Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

domingo, 31 de mayo de 2009

Abran los ojos, señores


Se creen ustedes —dichosa ingenuidad— que sus esposas, parejas, novias o como cojones las quieran llamar, no los traicionarían por otro hombre. Es cierto que no lo harían por otro hombre cualquiera, pero si ese otro tiene más dinero que ustedes o una posición social de mayor poder ellas no dudarán en cambiar de pareja. Si esto no ocurre con más frecuencia es, sencillamente, porque sus esposas, parejas, novias o como cojones las quieran llamar son unos adefesios en los que no se fija nadie salvo ustedes, y ustedes las han aceptado porque tristemente no pudieron escoger una mujer más bella y hubieron de conformarse con el baratillo que les dejaron los ricos y los poderosos.


Aceptar esto es doloroso, y se parece mucho a cuando descubres que no existe dios alguno; al principio duele y te sientes desconcertado, engañado, estafado; pero luego empiezas a comprender la belleza que radica en una naturaleza tan egoísta: ellas buscan lo mejor para asegurar la supervivencia de su progenie y nosotros lo mejor para aumentar el número de la nuestra, por eso ellas buscan dinero o poder y nosotros buscamos variedad de coños. Hay que aceptarlo sin ofuscarse.

Yo reconozco que aún me rebelo a veces contra esa naturaleza implacablemente sabia cuyo fin es perpetuarse, y es en esas ocasiones de infantil intransigencia cuando sufro los ataques de misoginia. ¡Pero no! Debemos ser fuertes a la vez que humildes y asumir de una vez por todas que ellas son tan zorrones como nosotros follarines de la pradera, y ni es culpa de ellas perseguir a millonarios ni es culpa nuestra dejarnos llevar por el aroma de un coño nuevo. Lo que es antinatural es enamorarse, eso sí que es una perversión. La Organización Mundial de la Salud debería dejarse de hipocresías y reconocer sin complejos que el enamoramiento es una enfermedad, una enfermedad peligrosísima que frecuentemente deriva en depresiones, adicciones a drogas y suicidios.

Volviendo al principio: la mayoría de ustedes van tan felices por la vida —pena me da verlos— creyendo que sus esposas, parejas, novias o como cojones quieran llamarlas los quieren mucho. Su orgullosa ceguera no les permite ver que son solo herramientas en manos de las mujeres, y que como tales herramientas son fácilmente sustituibles, e incluso deseablemente sustituibles por otra herramienta mejor. ¿Y qué entiende una mujer por una "herramienta mejor"? Pues cualquiera con más dinero, más posesiones o más poder que la actual que tenga por pareja. No se trata de maldad; la bondad y la maldad son conceptos abstractos inventados por la retorcida mente humana que no tienen cabida en la Naturaleza. ¿Es mala, acaso, la araña que atrapa una mosca? ¿O es malvado el león que devora un ñu? No, claro que no. Pues igualmente no puede ser mala la mujer que siguiendo el dictado de sus genes sueña (y frecuentemente logra) abandonar a su mediocre esposo por otro con mayores posibles. Ahora miren a su alrededor y hagan una estimación de cuántos hombres podrían ser "mejores herramientas" que ustedes, pero háganlo con honestidad, sin caer en errores como "yo soy más guapo" o "más inteligente" o "mejor amante" o "más comprensivo"; esas ñoñeces no les interesan a ellas. Miren a su alrededor y evalúen datos objetivos y materiales como qué hombres tienen una casa más grande que la suya, un coche más caro, un sueldo mayor o unas tierras más prósperas; eso es lo que ellas tienen en cuenta. Parece preocupante, ¿verdad? Pues no lo es tanto, porque también podrán evaluar qué hombres están en desventaja frente a ustedes, y siempre pueden consolarse sabiendo que cualquiera de las mujeres de ellos están a la disposición de ustedes. Ahora bien, lo habitual será que a ustedes no les gusten las mujeres de esos desgraciados, y eso no es casual: si se tratara de mujeres bellas, de esas que todos deseamos, no se habrían emparejado con unos parias.

Todo esto no es malo ni bueno, simplemente es. Yo, que soy otro paria, pero un paria orgulloso, voy a seguir solito con mi gato Gusifluky, porque ni me van las sobras ni acepto premios de consolación.

30 comentarios:

Blanca dijo...

Hola, me encanta cuando hablas con lógica Leo. Esta claro que si te puedes permitir una vida más cómoda, sería de idiotas no aceptarla, partiendo que la duración del enamoramiento tiene caducidad, es un flas, que en unos meses se anula por el apagón.No es mala idea quedarse solo con gusifluki, en el tema convivencia y alternar con algo más sustancioso, ¡ya sabes! .

kitty_wuuuu dijo...

Ay, no me lo he acabado de leer... es que está Operación Triunfo puesto en la tele y casi que lo prefiero a leer estas chorradas.
Luego vuelvo a intentarlo.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Claro, claro, Kitty. Chorradas. Si no pasa nada cielo, si es muy natural que seáis así de putas. No debe avergonzarte reconocerlo. Mira como Blanca me ha dado la razón, ¿y sabes por qué?, pues porque es una señora adulta y experimentada.

Ea.

Gerardo dijo...

Iba a argumentar algo o soltar alguna agudeza, pero da igual.

Anónimo dijo...

Sí Gerardo, casi mejor callarse. En fin.

Anónimo dijo...

De putas vamos todas, unas con mayor discreción que otras, unas con más alevosía, manipulación, planificación o maldad que otras, pero vamos, seamos sinceras, reconozcamos que el puterío existe incluso dentro del matrimonio, ¿cuántas de nosotras hemos chantajeado y o manipulado -con el coño- a nuestros mariditos con tal de conseguir esas costosas botas que tan de moda están?


En fin, que putas y cabrones hay -habemos- por doquier.


Alelí.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Alelí, eso que admites con tan loable franqueza es lo que hacéis todas. Lamentablemente se impone una hipocresía bien orquestada por la mayoría de las mujeres y se niega sistemáticamente lo que tú has dicho inocentemente.

Tú, querida Alelí, me inspiras más confianza que todas esas puercas que van de igualitarias por la vida.

Rocket dijo...

Estimaod Leónidas,

Ya sabía yo que la entradita de marras iba a traer cola.

Disiento un poco de su teoría. El parnés es, sin duda, una variable en la ecuación, pero no la única.

Y puede usted consolarsse pensando que el dinero no garantiza el vigor. Siempre podrá usted beneficiarse a las mujeres, esposas, novias, compañeras sentimentales o arrejuntadas de algún que otro pudiente con un coche de 5 metros y un pene de 10cm...

En cuanto a Gusifluky... ¡¡que suerte tiene usted!!

Saludos,
Rocket

Kenia dijo...

MUAHAHAHAHAH qué triste suenas con tu deseo escondido bajo ese aparente desprecio que no te crees ni tú, simulando que no quieres lo que no puedes tener.
Tengo varias cosas que decir a tu "teoría":

1º Es cierto que lo fundamental biológicamente es asegurar la supervivencia de la progenie, y por lo tanto hay que buscar el mejor candidato para ello que será el que tenga más recursos para sobrevivir y hoy día eso se traduce en riqueza o poder, PERO se te olvida un detalle y es que si mi marido es rico y poderoso pero es un flacucho endeble y enfermizo, mi hijo también lo será y yo no quiero un hijo flaco y endeble, así que probablemente busque emparejarme a largo plazo con el presidente del banco y me folle cuando me apetezca a mi vecino el albañil cachas, al fontanero buenorro, al presidente del banco de enfrente que hace deporte y a cualquier otro que sea capaz de hacer que se me mojen las bragas con mirarme y que dejará unos genes mucho más apetecibles en mi criaturica.

2º Tal y como está el mundo hoy día te guste o no, la mujer es muy capaz de ser todo lo rica que es necesario ser para asegurar la supervivencia de su hijo y por lo tanto no creo que requiera para nada la ayuda de un imbécil forrado hasta las cejas y que probablemente no tenga ni idea de cómo comerse un coño ni medio decentemente.

3º Si quiero unas botas me las compro yo

y 4º Seguiría aquí compadeciéndome de todos los que pensáis así, incapaces de vivir sin miedo a ser engañados, incapaces de disfrutar de lo que tenéis porque os asusta perderlo, incapaces de creer que no somos perros, que tenemos algo más que instintos... seguiría aquí afligiéndome por vosotros como digo, pero tengo un precioso hombre en la cama con su culo perfecto y sus enormes manos y sus labios entreabiertos y la cuenta del banco completamente vacía y oye, no sé por qué pero me apetece tirármelo, así que lo voy a hacer, con permiso de ustedes.

Anónimo dijo...

Kenia, te adoro.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Kenia, luz de mi vida, fuego de mis entrañas, voy a responderte punto por punto, porque tú te mereces eso y más. Entre corchetes irán los fragmentos de tu comentario destripado, y a continuación lo que este humilde servidor tuyo responde:

[MUAHAHAHAHAH qué triste suenas con tu deseo escondido bajo ese aparente desprecio que no te crees ni tú]

¿Deseo escondido? ¿Te parece que escondo algo al expresar "si se tratara de mujeres bellas, de esas que todos deseamos"? Lo tienes al final del cuarto párrafo, criatura. Hay que leer con más atención, cariño.

Respecto a lo de "aparente desprecio" te digo que de aparente nada. El deseo sexual es compatible con el desprecio moral.

[simulando que no quieres lo que no puedes tener.]

¿No lo puedo tener? O sea, que me das la razón. Me temo que ahí te patinó algo y se te vio el plumero, querida Kenia. Ay, si es que no sois más falsas porque no hacéis cursos para ello.

[PERO se te olvida un detalle y es que si mi marido es rico y poderoso pero es un flacucho endeble y enfermizo, mi hijo también lo será y yo no quiero un hijo flaco y endeble, así que probablemente busque emparejarme a largo plazo con el presidente del banco y me folle cuando me apetezca a mi vecino el albañil cachas, al fontanero buenorro, al presidente del banco de enfrente que hace deporte y a cualquier otro que sea capaz de hacer que se me mojen las bragas con mirarme y que dejará unos genes mucho más apetecibles en mi criaturica.]

Exacto, Kenia, ¿y eso cómo os deja, golfas? Si yo no me quejo por no follar, de hecho me he follado a tías tan buenas que me considero más que afortunado en ese sentido, pero como tú bien dices: "así que probablemente busque emparejarme a largo plazo con el presidente del banco", con lo cual vuelves a darme la razón sin darte ni cuenta, picarona. Por cierto, tengo una experiencia muy directa con eso de las mujeres que quieren los ingresos de uno y los genes de otro. Quizá algún día lo cuente por aquí.

[Tal y como está el mundo hoy día te guste o no, la mujer es muy capaz de ser todo lo rica que es necesario ser para asegurar la supervivencia de su hijo]

Por supuesto que sí, pero por lo que veo los genes aún no se han enterado, y es que cuesta mucho darle la vuelta a tanto tiempo de lentísima evolución.

[y por lo tanto no creo que requiera para nada la ayuda de un imbécil forrado hasta las cejas y que probablemente no tenga ni idea de cómo comerse un coño ni medio decentemente.]

Ya, ya, palabras muy bonitas. Ese imbécil forrado hasta las cejas te parecerá siempre un imbécil, hasta el día en que se fije en ti, y a partir de ahí empezarás a pensar que después de todo no era tan imbécil y que tiene su aquel, y que en en realidad, bien mirado, es un tipo muy interesante, y... "¡Uy! ¿pues no me estoy enamorando?" Jo jo jo... Que te conozco, bacalao, aunque vayas disfrazao. Que un tipo os coma el coño bien, mal o regular, nunca os ha importado; eso ni da un techo ni da una seguridad ni da alimento. (Bueno, a él si que lo alimenta, mwajajaja).

[3º Si quiero unas botas me las compro yo]

No dudo que las compres tú, la pregunta es: ¿con el dinero ganado por quién?

[seguiría aquí afligiéndome por vosotros como digo, pero tengo un precioso hombre en la cama con su culo perfecto y sus enormes manos y sus labios entreabiertos y la cuenta del banco completamente vacía y oye, no sé por qué pero me apetece tirármelo, así que lo voy a hacer, con permiso de ustedes.]

¿Ah, sí? ¿Y qué piensa ese hombre de que tú estés dejando tan laaargo comentario en el "Diario de un cabeza de chorlito" mientras él te espera en la cama?

Anónimo dijo...

Mi queridísimo Leónidas, igual no se te ha ocurrido la posibilidad de que algunas, sólo algunas, ganemos nuestro propio dinero y nos compremos las botas que nos dé la gana sin necesidad de abrir las piernas para que un caballero nos abra la hucha.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Es una opción, Anais, y a mi parecer es la más recomendable. Lo que no entiendo es por qué hay tantas que no la ponen en práctica.

Bueno, sí que lo entiendo. Juas.

Ninfa dijo...

Y a ud. parece que de tantos polvos se le han atrofiado las neuronas.

Mis saludos.

Anónimo dijo...

Pues fíjate, Leónidas, que yo conozco a muchísimas que sí la ponen en práctica; pero ahora que lo pienso, quizá es porque las que lo hacemos no somos pibones que puedan permitirse matrimoniar con millonarios ni con émulos de Brad Pitt; o es posible, sólo posible, que no queramos depender de una pareja, o que nuestra pareja sea un tío inteligente y no un pelele imbécil al que se pueda chantajear y manipular con el coño; y claro, las que no tenemos todas esas opciones hemos de trabajar y esas cosas que tanto manchan.

Sí, va a ser eso.

Pajeú dijo...

Cada vez pienso más que en alguna de tus otras vidas fuiste mujer, pero con tan mala suerte que no te follaron en condiciones, y tampoco pudiste cumplir tu sueño de dar con un maromo que te retirara.

No tiene que ser bueno tanto rencor...

Por cierto, las botas me las compro yo, pero tampoco hago ascos si me las regalan.

Un SoSo.

Aurora dijo...

¿Por qué se confunde el tener sexo con alguien diferente con querer cambiar de pareja? Yo no dejaría a mi marido por alguien con más dinero. Ni por alguien más guapo.
Otra cosa es querer tirarme a alguien que no sea él, como, por ejemplo, al Noriega.

Cuando llevas mucho tiempo conviviendo con el mismo, te das cuenta de lo difícil que es que alguien te aguante. Así que mi postura es simple: cuernos si, cambio no. Que volver a empezar me da mucha pereza.

Y menos por unas botas…

Madre Magdalena i Noriega Mondéjar de San José dijo...

Tiene usted mucha razón, en casi todo.

Legónidas estas presente en nuestros rezos, que lo sepas.

Anónimo dijo...

El tema es un poco recurrente en usted señor K y como tiene una opinión formada, forjada e inamovible, pereza me da rebatir nada. La forma es la que me ha gustado, en realidad es la que me llama la atención y hace que me siga interesando lo que escribe.
Anoche leí un párrafo de Antonio Gala en su novela "papeles de agua" muy a lo Kowalki:

"Acuérdate de la vieja, caquéctica en apariencia, que ganab a todos los largos en la piscina del crucero. "¿Ha sido usted profesional? ¿ha sido olímpica?-
No, he sido, en Venecia, puta a domicilio"

Me encantó Firmin. Rebeca

Anónimo dijo...

eso de la prostitución no es patrimonio femenino, se de algunos que lo hacen por los mismos motivos.

si existe alguna diferencia, no es precisamente en el hecho, sino en la actitud. Una hembra cambiará de pareja y revestirá el acto de un alo de dignidad, mientras que el varón común fanfarroneara como quién exibe un trofeo, el varón, más evolucionado que la hembra, todos los embriones son hembra primero, cede en ese camino la habilidad por la fuerza.

en cuanto a lo de cambiar es más una opción de consumo, follar es como los zapatos,quién no ttiene en el armario al menos veinte pares

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Madre Mondéjar, se lo tomará usted a coña, pero hace unos días hablé -después de varios años- con mi querido capellán Luis Miguel Muñoz Ríos, del que ya he hablado en esta bitácora, y me ha advertido que va a poner a otro convento a rezar por mí en vista del fracaso del convento anterior, cuyas monjas parecen preocuparse más por hacer dulces que por convertir a las almas descarriadas. Esto que le cuento, por surrealista que parezca, no es ninguna broma.


Rebeca, me alegro muchísimo de que le gustara Firmin. Si me permite le sugiero ahora Fabulosas Narraciones por Historias, de Antonio Orejudo. Lo descubrí gracias a Rocket y me lo estoy pasando en grande con su lectura. Le garantizo más de dos y más de tres carcajadas.

(Obsérvese que en este comentario eludo el tema de la entrada; es que estoy esperando a Kenia, aunque no sé si se atreverá a venir a por más palos).

Quebienmesuenatunombre dijo...

Hola. Yo que, por mi edad, paso de engañarme a mi mismo, y que jamás he engañado, nada más que en defensa propia, a otros, (en esto seré..y que me perdone esa ministra de igualdad), pues veo que el tema no queda resuelto y tal vez, pueda cagarla yo aquie, con mi humilde opinión. Creo que, el axioma fundamental de esta vida, no es aquel que decía: follad, follad malditos, que el mundo se acaba. Sino, este otro: folla bien, pero mira a quien, y si no que te den. Con esto, creo yo, que se puede corregir esta entrada metida como una tautología recurrente en el blog. Pues como dice Pajeu, o aquella otra supuesta chica, que confunde la fábula de la zorra y las uvas con las zorronas maduras: la mujer tiene la inteligencia repartida entre el coño y la cartera, mientras que los hombres solo la tenemos en la cabeza de la punta del pijo. Y un consejo, vive para follar y folla para vivir, sino, estas ya muerto preocupandote de lo demás. Un saludo.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Me quedo con un par de frases del peculiar comentarista Jack Blake, quien a pesar de estar como una regadera dice estas cosas tan buenas:

"Folla bien, pero mira a quien, y si no que te den".

"La mujer tiene la inteligencia repartida entre el coño y la cartera, mientras que los hombres solo la tenemos en la cabeza de la punta del pijo".

Sí señor, y además me ha gustado ese toque murciano al acabar mencionando el murcianísimo "pijo".

Kenia dijo...

Pues Leónidas, no pensaba responderte más que nada por pereza y porque evidentemente aquí lo que hay es una falta bastante grande de conocimiento de la mujer por tu parte, y cuando alguien con una cierta edad no se ha molestado en intentar conocer (y digo conocer de verdad, ya sé que me dirás que es precisamente por eso por lo que piensas así, pero salta a la vista que no tienes ni idea de lo que es, en esencia, una mujer) ni un poquito a un porcentaje tan amplio de población, es porque simplemente, no tiene puta gana de hacerlo, pero bueno, ya que veo que me echas de menos te voy a dedicar un ratico.

En cuanto al deseo escondido no me refería a él en el mismo tono en que tú lo haces: creo que nos envidias, querido. Freud hablaba de la envidia del pene, yo creo que tú deseas una vagina (y no me hagas el chiste fácil, por favor). Y con eso creo que quedan explicados tus dos siguientes argumentos y por cierto, no creo que hable nunca enserio de una persona como algo que se puede “tener” así que si en el futuro vuelves a interpretar algo que yo diga en esa dirección, ten por seguro que te estarás equivocando.

Por lo que respecta a la corrección de “tu” teoría simplemente trataba de completarla ya que se te había quedado un poco coja, pero insisto en que las personas no somos sólo instintos y por tanto la teoría está muy bien para explicar de dónde podría venir una tendencia a hacer o no las cosas, pero las demás personas (y no te ofendas, que no quiero decir que tú tengas algo más que instintos, digo el resto de las personas) somos un enjambre complejo de sentimientos, deseos, emociones, principios, valores, ideas, estereotipos y bla bla bla donde los instintos probablemente ocupen un espacio bastante pequeño al final del día.

“Por supuesto que sí, pero por lo que veo los genes aún no se han enterado, y es que cuesta mucho darle la vuelta a tanto tiempo de lentísima evolución.”

Bueno, es que es más de lo mismo, está claro que te relacionas con una gente muy rara, si te pones a mirar estadísticas el 42% de las mujeres y 57% de los hombres trabajan. Eso sin tener en cuenta la economía sumergida que la verdad no sé a favor de quién inclinaría la balanza pero lo dejaremos así por ser los datos demostrables. Así que mira, no hay tanta diferencia teniendo en cuenta que hace un par de días que la mujer se incorporó al mercado laboral...

Y por último, mi hombre estaba durmiendo ese día y no me esperaba en absoluto, se alegró mucho de verme aunque lo despertase.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Kenia, pecado mío, alma mía, te ruego que disculpes la demora en responderte, pero lo hago ahora punto por punto. Entre corchetes tus palabras y a continuación mi respuesta, ya sabes:

[Pues Leónidas, no pensaba responderte más que nada por pereza y porque evidentemente aquí lo que hay es una falta bastante grande de conocimiento de la mujer por tu parte,]

Es posible que sea desconocimiento. Ilústrame, oh, maestra.

[y cuando alguien con una cierta edad no se ha molestado en intentar conocer (y digo conocer de verdad, ya sé que me dirás que es precisamente por eso por lo que piensas así, pero salta a la vista que no tienes ni idea de lo que es, en esencia, una mujer) ni un poquito a un porcentaje tan amplio de población, es porque simplemente, no tiene puta gana de hacerlo, pero bueno, ya que veo que me echas de menos te voy a dedicar un ratico.]

Vale, que sí, pero déjate de cháchara y empieza a enseñarme la verdad, oh, gran maestra dicharachera; aún no has dicho nada.

[En cuanto al deseo escondido no me refería a él en el mismo tono en que tú lo haces: creo que nos envidias, querido. Freud hablaba de la envidia del pene, yo creo que tú deseas una vagina (y no me hagas el chiste fácil, por favor). Y con eso creo que quedan explicados tus dos siguientes argumentos]

Mal empiezas tus enseñanzas recurriendo a las estupideces pseudocientíficas del psicoanálisis. Lejos de contraargumentar con solidez demuestras tu falta de sentido crítico al caer en las pamplinas de Freud. A partir de aquí, perdóname, me va a costar mucho tomarte en serio.

(Sigue en el siguiente comentario).

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

(Viene del anterior comentario).

[y por cierto, no creo que hable nunca enserio de una persona como algo que se puede “tener” así que si en el futuro vuelves a interpretar algo que yo diga en esa dirección, ten por seguro que te estarás equivocando.]

Lo tendré en cuenta.

[Por lo que respecta a la corrección de “tu” teoría simplemente trataba de completarla ya que se te había quedado un poco coja,]

Ah, que estabas ironizando. Vale, vale, no lo pillé. (Y sigues sin decir nada).

[pero insisto en que las personas no somos sólo instintos y por tanto la teoría está muy bien para explicar de dónde podría venir una tendencia a hacer o no las cosas, pero las demás personas (y no te ofendas, que no quiero decir que tú tengas algo más que instintos, digo el resto de las personas)]

Es extraño (y un poco cómico) que tú, precisamente tú, hayas escrito eso, porque donde yo hablé de intereses materiales tú los sustituiste por comidas de coño y buenos culos. Ahora, en cambio, me sales con que los instintos no lo son todo, ¡...! Yo quiero pensar que, en efecto, los instintos no lo son todo, pero gente como tú me hace dudar.

[somos un enjambre complejo de sentimientos, deseos, emociones, principios, valores, ideas, estereotipos y bla bla bla donde los instintos probablemente ocupen un espacio bastante pequeño al final del día.]

Sea pequeño o grande, el espacio que ocupan los instintos es el suficiente para que os intereséis más por los hombres con pasta que por los hombres sin pasta, y hasta ahora aún no me has dado razones para cambiar de opinión. Puede ser que a ti te interesen más los tipos con un buen culo (como has dicho), pero eso sigue siendo cuestión de instintos y por lo tanto tú misma invalidas tus argumentos.

[Bueno, es que es más de lo mismo, está claro que te relacionas con una gente muy rara,]

Me relaciono con lo que hay, igual que tú.

[ si te pones a mirar estadísticas el 42% de las mujeres y 57% de los hombres trabajan.]

Esto no cambia en absoluto lo que digo. Podrían trabajar el cien por cien de mujeres y aún así buscarían una pareja con los mejores ingresos.

[Eso sin tener en cuenta la economía sumergida que la verdad no sé a favor de quién inclinaría la balanza pero lo dejaremos así por ser los datos demostrables. Así que mira, no hay tanta diferencia teniendo en cuenta que hace un par de días que la mujer se incorporó al mercado laboral...]

Enhorabuena, mujeres. ¿Y qué? Hazte esta pregunta y respóndetela a ti misma con honestidad: ¿cuántos hombres se emparejan con una mujer con menos dinero/poder que ellos y cuántas mujeres se emparejan con hombres con menos dinero/poder que ellas?

[Y por último, mi hombre estaba durmiendo ese día y no me esperaba en absoluto, se alegró mucho de verme aunque lo despertase.]

Ya, vale. Es maravilloso saber eso, pero al final no has dicho nada razonable tras tanta palabrería.

Kenia dijo...

Hola de nuevo Leónidas, agradezco el esfuerzo que haces para responderme, pero de veras que no es necesario, como ya te dije, respondí solamente porque tú parecías tener interés en ello pero para mí el tema está claro y me resulta tedioso y anodino el tener que volver a hacerlo, así que espero que no te ofendas si me lo ahorro porque a mí eso de la guerra de sexos se me quedó viejo hace ya tiempo.

Espero que estés disfrutando por donde andes (que no me dijiste dónde era)

Kenia.

Violeta Ch. dijo...

Hola de nuevo, y buenas tardes, Leónidas.

Hasta aquí he llegado leyéndole hoy. Veo que en ocasiones pierde usted las formas y esa deliciosa franqueza aguda que le presumo deriva en ordinariez. Bueno, nos pasa a todos, lo de generalizar, alguna vez.

Sí, hay mujeres como las que define y hombres de la misma calaña. Indudablemente. Personas sin valores las hay que se miden la longitud de las entrañas en la cama, en los bares y en cualquier parte. La antropología de recetario y taberna no es necesaria para explicar tal obviedad.

Pero le pido -sin ápice de tintes sardónicos-,ya que no conoce usted más que su río y el agua no es la misma dos veces, que me crea si le digo que nunca he medrado coño mediante, que tengo un padre al que guardo la cara, que no he sido infiel ni he querido serlo, y que la decencia no se compra con nada. No, no esa decencia de las últimas hijas del nacionalcatolicismo; la decencia del alma, digo, esa.

No sabe cuánto siento que piense de ese modo porque presumo que por tanto el golferío va en aumento y lo habrá sufrido, pero al igual que putas haylas, las hay que ni putas -ni monjas- somos.

Sin embargo, le juro que he sido feliz y he amado hasta el hartazgo, y guardo conmigo mi valor por intentarlo saliera como fuere, aun doliente y hasta silente luego.

Soy joven -que no adolescente-, y atractiva. Pero le aseguro que todo esto solo se lo cuento no porque deba sino porque hoy ando por aquí penando y recordando más de un hombre que no confundió barquitas con veleros.

Los quise y me quisieron, caballero; respeto di y respeto me dieron. Fue sencillo. Limpio, aunque fuera imperfecto.

Saludos de nuevo. Sigo leyendo, un poco más. Un post se le amarga al más pintado. Que tenga usted un buen día.

Violeta

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...


Violeta:

Cada vez me gustan menos estos debates, así que sin entrar en el fondo permítame decirle en cuanto a la forma que deja usted unos comentarios muy lindos. Poéticos incluso. Así da gusto.

Violeta Ch. dijo...

Gracias. Será por el placer de guardar las formas, ¿no cree? La contención y la puntilla dan a veces soberbios huevos fritos. ¡Qué no darán pluma mediante!

A mí me seduce su sentido del humor, que tiene usted a bien compartir con todos de modo altruista. Sirvan mis honradas metáforas como sencillo trueque, entonces.

Saludos; el gusto es mío.

Violeta