Flower Power

(Entrada publicada originalmente en Spaces el 6 de Noviembre de 2006).



Hola, amiguitos.

Últimamente he publicado aquí opiniones verdaderamente horribles que, justamente, han escandalizado al ochenta por ciento de mis tres lectores, exactamente 2`4 lectores se han sentido ofendidos, y los 0`6 lectores restantes no se han conmovido porque, presumo, son unos insensibles pedazos de carne con ojos, sobre todo pedazos.

Atrás quedarán frases como éstas:

• "A partir de los trece son material fo***le."
  
• "En los gimnasios hay mucho sodomita."
  
• "Se les reduce el volumen craneal a medida que se les dilata el esfínter."
  
• "Las p**** son, simplemente, mujeres que se alquilan e incluso se venden. Mercancía."
  
• "Una p***, no lo olvidemos, es alguien sin escrúpulos."

Me tiembla el pulso y cada célula de mi ser se rebela contra esas desgraciadas manifestaciones. Pero se acabó. A partir de ahora voy a ser bueno.

Ser malo maloso desgasta y envejece, me produce ansiedad y pesadillas. Ahora ya soy bueno, lo noto en mi corazón, y no se extrañen ustedes si el día de mañana los fieles peregrinan para visitar la tumba de San Leónidas Kowalski, patrón de los cabezas de chorlito.

Ayer me levanté sintiéndome como lleno, como repleto de algo que pugnaba por salir de mi interior, y me fui rápidamente al aseo creyendo que se trataba de un ataque de diarrea, pero no era eso. Era amor, amigos. AMOR.

No diré más palabrotas. Caca pedo culo pis puede que lo diga alguna vez, pero sin abusar. Si extraordinariamente se me escapa un taco espero que sean indulgentes conmigo, recuerden que estoy aprendiendo a ser bueno, soy un hombre bueno en prácticas.

Recórcholis, qué bien me siento siendo bueno. Estoy tan ilusionado...

Miro atrás y me avergüenzo de las cosas tan feas que he dicho aquí. Miro más atrás y me atormentan los recuerdos por todas las maldades que he cometido. Y si miro más atrás aún ya me retuerzo el pescuezo y eso duele mucho. Moraleja: no mirar atrás y afrontar el futuro con Esperanza, con Caridad, con Marianita y con Vanessa.

Ya nunca más me comeré a un niño crudo (bueno, vale, guisado tampoco) y voy a hacer el bien, y voy a dejar a mi paso un rastro de buenas obras, y voy a chorrear azúcar, bondad y buen rollito por todos mis poros.

Hoy me han dicho en el trabajo que se me ha puesto cara de tonto, pero en realidad es lo que las buenas personas llamamos, más técnicamente, "gesto beatífico". Si hasta me he afeitado la perilla, caray, que me hacía cara de hombre malo y disoluto.

Para ir adquiriendo experiencia en esto de la bondad me he marcado unas sencillas reglas que pienso seguir en todo momento:

- No diré palabrotas.

- No me comeré a más niños.

- Ayudaré a cruzar la calle a viejecitas desvalidas, sin robarles el bolso.

- No me masturbaré más de diez veces al día.

- No volveré a orinar en el ascensor.

- Sólo me acostaré con mujeres por amor y con el único objetivo de procrear. Bajo ninguna circunstancia me acostaré con hombres.

- No odiaré a nadie.

- No pensaré que todas las mujeres son unas p****.

Os quiero a todos.

Os quiero un poco, como la coca al coco.

Os quiero algo, como la galga al galgo.

Os quiero bastante, como la elefanta al elefante.

Os quiero con gana, como el orangután a la orangutana.

OS QUIERO, JOLINES, CUÁNTO OS QUIERO.