En Octubre de 1998 llegué a tierras gaditanas, y aquí sigo. Muchos han sido los disgustos desde entonces, el peor de ellos haber conocido a la Hija de Satanás, pero debo admitir que, junto al clima, hay cosas buenas. He descubierto algo que siempre me llena de asombro y placer: la música del carnaval gaditano.
Para el gaditano su carnaval es sagrado, y bien sabemos los que llevamos un tiempo aquí que por esas fechas se disparan las "bajas médicas" en todos los trabajos. El gaditano común vendería los dientes de oro de su abuela, y hasta vendería a la mismísima abuela con tal de obtener una entrada para la final del concurso en el Teatro Falla.
Parados, militares, soldadores, tenderos, fontaneros, electricistas, vividores, estafadores, albañiles, sinvergüenzas, administrativos, técnicos, ingenieros y pescadores buscan la forma de aunarse y ensayar juntos durante todo el año. El Carnaval gaditano iguala a todo cristo. Mola un cuarto de kilo y me gusta su música y, sobre todo, sus voces:
2 comentarios:
no es q mole un curto de kilo...mola un kilo y cuarto!!
tengo el ir a los carnavales gaditanos en mi lista de cosas por hacer antes de morir...a veri si en pocos años tengo la oportunidad de ir para allí
Con tu permiso haré un poco de apología de uno de los mejores carnavales que podeis visitar, sobre todo de noche, el ínclito Carnaval de Águilas. Invitados quedais.
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