Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

jueves, 8 de abril de 2010

Los diversos suicidios del teniente Núñez. (XVII, ¡y último!)


Aquella noche Silvia y yo cenamos en El Fogón de Mariana (carne para mí, pescado para ella) y tras un breve paseo por la ciudad nos alojamos en el hotel Sal y Mar (cama de matrimonio para los dos). Follamos como descosidos y Silvia, ya fuera por el alcohol o porque de natural es así, se portó como una amante desinhibida y bastante golfa. En una escala de cero a diez se merecía un ocho, lo que no está nada mal porque yo soy muy tacaño puntuando.

A la mañana siguiente llegamos juntos al cuartel. Silvia arrastraba pesadamente su resaca como un fantasma sus cadenas.

-Ufff, Leo, cómo me duele la cab... -estaba diciendo Silvia cuando vio a Calahorro venir sonriente a nuestro encuentro.

Calahorro, que es un caballero, me pagó la apuesta ("cincuenta euros si te tiras a la nueva entre hoy y mañana; si es que no, me los pagas tú") .

Como es de esperar en estos casos Silvia Contreras se hizo la ofendida con gran vehemencia y con profusión de improperios dirigidos a mi inocente persona. En algún momento llegué a pensar que de verdad estaba enojada. Las mujeres son así de histéricas, qué le vamos a hacer.

Hace un mes de todo esto, y hoy he sabido que Silvia está embarazada. Me lo ha contado ella misma. Ya se le ha pasado el cabreo y está haciendo planes de boda conmigo. Quiere que siga contándole historias, la muy masoquista.

No sé cómo decirle que estoy casado.

FIN

14 comentarios:

Pajeú dijo...

Plas, plas, plas!!!!!!
Genial, Soldadito.

Un SoSo.

cachalote dijo...

Mis felicitaciones. Interesante relato. Ha valido la pena seguirlo.

Debo reconocer que no esperaba un giro de este tipo. Más bien esperaba que la asesina fuese ella, que para vengar la deshonra y muerte de su familiar o marido (el suicidado), hubiese hurdido una retorcida historia de venganza y justícia mística o algo así, y como final apoteósico, que nuestro protagonista hubiese encontrado la muerte en plena faena amorosa, a manos de la dama, en plan Instinto Básico...

María dijo...

Aunque creo que la más beneficiada de todo esta historia ha salido Contreras, ha bebido hasta chisparse, ha comido de restaurante, ha dormido de hotel y encima ha follado como una descosida,jajaja! creo que la que al final la que le ha hecho la cama ha sido ella al pobre iluso de Alburquerque, que encima habrá corrido con todos los gastos jajajaja!!!, más hubiera ganado dándole los 50 € a Calahorro directamente, porque entre los doce wiskys, café con leche, tónica, red bull, cena, hotel y la chapa que la tuvo que soltar menudo polvo más caro que le salió, y para un disparo que realiza le toca el premio gordo jajajajaja!!!

Rocket dijo...

Estimado soldadito,

¡Que buen relato!, simplemente he de reconocerle que hacía ya algún capítulo que otro que sospechaba que Leónidas era el "asesino" pero creí que "la Contreras" lo sabía y estaba dejando que le soltara toooooda la retahíla para al final agradecérselo con algo de sexo salvaje.

Por cierto, Contreras no está embarazada, se las está haciendo pasar canutas a nuestro protagonista por malvado.

Saludos,
Rocket

Miri dijo...

Jajaja, vuelvo por estos lares para comprobar con alegría que i) has reabierto el blog y ii) se te sigue yendo la olla como siempre :) . Jejeje, buen relato, hay que reconocerlo.

Hasta pronto,
Miri

El soldadito de plomo dijo...

Hola a todos, gentes de mal vivir.

Pajeú:

Gracias. ¿Tú preveías este final o he logrado sorprenderte? Dime la verdad, anda.

Capitán Cachalote:

Si es que algunos os complicáis la vida con teorías de lo más disparatadas. La realidad siempre es más sencilla (la navaja de Ockham y bla bla bla...)

María:

El cuento no lo aclara, pero es muy probable que Alburquerque corriera con los gastos tal como tú supones. En efecto el polvo le habría salido caro, pero ten en cuenta que follarse a la nueva el primer día es algo que no tiene precio. Para todo lo demás, Mastercard.

Rocket:

No sé qué pensar. No puedo estar seguro, pero para mí que Silvia está realmente embarifollada, y ya es la segunda vez que la preñan y la dejan en la estacada (acordémonos del catequista que le hizo lo mismo cuando ella tenía catorce años, que ese detalle hace más perversamente divertido el cuento).

Miri:

No he reabierto el blog porque nunca estuvo cerrado. Leónidas murió y yo lo he heredado, eso es todo.

Oye, Miri, tengo una amiga "feisbuquera" que ha resultado ser amiga tuya también en Facebook. El mundo es un pañuelo. Se trata de una ambientóloga gaditana a la que voy a dedicar próximamente un cuento gamberro que a mí me resulta gracioso y que a ella le tocará los ovarios.

Me alegra saber que aún me lees, pequeña Miri. Besitos miles.

Rocket dijo...

Estimado soldadito,

¡Jesús, Jesús!, no recordaba el evento "seminarestoide"... aún así, ¡pobre chica!. Se me enternecen las entendederas al pensar en la pobre criatura.

Oiga, y mire usted la indiscreción, ¿cómo es como militar?, porque si demuestra vocación, entrega y saber estar y, además, es un 8 en la escala "leónica" sexual a lo mejor a mi no me importa "cargar con el mochuelo".

¡Total! a mi edad, con la dosis de radiación que debo llevar encima y mi incompatibilidad manifiesta para casarme con las mujeres que me convienen... me ahorro lo de preñar y, además, redimo a un Leoniditas, para el mundo.

¿No sería genial un leoniditas rocketiense repartiendo estopa intelectual en Harvard, Cambridge, Annapolis, Berkeley o donde fuera menester?

He dicho,
Rocket

Cristina dijo...

Pues yo me esperaba un final más tipo Alburquerque es un psicópata despiadado en busca del crimen perfecto o algo así.
Y estoy con María, es el polvo más caro de toda la historia, desde luego... en tiempo y dinero... no recuperó con la apuesta, ¿verdad? aunque sospecho que el egocentrismo tuvo que ver en que largase horas y horas en el bar cuando desde las dos primeras copas la tenía a en el bote ya... ¿porque él no tenía ningún defecto físico... o sí?

El soldadito de plomo dijo...

No, no, nada de defectos físicos, CRD. Un tipo normal. Ten en cuenta que en un par de momentos Alburquerque le dice a Silvia que si ella quiere pueden dejar la historia; que ya seguirán otro día; pero ella se niega. Será por eso que Alburquerque suelta todo el rollo a pesar de tener a Silvia lista desde mucho antes del final.

He estado echando cuentas sobre lo del precio del polvo. Serían unos 200 euros, pero hay que descontar los 50 que cobra de la apuesta con calahorro, lo que nos deja el polvo en 150 euros.

A mí me parece barato, muy barato. Pregúntale a muchos hombres casados, a ver lo que te cuentan.

Cristina dijo...

Yo esas cosas no las pregunto

Javi dijo...

Canalla como tu mismísimo predecesor.

Intrigado hasta el final para encontrarme con algo que no tenia nada que ver con mis cabilaciones.

Me va a dar por creer en la reencarnación y todo, mire usted...

El soldadito de plomo dijo...

¿Reencarnación? No creo. Ya verás cuando llegues a la historia del asiático que quería ser albaceteño...

Javi dijo...

¡HIJO PUTA!

Que bueno, macho. Me has pillado con la guardia baja del todo. Hacía tiempo que no me sorprendías así.

El soldadito de plomo dijo...

¿Eres el Javi que yo creo? Porque si es así... ¿¿¿TE HAS TRAGADO TODO ESTE CUENTO MIENTRAS ESTABAS "TRABAJANDO"???

Joder, no me extraña que os quiten el 5% de la nómina a algunos; más os deberían quitar.

Gracias.