiquiatría porque, si la malvada psiquiatría fuera cierta, entonces sería una alternativa muy fuerte a su método de auditación.

Antes de escribir mi comentario me molesté en leer más allá de donde ponía "cienciología". Siguen diciendo que los electroshock dejan idiota a la gente, pero no dicen que hace años que se dejaron de emplear porque, por suerte, la medicina avanza y encuentra tratamientos menos agresivos. No necesitan poner casos reales, les basta con inventarlos.

Te sugiero que leas todo lo que dice en este enlace, aunque con tu vehemencia, no creo que sirva de nada:

Operation Clambake

No estoy tan segura de que seas antisectas. Te has tragado con mucha alegría lo que te ha dicho una porque ha coincidido con alguna fobia tuya. Eso te convierte en carne de cañón, pero, ¡ey!, puedes estar tranquilo, que dices que eres antisectas y no te van a engañar.

Lola.

Anónimo dijo...

¡Enhorabuena!, has escrito un relato que has argumentado con mucha precisión. Me ha gustado mucho. No dejes de escribir.
Un saludo.

Quebienmesuenatunombre dijo...

Hola. Pido prestado este blogge, para contrarreplicar a Lola: Me importa un bledo la secta de la cienciología, tanto, que no me voy a molestar en traducir nada que provenga de ella. En cuanto al subtema de la psiquiatría. Quien escribe, sea de la cienciología o no lo sea, sea simpatizante, o sea lo que quiera ser, es alguien docto en la materia, pues escribe desde dentro. Quien escribe, es un expsiquiatra, o psiquiatra. Por supuesto, no es español. Tal vez pienses que hoy,aqui en España, ya no se aplican los electochocs, y no se inyectan y no se administran involuntariamente venenos invalidantes fisica y psicológicamente, bajo el amparo de la psiquiatría. Pero, veo que estas erroneamente equivocada. Te vendría bien documentarte adecuadamente antes de... A no ser que seas adicta a esa, para mi, secta, llamada psiquiatría. Un saludo.
Pd. Pero no me interesa nada de ninguna secta. Es más las odio a plena voluntad.

Lola dijo...

Vaya, te has cabreado, Blake...

Así que no piensas leer mi enlace porque eres muy listo y a ti no te engañan, pero yo sí he leído los tuyos y me insistes en que me documente porque sabes, tú sabrás como, que o soy una indocumentada, o soy seguidora de eso que tú calificas de secta.

No haré más preguntas, señoría.

Lola.

Yamil dijo...

Al final salió Eva en la historia.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Hola, amiguitos.

Paloma, Nomolamos, Blanca: gracias.

Eva, imprimiré tu comentario y lo llevaré siempre en la cartera, para masturbarme leyéndolo en cualquier momento y lugar.

Lola, mira que te va la marcha, eh...

Osiris, sí, al final apareció Eva... O eso cree Adán, ¿no? (Mwajajajaja...)

Anónimo dijo...

Yo te otorgo un 2 Leonidas,
un punto por tan buena ortografia y otro por el buen uso del sintaxis, mas no te mereces.


Cris.

Anónimo dijo...

Felicidades te has superado a ti mismo :-)

Me ha gustado de principio a fin y mira que la falta de sangre lo ha hecho mejor. Por cierto que el detalle de Eva le ha dado el toque Leonil que te distingue.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Bueno, Cris, algo es algo. No creas que yo me daría mucho más.

Diana, me alegro de que te haya gustado.

Javi dijo...

Quería leer el final de Lilit y lo he leido. Bueno, ahí va mi crítica (para que luego me llames pelota por concederte premios que te mereces)

En primer lugar me alegro muuuuuuucho que hayas roto la tónica del final "sorpesa", gracias a esto has logrado sorprender con el final. No obstante ha pasado lo que me temía. Supuse (sin demasiado fundamento, lo reconozco) que busacarías una salida que dejara clara tu filosofía escéptica, pero también pensé que nos sorprenderías con algo innovador. El recurso de la locura o el alcohilismo me parece manido y solo lo disculpo porque yo tampoco soy capaz de pensar en algo mejor.

Por otro yo no he echado de menos, en absoluto ni el sexo ni la violencia, todo en su justa medida y muy de acorde con la idea del relato que, por otro lado, es coherente, preciso y correcto tanto en redacción como en gramática y ortografía (no podía ser menos de mi ortografista favorito)

En total te pongo un 7, porque pierdes 3 puntos por el final, que no me convence, pero reconozco y repito, que esto puede verse como injusto pues yo sería incapaz de mejorarlo.

Un saludo y volveré

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Desde luego, no hay finales para todos los gustos, Inconformista.

Estoy de acuerdo contigo en lo que dices de que la locura es un tópico muy manido para justificar los fragmentos asombrosos en un relato. Prometo esforzarme por ser más original, pero te advierto que por muy trillado que esté el campo de la locura a mí me sigue resultando atractivo.

Hay otra cosa que te quiero comentar detenidamente. Dices:

"Supuse (sin demasiado fundamento, lo reconozco) que busacarías una salida que dejara clara tu filosofía escéptica".

Puede que tú veas clara mi filosofía escéptica en este relato porque me conoces, pero yo he querido jugar a la duda, y he dejado alguna puerta abierta para que el lector piense lo que más le apetezca, aunque admito que he dado más pistas para pensar en escéptico que para lo contrario. No obstante -y aquí es adonde quiero llegar- a la hora de escribir un cuento no hay que permitir que el escepticismo sea un obstáculo. El escepticismo, tal como yo lo veo, abre puertas, no las cierra. Por eso, cuando de escribir ficción se trata, no veo nada de malo en hablar de demonios, fantasmas, telepatía, o lo que se nos ocurra. Para eso está la ficción, y por imaginar que no quede, siempre que mantengamos los pies en el suelo.

20 de agosto de 2008 16:00

Javi dijo...

Justo a esto me refería al decir que no había demasiado fundamento.

De hecho el cuento podría haber acabado en una dimensión desconocida e incluso dando vueltas al rollo "matrix" (nuevamente finales manidos)

Estoy de acuerdo en que no tenía porque tener un "final escéptico", precisamente por su condición de cuento (ficción), pero tenía esa intuición, mira.

Carabiru dijo...

Genial Leo, sencillamente genial.

Y quizá no diría esto si no fuese por el último párrafo, que ha sido la guinda del pastel.

;) por cierto, muy bien elegido el apellido de la celadora.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Gracias, Carabiru. Jejejeje, pensé que nadie se daría cuenta del detalle de ese apellido. Me encanta que te hayas percatado...

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Carabiru, me he quedado dándole vueltas y cuantas más vueltas le doy más me gusta que te hayas fijado en ese detalle del apellido. Déjame decirte que fue uno de esos detalles que en ocasiones de inspiración dejo caer a pesar del convencimiento de que nadie se dará cuenta de ello. Tú me has hecho ver que vale la pena dejar esos guiños al lector avispado.

Me has emocionado, coño. Con lectores así da gusto.

Anónimo dijo...

Leo, no tengo tiempo para leermelo ahora (de hecho, no tengo tiempo ni para comentar en blogs...)

merece la pena que cuando vuelva de hacer mis exámenes eche hojas atras tu blog y me lea las once partes o podre seguir con mi feliz existencia sin haber leído esto

se sincero, merece la pena??

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

No, Víctor, no merece la pena. Ni esto ni ninguna otra cosa que yo escriba. En serio.

Anónimo dijo...

eres un flipao, estas cosas se avisan antes... (y ahora me dirás que ya lo avisas en tu perfil y bla bla...)


(sabes entonces que lo acabaré leyendo)

Aurora dijo...

Me ha encantado. Aunque como ya te dije, mis sospechas se han cumplido y me ha dejado igual que el libro que te mencioné, con mil preguntas sin responder. Y precisamente por eso me ha encantado.
Y disculpa si te molesté al meterte prisa, pero es que me iba de vacaciones, no iba a tener un ordenador cerca, y estaba ansiosa por acabarlo. Espero que ya te hayan puesto las prótesis y puedas utilizar tu polla para otros menesteres.
Saludos.

Anónimo dijo...

este cuentito me lo lei hace rato. pero no lo crei tan meritorio para decir algo. ahora lo hago pero solo para decir que la sarta de mamonadas de tus amigas las comepollas me dan asco.

mtekila