Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

lunes, 20 de abril de 2009

Hace unos dieciocho años...


...no sé en qué estaría pensando aquella noche, no lo puedo recordar. Sí sé que el ambiente era tétrico, como le gusta a los cristianos. Todo estaba en penumbra aunque había unas pocas velas encendidas en la capilla, y desde las paredes me contemplaban personas agonizantes y hombres crucificados en cuadros y vidrieras. Todo muy del gusto cristiano, con gente herida y sangrante que tiene gestos de dolor y miedo. Una cultura de la muerte y del sufrimiento que se parece mucho a mis "Cuentos que no contarías a tus hijos". Con la salvedad de que yo tengo claro que mis cuentos no se deben contar a los niños, y vosotros, cristianos, queréis que todos los niños participen de ese gusto escatológico.


Harás bien, cristiano, en no seguir leyendo, porque voy a contar algo de lo que no me siento orgulloso, pero que tampoco considero una profanación como te podrá parecer a ti. Fue una reafirmación. Una reafirmación irreverente y del todo innecesaria, pero no una profanación para mí, aunque desde tu punto de vista lo sea.

Aquella noche de hace tanto tiempo me colé indebidamente en un lugar que tú llamarías sagrado. Yo entonces tenía dieciocho años menos y me faltaban doce kilos para tener mi peso actual, pero tenía a cambio unos cuatrocientos litros más de insensatez, porque valor no lo puedo llamar.

Me di un paseo por tu sacro territorio, mirando imágenes de obscena crueldad que no tenéis en cuenta cuando se os llena la boca hablando de proteger a los menores, ¡hipócritas!

Cuando me aburrí de ver trágicas advertencias fui un paso más allá y me metí en ese cubil que llamáis confesionario, en el lugar que normalmente ocupa el cura. ¿Era yo entonces el intermediario entre vuestra divinidad y los mortales? ¿Era el demonio quien me hacía obrar así, usurpando el papel de los ministros divinos? No, claro que no. Era tan solo un chaval fogoso y hastiado de mentiras.

Y una vez en el agujero donde tantos pecados se habrían absuelto con oraciones, decidí masturbarme. La carne sobre el espíritu, la verdad de nuestro sexo sobre la mentira de la religión, el placer sobre el pecado de Onán...

Sí, no es para sentirse orgulloso, lo sé. Pero a día de hoy aún no me ha fulminado un rayo enviado por vuestro dios.

26 comentarios:

kitty_wuuuu dijo...

¿A dónde fue a parar el chorrete?

Eva dijo...

Buena pregunta te plantean, juas.
Muy interesante la historia, Leo.
Hoy justamente cumple mi hijo siete años. Mi madre sigue dándome la tabarra de vez en cuando con que lo bautice (ni harta a vino, madre).
Lo bueno de perder la capacidad de cometer insensateces, es... es... ¡Algo bueno tiene que haber!
Que piense otro, que me duele la cabeza.
Ya sabemos todos que será un castigo divino, cuando te fulmine un rayo.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

No recuerdo el final del "chorrete", como dice Kitty. Creo que esa paja no me la terminé, pero la verdad es que no puedo estar seguro. Lo ideal hubiera sido derramar el "chorrete" en el cáliz, pero no llegué a eso (lo recordaría).

Eva, deja que ese crío crezca y decida por sí mismo. Te animo a seguir así, y no por ti ni por mí, sino por él. Merece que le dejemos elegir.

Eva dijo...

Eso mismo mantengo. Que decida él, cuando tenga el conocimiento suficiente para hacerlo. ¿A qué es fácil de entender? Pues para muchos, no.
Hoy no lo harías. Probablemente tengas algo que se llama respeto. Hasta con quien no es capaz de pagarte con esa misma moneda.
Que no recuerdes exactamente dónde dejaste algo "tuyo", deja claro que lo importante del acto era hacerlo y lo que significaba.
¿Ha visto el tiempo alguine? ¿Tormentas para los próximos días?

Eva dijo...

Ups. Alguien. No alguine. ¿Ese quién es?

Anónimo dijo...
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Neko dijo...
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Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Ácrata, yo creo que lo más sencillo es pensar que no recuerdo detalles porque han pasado dieciocho años, y en ese tiempo me he hecho muuuuchas más pajas. No busques misticismos donde no los hay.

Neko, me interesa mucho lo que has contado. ¿Puedo saber si te excitaste con aquel beso?

Anónimo dijo...
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Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Mondéjar, incluso en los casos en los que la Iglesia no hace daño (que admito que pueden ser muchos), lo cierto es que es prescindible. Y si de Iglesia hablamos (y no de religión) también cabría decir que toda Iglesia es tendenciosa, ¿y cómo estar seguro de que no te ha marcado?

Dices que para los pequeños es más fácil dar respuestas desde la religión, y en eso estoy de acuerdo. Es más, también es más fácil dar respuestas religiosas a los adultos. La cuestión es: ¿quieres para tu hijo lo más fácil o lo mejor? Yo creo que cualquier padre sensato responderá que quiere lo mejor, y eso nos lleva a otra pregunta: ¿es lo mejor la religión?

Mi respuesta a esa pregunta es un rotundo NO.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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la doctora yvonne dijo...

Aprovecho para recordar, en voz alta, un episodio penoso que me ocurrió cuando tenía unos quince añitos. En ese entonces, todavía era medio lelita y me sometía a clases de catecismo a razón de una vez por semana, en una casa llamada "Lantana", destinada a chiquillas adolescentes seleccionadas por el Opus Dei de mi país. En aquella casa, a la que íbamos los viernes luego del colegio, nos enseñaban a cocinar galletas y luego nos adoctrinaban. La jornada finalizaba con una visita al Padre Enrique, quien nos confesaba. Cuando ya había dicho algunos de mis pecados, el Padre Enrique me preguntó "¿algo más?". Y yo, en mi timidez le dije algo así como "sí... errr....". "¿Te masturbas?", me preguntó el piadoso hombre. Me puse colorada, muy colorada. No me animé a responder, ya me salvaría aquello de "el que calla otorga". Y el Padre Enrique, un hombre joven, soberbio, y -pienso hoy- poco inteligente me espetó: "¡Atorranta!"

Rocket dijo...

Estimado Leónidass,

Coincido con Mondejar, tras haber pasado toda mi infancia y adolescencia en un colegio de curas, yo no tengo sino buenos recuerdos. Me reconozco agnóstico que, supongo, es la forma politicamente correcta de decir que perdí la fé. Pero no soy excesivamente agresivo con las creencias ajenas, piense cada uno lo que quiera y siga el rito que prefiera.

Un cosa es religión, otra cosa es iglesia y otra fé. Conceptos que no siempre tienen que ir unidos.

Recuerdo que en los Maristas (mis curas) lo de masturbarse era algo que se daba por sentado, te ibas a confesar y llegado el momento decías aquello de "Padre, me masturbo con frecuencia... con mucha frecuencia", el sacerdote, sobre todo si era de la "nueva ola" te decía aquello de "Ya Rocket, ya supongo, moderación hijo, moderación, pero y ahora cuéntame, ¿tienes pecados de verdad, envidia, pereza, soberbia?".

Con el paso de los años aprendes que es verdad, que esos son los pecados que hacen que este mundo sea, a veces, una mierda pinchada en un palo. Lo de pelérsela uno como un mandril no creo que afecte demasiado en el balance pecaminoso, la verdad.

Saludos,
Rocket

Lady Pirata dijo...

¿Y no te has quedado ciego?

Un graffiti, Kitty, hizo un graffiti con el chorrete.
¿No habrás visto demasiadas veces "Algo pasa con Mary"?
Ni que eso fuera una manguera.
No es cierto, a no ser que lo hiciera en el confesionario de GH.
Todo os lo creéis. Demasiada Fe, supongo.

http://www.youtube.com/watch?v=rACFFT1U2uw

Minuto 1, que todo hay que daroslo mascao.

Quebienmesuenatunombre dijo...

Hola. Pasaba por aqui, como lo hago de uvas a peras, simplemente por aburrimiento. Y me dije que, nada mejor que sermonizar este blasfemo bloge, con una docta y humilde opinión. Desde luego, el post, en su contenido y forma, es surrealista e irreal. Ni siquiera podría catalogarse de metáfora. Es una incongruencia moral, de alguién que pretende declarar amoral la religión cristiana. Desde que tengo uso de razón, cosa que conseguí a los catorce años, o antes, mucho antes, cuando me encantaba mirar el culo de las señoras, mientras imaginaba sus nalgas desnudas y su cosa peluda, o no, pero si tibia, suave y fluida. Como dijo Jesucristo, según la Bíblia, obra erótica y creativa, además de prolíficamente generadora de generaciones y generaciones, hasta llegar a la Tierra Prometida. Logicamente fornicando unos con otras y viceversa. Pues bien, como dijera el sabio maestro bíblico: Perdonalos, porque no saben lo que hace. Eso mismo te diría yo. Perdonad al autor, porque no es una blasfemia lo que cometió masturbandose ficticiamente, literariamente en un confesionario, sino que su acto se encuadraría en una guarrada auténtica, proclive hacía la adquisición de miasmas a través del pene. Porque, los virus de un confesionario, donde, tal vez, su oficial inquilino, hiciese eso que hizo el Leonidas, infectasen su órganillo genital. Vamos que, desde mi humilde punto de vista, no creo que lo hiciese, pero si lo hizo, higienicamente reprobable. Contagiosamente rentable para los fabricantes de medicamentos contra los virus del confesionario. Resumiendo, una guarrada sin cabeza, propia de un cabeza de chorlito. Y por último, una pregunta. ¿Si los confesionarios te ponen, no será que tu vocación era la de cura? Guarro. Je,je. Te faltó decir como dicen los curas, no haced lo que hago, sino lo que digo. Un saludo.

Quebienmesuenatunombre dijo...

Perdón, me salí tanto por las ramas que olvidé decir que, desde que tengo uso de razón, no he vuelto a pisar una iglesia o una catedral, nada más que con el ánimo de contemplar su arquitectura de siglos y siglos. Vamos como una joya arquitectónica del pasado. Como reflejo de lo que es: el discurrir de la historia del arte. Perdón. Pero es que tanto serrín en cabeza ajena, ya me desquicia y pierdo el hilo del sermón. Otro saludo.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Es una lástima. Tanto que decir a vuestros comentarios y tan pocas ganas de hacerlo.

Ya discutiremos en otra ocasión, y conste que si no lo hago ahora es por falta de ganas, pero no de argumentos.

Neko dijo...
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Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Bueno, ya no me puedo aguantar más. Neko, ¿eres la Neko amiga de la Emperatriz de Belsan o eres otra Neko?

Si eres la primera Neko me alegro de que hayas dejado atrás la agresividad habitual con la que me tratabas, y si eres otra Neko pues nada, un placer tenerte por aquí.

Neko dijo...
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Neko dijo...
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Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

No sabes cuánto me alegro de que seas quien eres. Te noto muy cambiada, y me gusta. A tu edad cada año puede suponer grandes cambios, y en tu caso se han notado.

Cuando quieras cuéntame qué es de tu vida.

Neko dijo...
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Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Igual es que estás usando la antigua cuenta que me robaron. Prueba con la que tengo en mi perfil para el MSN. Si tampoco te marcha escríbeme a cualquiera de las dos cuentas que muestro y me pondré en contacto contigo para buscar una solución entre los dos.

Anónimo dijo...
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