Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Aburridas funciones de magia


Hace mucho tiempo leí Un chaleco de acero (Gustav Hasford, 1979), historia con toques autobiográficos que dio lugar a la famosa película de Stanley Kubrick La chaqueta metálica (1987). En ese libro los personajes hacen varias referencias a la asistencia a funciones de magia. Me costó darme cuenta de que se referían a lo que casi todo el mundo llama "misas". Hoy, sin embargo, no puedo evitar pensar en la misa como en una función de magia. Un espectáculo de magia soberanamente aburrido, por cierto.

Desde luego a la celebración de la eucaristía, que consiste en la transustanciación del pan y el vino respectivamente en la carne y la sangre de Cristo, le viene mucho mejor la palabra magia ("arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose de ciertos actos o palabras, o con la intervención de seres imaginables, resultados contrarios a las leyes naturales", DRAE, vigésima segunda edición) que la palabra misa (del bajo latín missa, despedida).

Según el significado que el Diccionario de la Real Academia otorga a la palabra "magia" no hay nada ofensivo, creo yo, en llamar función de magia a la celebración eucarística o en llamar magos a los oficiantes. Lo que sí me parece ofensivo hacia su público es que dicha función se repita desde hace un par de milenios con algunas modificaciones pero con idéntico y fracasado éxito: a día de hoy aún no han logrado, ni siquiera aparentemente como hacen los ilusionistas, que el pan se convierta en carne y el vino en sangre. Y sin embargo es innegable que esta aburrida y contumaz función de magia ha sido todo un éxito en cuanto a público y obtención de beneficios. Ninguna obra de teatro ni espectáculo de ningún tipo ha durado tanto en "cartelera". Dos mil años estafando, y ahí siguen, imperturbables y con el rostro encementado, exhibiendo a diario su fallida representación de ilusionismo en infinidad de lugares por todo el planeta.

Comparen estas dos funciones de magia:








Yo diría que el público cristiano es muy poco exigente.

19 comentarios:

Neko dijo...

Es muy poco exigente, y la función, un autentico coñazo. Pero hay veces que comprometes a ir, y coñe, te jodes y vas.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

No entiendo, Neko, por qué alguien adulto y que se considera dueño de sus actos puede sentirse comprometido a asistir a esa clase de funciones. Sé que en determinadas situaciones (muerte de un familiar, boda de un amigo, etc.) alguien puede sentirse ofendido si no asistimos a la misa, pero a mi juicio no debemos ceder, sino que tenemos la obligación moral de explicarles que lo verdaderamente ofensivo es la imposición de creencias religiosas.

"Yo no impido que celebres tu misa, y tú no me obligas a asistir. Y tan amigos, oye", es el resumen. Basta ya de dar tanta cancha a los creyentes y de concederles un respeto que ellos no sienten por los ateos.

Anónimo dijo...

Lo que quizá te aburra sea la liturgia repetida de cada día levantarte ir al trabajo desayunar con todos, comer con todos, cagar con todos y dormir con todos, que es la mágia diaria de la transmutación del trabajo en dinero y el sometimiento de la voluntad personal a cambio de status o la no exclusión social que es básicamente otra religión.

Distingueme entre los oficiantes religiosos o lo gurús de la opinión, la política. Escritores músicos, cineastas y cualquiera que se encuentre un altavoz o que le salga la voz del cuerpo, se cree en el deber de sacar al mundo del eterno error. Se aburre uno de tanto iluminado y perdonavidas.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Anónimo, tu comentario sigue la ilógica lógica del fundamentalismo religioso y esa obsesión por ver señales religiosas donde no las hay.

A la monótona asistencia al trabajo llámala esclavitud si quieres, pero no es una liturgia, ni mucho menos. Por cierto, yo no cago con nadie, pocas veces como en compañía, casi siempre duermo solo y llevo una guerra particular acerca de con quién y dónde desayunar. Tu comentario es un despropósito de principio a fin, y no me voy a tomar la molestia de responderte más en profundidad a tus aseveraciones.

Anónimo dijo...

Si no encuentras argumentos es una lástima, no sea mendaz, y reconozca lo que de liturgia tiene el mero hecho de escribir un blog, se parece mucho a un sermón.

Anónimo dijo...

Por cierto ando lejos de cualquier fundamentalismo, si no es el mio particular

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Claro que sí, anónimo, por eso escribo siempre a las mismas horas, los mismos días, con las mismas vestimentas, y por eso escribo siempre lo mismo repitiendo idénticas fórmulas. Sí, hombre, escribir DCC es una liturgia, y yo creo en un Dios Todopoderoso llamado Gusifluky, que se presenta ante los humanos en forma de gato.

Deja de decir chorradas, por favor, y acepta que muchas personas no necesitamos a un amigo imaginario llamado Dios para organizar nuestras vidas.

Anónimo dijo...

Te quedas en la funda, en lo accesorio

Pajeú dijo...

¿Qué me dices?, ¿qué esto da dinero?, ¿qué lleva más tiempo en cartelera que ninguna obra de teatro o espectáculo?, ¿qué llevan dos mil años estafando?...

Joder, como se entere la SGAE....

Un SoSo.

Adrián dijo...

Como se enteren los curas y decidan cobrarle a la sgae por todas las fotos, postales y demás... entonces es cuando se van a hacer con todo lo humano y lo divino.

Anónimo dijo...

Pues tiene razón, es una auténtica obra de teatro para los que no creemos pero no por ello se deja de respetar a los que sí.

Más que nada por aquello de dar ejemplo y que dejen de darnos el coñazo y estropearnos la vista con horrorosos belenes todos los diciembres, a pesar de trabajar en centros públicos, laicos y en los que son minoría. Ya está bien hombre.
Rebeca.

Anónimo dijo...

Pues yo con que no pusieran villancicos en todas partes me daba por satisfecho...

sorel dijo...

Sin otro ánimo que el ayudarte a crecer como persona, amigo cabeza, he de decirte que al anónimo no le falta razón cuando critica la falta de profundidad/alcance de tus comentarios. Cuatro frases hechas, tres obviedades, un par de lugares comunes con los que la parroquia pueda identificarse sin molestarse en rascar un poco y arriesgarse a encontrar una verdad diferente a la propia. Eso de dejarse convencer por los argumentos ajenos, por más peso que tenga, es de mariquitas.

En tu blog parece que hayas puesto todos los mecanismos de defensa del YO a funcionar para convencerte de que tu falta de habilidades sociales es en realidad espíritu independiente e indómito. Ocurre muy a menudo y, de hecho, estas reflexiones que a ti y alguno que yo se me, os parecen tan originales y arriesgadas están igual de manidas que cualquier sermón religioso.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Sorel:

El primer párrafo de tu comentario es un tanto farragoso y ambiguo, así que lo obviaré, no sin recomendarte que intentes redactar mejor.

En cuanto al segundo párrafo, que me ha parecido más claro pero absolutamente errado, tengo que decirte que tu intentona de psicoanálisis barato es una tontería. De hecho, el propio psicoanálisis es una seudociencia sin la menor base científica. Tus aspiraciones de psicoanalista "on line" se basan en los desvaríos de un tal Freud, que era un señor con una mente más que retorcida y cuyas arbitrarias interpretaciones de la conducta han sido una y mil veces refutadas por la ciencia. Eso sí, el psicoanálisis es muy famoso y sale mucho en la tele, igual que los participantes en Gran Hermano.

Con esta entrada no aspiraba a creerme original. Sé de sobra que es un tópico referirse a las misas como funciones de magia (habrás visto que empecé la entrada hablando de un libro donde se refieren a ellas de esa manera). ¿Y qué? En ningún caso me sentí "original" ni "arriesgado" por decir esta obviedad. Eso te lo habrá parecido a ti, que andas psicoanalizando a la peña mediante un par de entradas de su blog.

Anónimo dijo...

Estba saltando por los artículos de "Fogonazos" (magnifico blog que recomiendo a todo el mundo, cuando en un articulo he visto una pequeña discusión entre Aberron (el autor del blog) y tu (Leónidasnoseque). Tras la lectura de esa discusión me ha dado la impresión de que eras un capullo de los gordos, pero como no me gusta juzgar tan rápido a la gente he entrado en tu blog. Y no debería haberlo hecho. Ahora me doy cuenta que no solo tenía razón, si no que además eres el típico capullo. Tu presentación es muy adecuda la verdad; tienes razon en lo que no debería perder el tiempo leyendote pero mientes descaradamente en lo de que no eres igual a nadie. Eres el típico revolucionario de medio pelo, que se contenta con hacer críticas pomposas y superficiales de todo tema incluido en la lista negra del progre.
Por cierto, como voy a hacer caso de tu primer consejo y no entrar nunca más aqui, no te molestes en contestarme, no lo leere.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Enhorabuena, anonimazo. Has ganado un azucarillo. Corre, ve a pedírselo al del blog Fogonazos.

sorel dijo...

Estoy de acuerdo contigo, debo mejorar la redacción y ahí terminan nuestras coincidencias.
Mi opinión tiene poco de psicoanálisis. Es una una hipótesis nacida de la lectura e inmediato examen de tus comentarios, sin más valor que el que tú quieras otorgarle. No se basa en los conflictos sexuales de la niñez ni instintos reprimidos ni en ninguna de las cuestionables teorías de papa Freud. Los mecanismos de defensa del yo están perfectamente identificados y son aceptados tanto por psicólogos (no confundir con psicoanalistas), psiquiatras y cualquier profesional de la ciencia dedicado a investigar la conciencia humana. Nada que ver con la seudociencia que mencionas.

Tal vez lo que te he dicho, en la primer comentario, no sea más que una poyección.

sorel dijo...

Donde dije poyección digo proyección.

sorel dijo...

Cuando hago referencia a la desnutrición que padecen tus argumentos me refiero a cosas como esta:

“De hecho, el propio psicoanálisis es una seudociencia sin la menor base científica”.

Pretendes con solo una frase rebatir las teorías Wilheml Reich, Melanie Klein, Wilfred Bion, Jacques, Lacan, y muchos otros médicos, psiquiatras y psicólogos que han dedicado y dedican parte de su vida a la investigación y desarrollo del psicoanálisis.

Si deseas destapar a los charlatanes impostores que se cobijan bajo el manto de la ciencia tendrás que esforzarte un poco más.