Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Tratado puteril. Capítulo cinco. Profesión frente a vocación, ¿competencia desleal en el puterío?

El puterío ha derivado en múltiples formas y estilos. Existe desde el puterío ligero de la adolescente que le come la boca al macarrilla de su barrio a cambio de una vuelta en la moto, hasta el puterío de altos vuelos como el que en su día llevó a cabo Anna Nicole Smith. Era inevitable que antes o después, más bien antes que después, apareciera el puterío como profesión. Hablemos un poco de él:

El puterío profesional consiste en que una mujer se abra de piernas y se deje follar por un perfecto desconocido a cambio de un precio modesto previamente establecido y durante un tiempo limitado. Para que se hagan una idea podemos decir que, aproximadamente, la tarifa viene a ser de unos 60 € por hora en un prostíbulo medio. También hay putas profesionales callejeras con las que se puede regatear y suelen ser mucho más baratas, aunque el cliente ha de aportar la cama o, más habitualmente, el vehículo. Las putas profesionales de la calle no ofrecen garantías de salubridad y en DCC no las recomendamos en absoluto. También hay otro tipo de puta profesional que trabaja a domicilio. Este servicio es muy cómodo pero arriesgado, porque el cliente encarga el trabajo por teléfono y no sabe si llegará a su casa una bella muchacha o una anciana gonorreica. Confiamos en que los nuevos servicios de telefonía con imagen contribuyan a mejorar el mercado y eviten las estafas al consumidor. Apuntaremos también, como curiosidad, que cada vez es más difícil encontrar una puta profesional ibérica. Las negrazas africanas, las indias colombianas y ecuatorianas, y las irreales rubias del Este de Europa han saturado el mercado, expulsando sin piedad a la profesional española, que ahora se ve obligada a fregar escaleras o a ingresar en el ejército. Si usted quiere aprender algo sobre culturas extranjeras y no puede permitirse viajar, desde DCC le recomendamos que se vaya de putas.

Las putas profesionales no son casi nunca mujeres espectacularmente bellas, y las que lo son duran poco en la profesión porque siempre aparece alguien que las retira mediante el matrimonio. Estas señoritas profesionales son, a su retorcida manera, honestas. Al menos no quieren ocultarnos que buscan el dinero y no el amor. Es por eso que merecen nuestra simpatía, pero sin olvidar que no dejan de ser putas. Existe toda una leyenda acerca de esclavitud sexual que en DCC negamos rotundamente en lo que a España se refiere, y sobre este asunto no nos extenderemos, pero para el lector curioso recomendamos la lectura de Esas Señoritas, de un tal Leónidas Kowalski.

Las otras putas, las meramente vocacionales que no se han profesionalizado, o sea, todas las demás mujeres, son bastante más difíciles de tratar. Con estas nunca sabemos de antemano la tarifa que cobran, llevándonos con frecuencia desagradables sorpresas a la hora de abonar la factura. No es extraño encontrar en nuestra sociedad casos de hombres arruinados porque no supieron prever la minuta que se les echaba encima. Se trata de pobres infelices que se han quedado sin casa, sin hijos, sin pareja, y sin un duro en el bolsillo. Para colmo de males, no podrán emparejarse nunca más porque como ya se ha explicado, al carecer de dinero, no pueden interesar a dama alguna, salvo a ciertos ejemplares de señoras de provecta edad, feas, gordas y poco limpias.

¿Existe una competencia entre las putas profesionales y las putas vocacionales? Sinceramente creemos que no. Trabajan artículos diferentes en circunstancias bien distintas. Las primeras se encargan de satisfacer un deseo sexual puramente animal por un rato, las segundas trabajan con otros deseos más duraderos y profundos, como el amor de los hombres y su necesidad de compañía y atención. Por otra parte, en innumerables casos son indistinguibles las unas de las otras, o cambian su papel de un tipo de puterío al otro con tal rapidez que se hace imposible determinar a qué clase de puterío pertenecen. Esto hace que sea muy confuso catalogar adecuadamente a las putas, pero sí hemos observado que la sociedad en general desprecia a las putas que ganan poco dinero y en cambio presenta como digno ejemplo a las putas que se hacen multimillonarias ofreciendo el coño. Nos damos cuenta de que la sociedad materialista en la que estamos inmersos al final lo que valora es la pasta, sin importar por qué medios ha sido obtenida. En el capítulo anterior se expusieron unos ejemplos de furcias bellas unidas a deportistas o empresarios, pero ocurre lo mismo cuando se trata de gangsters, traficantes o ladrones. Lo que importa es la cantidad de dinero que haya en juego, y nunca su procedencia.

Al final todas lo mismo. Currantes de burdel, modelos de pasarela, bailarinas de barra americana, famosas de revista, soldados de tetas con medallas, camareras de sonrisa por cubata, niñas de minifalda y pintalabios, señoras con abrigo de visón... todas igualmente putas son. Ya lo decía el gran Quevedo con su Poderoso Caballero es Don Dinero, y nosotros nos vamos a permitir esta breve paráfrasis:

Fuerte dama es Doña Pasta,

que hace puta a la más casta.

(PRÓXIMO CAPÍTULO, Y FINAL: Protéjase del puterío).


6 comentarios:

Sensei Katorga dijo...

Tu nuevo y, supongo, ya odiado y vilipendiado TRACTATUS te va ocasionar (bueno, ya te está ocasionando por lo leído en los comentarios) golpes y denuestos hasta que no oses responder. Por otra parte, afirmaciones como lo de "todas putas" me parece que denotan asqueo y mala baba. Pero bueno, desde La Katotga seguire leyendo el último capítulo que ya espero con expectación (también tus réplicas con las que, a buen seguro, esperas no dejar títere con cabeza...).

Anónimo dijo...

¡como entiende este tio de putas!se ve que visito todos los burdeles de España.que tio

Anónimo dijo...

No entiendo como 'hombres' como tu pueden recibir miradas tan especiales.


Rodrigo.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Si yo fuera un maleducado respondería que me faltó por visitar el de la madre de un anónimo, pero como soy una persona muy correcta... diré que también lo he visitado.

Rodrigo, si me explica qué quiere usted decir con su comentario igual entiendo algo.

Anónimo dijo...

ay...cabebosa de chorlito, me cago sobre tu hermana y el adicto que la acompaña.Presumes...aja--jojojo....tooooooooooooooooo
bien que armabas el trío con el novio de tu hermana...Cómo se le llama a eso.....Puterio?

Anónimo dijo...

Nosotras tb. sabemos

Estimadas pupilas:

Lo véis y al instante sucumbís al síndrome "me lo llevo", tan guapo, tan alto, tan fuerte y...tan tonto.

Porque si queridas, porque llevar un florero al lado no siempre es patrimonio de los hombres.Hemos avanzado tanto en nuestra emancipación, que ahora hasta nosotras mujeres de éxito tenemos derecho a nuestra mariscada particular con el hombre gamba del que se aprovecha todo menos la cabeza.

Requisito fundamental para el hombre gamba, es que podáis enseñarlo a todas vuestras amigas casadas, que no han parado de deciros:

- A ver cuando nos das una alegría, Antoñita y te casas con un buen chico.

A lo que vosotras replicáis en la presentación de vuestro gamba:

- Ya se que no tiene todas las cualidades de Paco querida, pero deberías hacer que trabajara menos.He notado que se le cae el pelo y se está engordando.A gamba no le pasa nada de eso, ya sabes que los chicos de 23 años son muy despreocupados.

Por cierto con un gamba se juega a la play, se baila, y se hacen otras cosas ... muy divertidas pero no se le lleva a ver ciclos de cine islandes ni conferencias sobre el cambio climático.

www.ponleunavelaasanantonio.com