Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

domingo, 1 de marzo de 2009

La mujer que cumplía años sin que nadie se acordara


A veces me acuerdo de algo que me pone un poco triste. He conocido a dos o tres hombres que trabajaban a tiempo parcial como gigolós, compaginando esa labor con la profesión militar, y uno de ellos me contó alguna de sus jornadas prostituyéndose.

Se trataba de un muchacho de unos veintipocos años, bastante cabeza hueca y maleducado. En cuanto obtuvo el carnet de conducir se compró un enorme cochazo, de marca BMW creo. Apenas podía pagar la gasolina que consumía ese caro trasto, pero la gente como él da mucha importancia a las apariencias y supongo que un utilitario normal le parecía poca cosa para su excelsa persona.

Como todos los de su calaña se pasaba muchas horas en el gimnasio levantando pesas y haciendo posturitas ante el espejo. También se hormonaba, claro. Ni por esas llegó a tener un cuerpo atractivo, el pobre diablo. E intelectualmente ni hablemos. Como soldado era vago, incompetente e indisciplinado; como persona era vacuo, simplón y grosero. Hoy en día, por cierto, es guardia civil, ¡pobre Benemérita, qué de escoria ha entrado en tus filas en los últimos años!

Un día nos contó a unos cuantos, muy ufano él, que tenía una cliente fija, una señora de bien pasados los cuarenta que se había encaprichado de él. No follaban, tan solo salían a cenar juntos y cosas así, románticas si no fuera porque la señora, además de pagar las cenas, tenía que abonar la compañía de este tipo. Nos decía el puto que la última vez que estuvieron juntos la cliente le había dado un dinero extra, porque a la semana siguiente era su cumpleaños (el de ella) y quería que alguien la invitara a cenar y le hiciera un regalo como si fuera una sorpresa para ella.

Poco, muy poco, pero algo me entristezco cuando pienso en esto, y deseo que a esa desgraciada señora le vayan mejor las cosas y no tenga que pagar para que alguien se acuerde de su cumpleaños. Y también —llamadme mezquino— deseo que al gigoló le vaya muy mal en la Guardia Civil.

21 comentarios:

marmotilla dijo...

Esto es lo más triste que he oido en mucho tiempo (bueno, en realidad, no en tanto tiempo; pero es muy triste).

Uno de mis pequeños terrores es acabar así algún día, pagando para que alguien recuerde mi cumpleaños.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

¡Anda ya, Marta! Bien sabes que tú no podrías acabar así, ni aunque te esforzaras por conseguirlo.

(¿Puedes creerte que mientras comentabas yo estaba hablando de ti con otra persona?)

Gerardo dijo...

Pobre señora, sí que da pena. Conozco a alguien, sin descendencia, que me confesó su pavor a morir cuidado por extraños. "No por manos mercenarias, no por manos mercenarias". Fue hace años, pero joder cómo se me quedaron grabadas sus palabras.

MASK dijo...

Coño Kowalski, has conseguido terminar de joderme la tarde. Es casi tan triste como ver de la manera como suelen terminar los tíos como el prostituto picoleto.

Anónimo dijo...

Es triste estar solo, pero más triste es estar con alguien que no te quiere.

kitty_wuuuu dijo...

¿Es tu cumpleaños o algo?

Anónimo dijo...

A mí nunca me han gustado los saluditos de feliz cumpleaños, los aborrezco, tanto que cada año al acercarse la fecha ruego para que nadie se acuerde de dicha festividad, y no es por agregarle un años más a mi calendario, pues, por ahora, eso me da igual, sino más bien por que me recuerda a una niña que siempre soñó con una fiesta de cumpleaños, un obsequio, un abrazo de su madre, o un tirón de orejas de su padre, como solía hacerlo en cada raund de cariño, un saludo de su hermana, algo, lo que fuera, quizá una simple sonrisa en la que se debujara un ápice de ternura e interés hacía ella le habría bastado, pero como siempre... nunca obtuvo nada.


Pues eso, ya puedes llorar.

Alelí.

Anónimo dijo...

Pues yo estoy por pagar para que nadie se acuerde del mio. Estoy un poco harta de la típica postal:

Pa tos, pa ti...pa tos la cerveza, pa ti la cuenta y un gran tirón de orejas.
Y mis amiguitos pasan ya los treinta pero son así de majos.

modesus dijo...

Pues la pobre mujer al menos tiene dinero,hay otras personas que no tienen ni para pagarse un puto.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Gerardo:

"No por manos mercenarias..." Perdona si te parezco superficial, pero me ha encantado esa manera de decirlo. Espero que alguna vez, en privado, me cuentes la historia completa. Intuyo que se trataba de una persona especial.

MASK:

Nada más lejos de mi intención que amargarle la tarde dominical a mis escasos lectores. Estaba frente al ordenador, me acordé de la historia y los dedos se me fueron al teclado. Discúlpame.

Pajeú:

Te has ganado un premio al mejor tópico.

Kitty:

No, no lo es, graciosilla.

Alelí:

Tú, al contrario que yo, sí quieres joderle el domingo a la gente...

Anónimo:

Tus amigos dan pena, en serio.

Modesus:

Bueno, el dinero no debería servir para eso, pero hay que reconocer que en determinadas circunstancias puede aliviar los males del corazón. Es verdad que peor sería querer compañía de pago y no tener con qué pagarla, pero lo ideal sería ir por la vida sin esa necesidad de compañía mercenaria.

Anónimo dijo...

Memorias de un Geisho..., uf como estan los cuerpos.
Que pena lo de esa mujer.

Aurora dijo...

A mi lo de la mujer me ha dado pena, pero tu puntilla final para él me ha encantado, así que he acabado riendo.
Joder, que insensible soy a veces, coño!

Rocket dijo...

Estimado Leónidas,

No sé, no sé, algo en el relato me huele a fosfatina. La señora se encuentra tan sóla que tiene que recurrir a un gigoló para que le felicite el cumpleaños, y además, la pobre, se lo lleva de cena... ¡¡¡¿¿¿???!!!

No dudo que sea cierto, aunque algo no me encaja con mi "visión femenina". Me da la sensación que: o el sujeto en cuestión (ostiable en toda regla) contó una versión "parcial" de los hechos, o la señora no era ni tan inocente ni tan timorata como podría parecer.

Gato, gato...

Saludos,
Rocket

kitty_wuuuu dijo...

A mí lo que me parece raro es que la tipa, viviendo en el planeta tierra ( sí, ¿no?) y teniendo pasta estuviera sola... Qué cosas, cada día me sorprendes...

annabel dijo...

Estoy de acuedo con Rocket,
algo no cuadra.
Demasiado victimismo por parte de la señora, quizás me esto inmunizando frente a las apariencias.
Cumpleaños, 14Efes, Santorales...
¡Que asco de fechas!

Me salió un pareado :)

Anónimo dijo...

Pues a mí me resulta triste, pero quizá no tan extraño. Conozco más de una persona de cuyo cumpleaños no se acuerda nadie, gente que se envía sus propias postales, que se deja notas de afecto, hasta que se dedica entradas en un blog desde otro, haciéndose pasar por una tercera persona... Todo por engañarse y no sentirse tan solo, aunque sea por unos momentos. La soledad es la plaga del Occidente del siglo XXI... Estas historias son lamentables, pero más lamentable es eso, que no son tan raras...

Un abrazo, y que sepas que sigo leyéndote, aunque ya no comente a menudo.

Miri

Anónimo dijo...

Y si la señora se beneficiara al benemérito mastuerzo, ¿también te daría penita? ¿o entonces ya pasaría a la categoría esa con la que el que suscribe clasifica a las mujeres?

Lo penoso de esta historia es la inversión en un gigoló cachocanne, que además de feo, es tonto...

Naaa ¡algo tendrá!
(no te lo ha contado todo)

MASK dijo...

Lo que pasa es que la soledad no deseada me resulta especialmente triste.
Hacía mucho que no leía la expresión "mastuerzo", que hace años se empleaba bastante en algunos pueblos de Extremadura para referirse generalmente a gilipollas y similares. Me imagino a este tipo en pelotas con el tricornio cacheando a la buena señora,........Arto a la guardiasiví!!!! MWHAHAHAHAHAHA

Anónimo dijo...

Has escrito gosolina en lugar de gasolina, corrígelo anda.

Anónimo dijo...

Pues en Extremadura no sé, MASK, pero en mi casa se dice mucho.

Puestos imaginar, hasta me lo imagino sin tricornio, pero eso sí, con su arma no-reglamentaria apuntando a la señora, jijiji.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Hola a todos.

Mondéjar:

La historia que enlazas es más habitual de lo que se piensa, al menos en las FAS. El fallo de la protagonista de ese artículo es que se pasó de descarada.

Aurora:

No era esta una historia para reír, pero me alegro de que lo hayas hecho a pesar de todo.

Rocket:

A mí no me parece tan extraño. Piense en la protagonista como una mujer fea y sin familia, y seguramente todo le cuadrará más. Conozco a más de una dama de esa edad que si no están solas es simplemente porque son bellas aún, pero ya veremos dentro de diez años... Alguna ya intuye lo que le espera, y cuando se emborracha hasta se atreve a hablar de ello.

En cualquier caso hay que contar con la posibilidad de que el relato del puto fuera falso, claro.

Kitty:

Nadie dice que tuviera pasta. Una profesional que vive sola bien puede despistar parte de sus ingresos para pagar algo de compañía ocasional.

Annabel:

La señora no se hacía la víctima, creo yo. Somos nosotros quienes la victimizamos al ver el lado triste, que tal vez ella ni siente ni sospecha.

Miri:

Gracias por seguir ahí. Es bueno saberlo porque la mayoría de mis tres lectores (o cuatro) se van renovando periódicamente (pero no aumentan), y me alegra saber que alguno se mantiene firme, incurriendo contumaz en la lectura de DCC.

Los casos que cuentas me han parecido impresionantes, ¿a ese punto llegan algunas personas? ¡Con razón hay tanta gente que se sorprenda de que viva solo!

Hoy mismo he sabido de otro caso similar: una señora sexagenaria que llama a un taxista concreto para que le dé una vuelta sin destino mientras ella le cuenta sus cuitas. Después el taxista la deja en casa, le cobra la carrera y todos tan contentos. Es asombroso.

Curiosísima:

Sí, me seguiría dando la misma pena que esa señora se follara al mastuerzo por no sentirse tan sola, y no por eso la consideraría una puta. Putas son las que cobran por follar; las que pagan son unas tristes desgraciadas. Y putos son los que cobran; los que pagan son unos infelices. Y te lo digo yo, que de eso sé mucho.

Anónimo:

Corregido. Grocias.