Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

viernes, 3 de abril de 2009

Eduardo y Mia Scarpitta. Historia de una relación tormentosa


A la madre de Mia nunca le gustó Eduardo, ni ninguno de los que son... así, como es él.

A pesar de los reparos de su madre la pequeña Mia se enamoró perdidamente de Eduardo. Ella pertenece a esa clase de personas que parecen gozar contrariando a sus padres.

Eduardo también adora a Mia, aunque a veces se sienta un poco agobiado por las desaforadas muestras de cariño que su amada le prodiga —¡iiiii!, ¡iiiiii!, ¡iiiiiiiiii!—. En esas ocasiones Eduardo no quiere abrazos ni mimos; tan solo anhela un mundo extenso por el que correr.

A Mia le cuesta entender eso y contempla con tristeza e impotencia la fuga temporal de Edu.

Eduardo volverá. Volverá si no lo atropellan ni lo envenenan. Mientras tanto sed pacientes con él, como él lo es con Mia:


—¡Eduardo! Bsbsbs...— dice la madre de Mia.

—Sí, sí, esperadme sentadas— piensa Edu, aunque no lo dice porque, como a todos los gatos, no le gusta herir los sentimientos de nadie.

(Por alguna razón, mientras escribía esta tontada, he pensado que en mi último momento de vida me gustaría tener la cabeza limpia de otras cosas y poder dedicar los últimos segundos a recordar algo como este vídeo. Así, tan tierno, tan inocente, tan... tan gusiflúkico).

4 comentarios:

Adrián dijo...

lo tuyo con los gatos roza la zoofilia, y el masoquismo, !la felación de un gato¡ uf

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Lechuga, intenta usar el lenguaje adecuadamente. Las burradas sobran, y ya que te has animado a empezar otro prescindible blog procura, al menos, escribir con corrección. Gracias.

Rocket dijo...

Estimado Leónidas,

Jajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajja

Procure que nuestro querido Gusifluky no vea este vídeo, o si lo hace suminístrele un tila, no creo que le haga mucha ilusión.

Y sí, supongo que son éstas las cosas en las que verdaderamente merece la pena pensar antes de...

Saludos,
Rocket

Pajeú dijo...

¿"(...)sed pacientes con él, como él lo es con Mia:"?

¡¡ Y yo que pensaba que tanto hablar de gatos y Gusifluky y más gatos era porque tenías un elevado grado de conocimiento al respecto de los susodichos !!

¿Paciente Eduardo? No. Perdona, pero no. Al pobre bicho no le quedan más cojones que aguantar que una mocosa lo zarandée, le tire de las orejas y otras cosas más a cambio de un cojín mullidito donde dormir y algo de comida medio-decente que comer (venga, y siendo generosa, incluyo: y recibir alguna que otra caricia).

Si te pararas a escuchar las conversaciones que suelen mantener los gatos a la luz de la luna, podrías escuchar cosas como éstas:

gato 1: - ¿Qué, niña? ¿cómo lo llevas?
gata 2: - Fatal, el "rey" de la casa ha empezado a andar, y no hace más que perseguirme para cogerme de la cola y las orejas, y me tiene el pelo como un estropajo de tantos tirones y babas.
g.1: - Joder, chiquilla, sí que lo llevas mal.
g.2: - ¿Y tú?
g.1:- Psss, oyéndote a tí, pues no me puedo quejar. Tengo un amo que me deja hacer lo que me viene en gana, me acaricia, me habla, me alimenta,..., aunque a veces pienso que no tiene que estar muy bien de la cabeza.
g.2: - ¿Por?
g.1: - ¡Coño, porque el tío va diciendo por ahí que soy su hijo, que piensa que sé leer y que estoy aprendiendo a escribir !!!!
g.2: - Maramamiauuuuuu !!!!!!
g.1: - Eso mismo maullo yo.

Si ya lo decían en Los Aristogatos: "Yo lo que quiero ser es ser un gato arrabalero".

Un SoSo, coraSón.