Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

miércoles, 9 de abril de 2008

Jesucristo sigue fumando


He vuelto a coincidir con Jesucristo apenas hace un par de horas. Quizá no sepan de qué les hablo, y probablemente tampoco les interese, pero este es mi territorio y aquí decido yo de qué, cómo y cuándo se habla. Usted, lector habitual o circunstancial que ha venido a parar a este chorlitesco diario puede optar por:

a) Largarse de aquí. ¡Zaaape!

b) Seguir leyendo sin entender nada.

c) Leer esta otra entrada ahora mismo, que le facilitará entender las cosas.

d) Masturbarse mientras grita "¡oh, Leónidas, te deseo como nunca deseé a ningún otro cabeza de chorlito!"

Les decía que he vuelto a encontrarme con mi viejo amigo Jesucristo. Hacía tiempo que no lo veía, pero hoy su divina presencia ha reaparecido, y es bueno saber que Él no nos ha abandonado.

Debo comunicar que Jesucristo ha engordado. Sí, amigos, el Hijo de Dios se está poniendo hecho una foca. Esto lo interpreto como un mensaje para que no demos tanta importancia a la superficialidad de las apariencias, y para que recibamos con agrado los males del sobrepeso. A mí siempre me decía mi madre que estaba muy flaco, mujer sabia ella. Ahora me dice que estoy bien así y que no engorde más, la muy cabrona. Si viera cómo está Jesucristo seguro que volvería a decirme que me faltan unos kilitos, veinte o treinta. O más si son pequeños.

El caso es que este humilde y chorlito mortal se estaba tomando... una mirinda, ejem, en la baguetería La Isla (no se pierdan la carne al toro que preparan, cosa fina), cuando allí que entra Su Divinidad. Majestuoso, gordito y tan gorrón como siempre, se ha apalancado en la barra a un metro de mí, y lo primero que ha hecho ha sido pedirme un cigarrillo. Está el precio del tabaco como para regalarlo, pero claro, ¿cómo le niegas nada a Jesucristo en persona? Después va El Tío y me pide fuego. Yo le hubiera ofrecido mis pulmones también, pero doy por hecho que Él, en su infinita omnisciencia, sabe que soy donante de órganos y debe de haber decidido que mis vísceras respiratorias tienen mejor destino. Destino, por cierto, que será el de ser exprimidas y alquitranar con el producto resultante varios kilómetros de autopista, porque otra cosa...

Hoy, por si aún quedaban dudas, se ha confirmado que Este Sujeto es verdaderamente Jesucristo, y lo demuestra el inapelable hecho de la extraordinaria consumición que el Hijo de Dios ha pedido: una jarra de agua del grifo, con hielo.

Y se la han puesto. Le han servido una jarra de agua, con hielo. Ahora díganme, si tienen valor, que Ese Individuo no es Jesucristo.

Ha saciado su sed parsimoniosamente, mientras se fumaba tres cigarrillos gorroneados a sendos clientes. Después, con la elegancia y clase que caracteriza al Personaje, se ha marchado sin despedirse. Yo he echado en falta alguna frase sentenciosa, del tipo "darás de beber al sediento y de fumar al vicioso", pero bueno, yo, vil mortal, no soy quién para opinar sobre la conducta de Jesucristo. Faltaría más.

Me alegra, y lo digo en serio, que Este Señor haya cambiado el alcoholismo por la dipsomanía hídrica. También me alegra, no lo ocultaré, eso de escribir "dipsomanía hídrica", así como si supiera de qué carajo hablo. Molo un montón cuando me tiro estos pegotes, ¿a que sí? (Digan que sí o muéranse siete veces, que por cierto es un número muy bíblico).

Pues ya está. Sólo me queda decir que me replantearé mi ateísmo, ante tantas evidencias de sobrenaturalidad. Coñe, es que eso de la jarra de agua del grifo, que no un vaso, me ha calado hondo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Parsimoniosamente? Dipsomanía hídrica? Jajajaja... Ains, Chorli, de donde chucha sacai tanta palabrita rara?

Me gusta esa capacidad tuya para contar una anegdota tan sencilla de una manera realmente interesante, me gusta(s).


Asi que eres donante de organos, cabrito chico? Vale, entonces para el dia de tu muerte yo me pedire... cof, cof... haran envios al extranjero?

Y si, tu mami tiene razon, no subas ni bajes de peso, tampoco te afeites, que asi como estas, estas perfecto.


Seria todo, ya no te inflo mas en pecho.

Un beso,
Paloma.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

"Anegdota". Eso sí que es una palabrita rara, chocholoco.

Anónimo dijo...

Pues sí, Sofía siempre consigue alegrarme la vida con sus anegdotas, sus puículas, sus bitilleras y camarelos, es todo un encanto, ah que sí?


Paloma.